En Yucatán: Izamal, Amor Amarillo

¿Por qué Izamal está pintada de amarillo? Durante el recorrido por el pueblo, nos contaron al menos tres versiones. La primera, que se trataba de un tipo de color que, combinado con la cal, alejaba a los mosquitos portadores de enfermedades. Dos, que se trata de un color que los mayas consideraban sagrado por su relación con el maíz. Tres, que se trata de los colores vaticanos, a partir de la visita que hizo allí el Papa Juan Pablo II.

Convento Izamal
Convento Izamal

Para quienes llegan de visita a Izamal, uno de los sitios de Yucatán incluidos dentro del programa de Pueblos Mágicos de México, las razones históricas tal vez no sean tan llamativas como encontrarse con esa explosión de color. Hay muchos elementos aquí que nos llevan a visitar Izamal: su impresionante convento; el tener pirámides mayas en medio de la población; y la gastronomía. El lugar es incluido en algunos tours que desde Cancún van hacia Chichen Itzá. Por desgracia se trata de visitas muy cortas, que no alcanzan para caminar y apreciar con tranquilidad.

El recorrido por Izamal lo realizamos con Esteban, que es parte de la Policía Turística. Sé que “policía” y “guía” no parecen ser funciones muy similares, pero al menos en Izamal más bien cumplen las funciones de recorrer el pueblo con los turistas. Esteban sabe realmente muchísimo del lugar, y con un relato muy preciso les va a contar muchas cosas del lugar.

Convento Izamal
Convento Izamal

Al llegar al centro del pueblo, lo primero que van a ver es el impresionante convento, que tiene una inmenso atrio de ingreso. Buena parte de la fachada está apuntadalada, ya que sufrió algunos daños por las lluvias, y deberá ser reparada en los próximos años. El interior del convento, al igual que los patios, son muy despojados, con poca decoración y predominio del blanco. Sólo parte del edificio se puede recorrer, ya que una buena parte de él se sigue utilizando como espacio de trabajo para los religiosos. La iglesia exhibe un retablo bastante más elaborado y decorado que otros que vi en pueblos de Yucatán, pero de todos modos la iglesia conserva ese espíritu de lugar sencillo y despojado.

Al lado del convento, van a encontrar una serie de coches tirados por caballos, conocidos aquí como “calesas”. También se las halla en Mérida, pero aquí son mucho más usuales. El recorrido tradicional es de algo más de media hora, pero hay otros un poco más extensos, y que pueden incluir la espera en algunas de las pirámides. Los cocheros están certificados por el municipio, y durante el recorrido les contarán historias sobre Izamal y los lugares que recorrerán.

Paseo en calesa

En el video que resume la visita a Izamal, verán que hay varios tramos filmados desde la calesa.

Izamal tiene otro atractivo muy interesante: dentro del casco urbano se encuentran pirámides mayas. Los turistas pueden recorrer dos de ellas. En nuestro caso, subimos a Kinich, una pirámide sin reconstruir. Las escaleras, para quienes anduvieron por esos lugares, son complicadas. Los peldaños son muy pequeños e irregulares, así que hay que bajar con cuidado, y en diagonal en muchas partes. Desde la cima de Kinich se

tiene una muy buena vista del pueblo. El día que recorrimos Izamal el calor era bochornoso; pero cuando llegamos a la cima soplaba viento y estaba muy agradable. Pero el viento se detuvo y el calor nos invitó a bajar rápidamente.

Pirámide Kinich
Pirámide Kinich

Al llegar la hora del almuerzo, fuimos al restaurante más conocido de Izamal, Kinich. Allí se sirve comida tradicional yucateca, como poc chuc, sopa de lima, escabeche, cochinita pibil, entre otros -ya se vendrá la entrada dedicada a la gastronomia yucateca, bien diferente a la del resto de México. Pero el plato más famoso del lugar es su versión del papadzul. Como en el resto de Yucatán, son unas tortillas dobladas a la manera de canelones o enchiladas, rellenas de huevo duro picado y bañadas con salsa de tomate y chile habanero -aunque las que probé no eran picantes, tal vez tenga muy poco o se apiadaron de mí. Lo que distingue al papadzul de Kinich es que lleva longaniza picada como parte de la salsa, lo que le da un sabor muy particular e intenso.

Papadzul de Kinich
Papadzul de Kinich

Izamal se encuentra a aproximadamente una hora de viaje desde Mérida. Es muy sencillo llegar en bus desde Mérida, desde las terminales de la ciudad hay servicios frecuentes en los horarios con más demanda, y el precio está entre 25 a 30 pesos mexicanos. Como comenté, también es posible visitar Izamal de manera breve como parte del tour a Chichen Itzá, aunque tienen que consultar, porque también se visita otros lugares en ese tipo de servicios, como el caso de Valladolid.

Kinich
Kinich

Un comentario en «En Yucatán: Izamal, Amor Amarillo»

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