Portugal y las limitaciones a los alquileres temporarios para turistas
No más licencias para alquileres temporarios por la crisis inmobiliaria en los mercados urbanos, y finalización del programa de visados a cambio de compra de propiedades.
Hasta comienzos de año Portugal era todo un modelo de expansión de la oferta de alojamientos temporales para turistas. Por un lado, pocas limitaciones en los cascos urbanos, lo que llevó a una fuerte expansión de la oferta de este tipo de alquileres en las grandes ciudades, como Lisboa y Porto. Por otro, por el otorgamiento de las llamadas “Golden Visas”, por el que se daba residencia en el país cuando se invertía un monto determinado en propiedades o iniciativas productivas. Pero las cosas cambiaron en los últimos días, con una iniciativa del gobierno que ha sido presentada al Parlamento. O sea: nada de esto aún está aprobado, y recién para marzo se espera que entre en la agenda de los legisladores portugueses.
Limitaciones a las visas y los alquileres temporarios
El gobierno portugués optó por terminar con las Golden Visas, y revisar su funcionamiento para las ya otorgadas. En el caso de los que las obtuvieron por la compra de una propiedad, sólo se las renovará si la propiedad está ocupada de manera permanente por el inversor o se encuentra en el mercado de alquileres a largo plazo. Es que muchas de las operaciones inmobiliarias hechas por los poseedores de estas visas se destinaron al mercado de alquileres temporales.
Ya no se otorgarán más permisos para destinar viviendas a alquileres temporarios en las ciudades. Sólo se permitirán en regiones rurales con poca oferta de alojamientos. Y es que ciudades como Lisboa hace años tienen serios problemas de disponibilidad de vivienda para los locales. Sólo en 2022 el costo del alquiler en la capital portuguesa subió un 37% promedio, muy por encima de la inflación y, desde ya, los ingresos de los habitantes de la ciudad. Los valores de los alquileres, impulsadas por la demanda desde el exterior, ya los está dejando a la mayor parte de los portugueses sin posibilidades de conseguir una vivienda.
¿Qué va a pasar con las licencias ya otorgadas? Recién van a ser revisadas en 2030, y a partir de allí las licencias se renovarán cada 5 años. Quienes exploten propiedades con destino a los alquileres temporarios deberán pagar una tasa extra que será destinada a planes de vivienda para locales. Y los que devuelvan esas propiedades al mercado de alquileres de largo plazo recibirán beneficios fiscales. Además el gobierno quiere impulsar la construcción de 26 mil unidades más. Las licencias van a pasar a ser otorgadas por el gobierno central y ya no por los municipios con el fin de unificar la política urbana de viviendas.
Lo que sigue
Al menos en el corto plazo la atención va a pasar por el debate legislativo, ya que estas medidas requieren de aprobación del Congreso. Pero en el mediano plazo habrá que ver como se cumplen estas propuestas, en el caso de ser aprobadas, y como se van a compatibilizar con otros programas. Por ejemplo, el que promueve la llegada de nómadas digitales, a los que se les otorga permisos de residencia y permiso de trabajo si garantizan determinados niveles de ingresos. En todo caso estos programas pueden ser revisados para no sumar presión sobre los mercados inmobiliarios urbanos, y promover la llegada de viajeros y turistas a zonas más alejadas.
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