Cronicas de Ushuaia 8: visita al presidio

El guardia (by morrissey)

Es una de las visitas obligadas para toda persona que llegue de visita a Ushuaia. Es el edificio del Presidio que funcionó durante la primera mitad del siglo XX, y que guarda historias muy importantes para el desarrollo político de Argentina entre 1900 y 1947. Por el aislamiento de la región y las dificultades para escapar de allí, las autoridades argentinas establecieron allí un penal, donde fueron enviados delincuentes peligrosos, que debían cumplir largas condenas, y presos políticos.

El presidio 1 (by morrissey)

El museo del Presidio se encuentra junto al Museo Marítimo. Al final de la entrada hay un mapa para que se orienten. Funciona desde 1994. La entrada cuesta 15 pesos para estudiantes, 30 pesos para residentes y 45 pesos para no residentes. Está abierto de 10 a 20 horas. Hay visitas guiadas gratuitas, que son muy recomendables. Al menos en mayo, los horarios eran 11:30; 16:30 y 18:30 horas. Duran algo más de una hora. La recorrida es por uno de los pabellones reconstruidos, por la zona que comunica los distintos sectores de la cárcel, y por la reconstrucción del Faro del Fin del Mundo, originalmente situado en Isla de los Estados.

En la primera parte de la visita, van a ver una serie de calabozos, en donde se reconstruyen “escenas de la vida carcelaria”, o aparecen las figuras de algunos de los presos más famosos, como el “Petiso Orejudo“, un asesino serial de niños, o el anarquista Simón Radowitzky, encarcelado tras asesinar mediante una bomba al jefe de policía Ramón Falcón, tristemente célebre por llevar a cabo la represión de las manifestaciones de obreras de 1909 en Buenos Aires, y que dejó más de una decena de obreros muertos.

Debajo tienen la reconstrucción de una de las celdas, en donde aparece la figura de Radowitzky.

Simón Radowitzky (by morrissey)

Para los interesados, el historiador argentino Osvaldo Bayer escribió un texto sobre Radowitzky y el presidio de Ushuaia, donde da cuenta de la significación de la figura del militante anarquista para los movimientos sociales de principio de siglo XX en Argentina. Pueden leerlo en este enlace.

Las condiciones de vida en el penal eran durísimas. Los presos no sólo estaban obligados a usar traje a rayas; también debían usar grilletes y otros métodos que limitaban sus movimientos. Vista desde estos tiempos, la cárcel imponía condiciones extremas a los presos, a tal punto que durante mucho tiempo los movimientos políticos populares impulsaran su cierre, algo que ocurrió en la primera presidencia de Perón. Durante el día, los que eran considerados menos peligrosos eran trasladados en tren -el recorrido que hoy recrea en parte el Tren del Fin del Mundo– para cortar leña.

El presidio 3 (by morrissey)

Durante la visita guiada, se cuentan algunas de las condiciones de vida en el penal, aunque un tanto suavizadas, sobre todo si se comparan con muchas de las denuncias que se hicieron durante los años de funcionamiento de la cárcel. Se enterarán de muchos detalles interesantes desde el punto de vista edilicio, ya que les contarán que tipo de elementos son originales y qué ha sido modificado durante el uso del edificio por parte de la Armada Argentina, que los utilizó como oficinas y depósito entre 1947 y 1994.

Los cinco pabellones están construidos por el modelo del panóptico, por lo que todos convergen en un patio central. Cuando terminen la parte guiada, les recomiendo que vayan al pabellón sin reconstruir, que si mal no recuerdo es el 2. El frío que hace allí es simplemente impresionante. Y esas eran las condiciones de vida de los presos durante todo el día… Debajo tienen una foto de esa zona del presidio.

El presidio 2 (by morrissey)

Pueden visitar el museo el día que se dediquen a caminar y conocer el casco urbano de la ciudad. Dediquen de dos a tres horas para el lugar, porque vale la pena conocerlo por dentro. Y es más que recomendable que lean un poco sobre él antes de visitarlo. Tienen un resumen bastante bueno sobre el Presidio en Wikipedia. En la página oficial del Museo Marítimo de Ushuaia van a encontrar folletería. Por último, en la ciudad se consiguen fácilmente varios volúmenes y libros dedicados a la historia de la cárcel. Si alguno de ustedes conoce otros recursos de valor, o quiere agregar detalles a la entrada, desde ya puede hacerlo en los comentarios.

Debajo, la ubicación del Museo Marítimo vía Google Maps:


Ver mapa más grande

4 comentarios en «Cronicas de Ushuaia 8: visita al presidio»

  1. Un dato de color interesante sobre el presidio es que si mirás para arriba en el hall principal, vas a encontrar ventiladores (al menos, estaban en mi última visita, hace ya un par de años). Cuando pregunté, me dijeron que habían quedado ahí desde que filmaron la película “La Fuga”, cuya acción transcurría en una cárcel… de Misiones.
    El presidio es de lo más cinematográfico. Pino Solanas usó los pabellones (los mismos que están en las fotos más arriba) como locación de la escuela de Martín Nunca, el protagonista de su película “El viaje” (circa 1992). La peli -y el viaje- arrancan en Ushuaia, pero es por demás significativo que para escuela hayan usado el penal.
    Más sobre cine y Ushuaia: Daniel Burman filmó allá “Todas las azafatas van al cielo”. Y la primera peli que yo tengo registrada en esa zona es “Último amor en Tierra del Fuego”, de Armando Bo, con la Coca Sarli envuelta en pieles entre la nieve.

    1. La película de la Coca Sarli es algo que hay que ver. Hace unos años, charlé con unos alemanes que estaban convencidos de que era una especie de “surrealismo argentino”. Cuando les quedó claro como se filmaban, cambiaron de opinión :P

      Y es cierto que el presidio conserva el aspecto de una “cárcel tradicional”, de esas que ya no se pueden encontrar.

  2. Otra de las visitas imperdibles! Tomen la visita guiada, que realmente se aprovecha y no tiene costo alguno màs que la entrada ($30, descuentos a docentes con certificado).
    Segùn el guìa, de ahì salìan los presos a trabajar, pero iban caminando, el tren sòlo lo usaban para transporte de troncos.y aprovechen tambièn para mirar las esculturas de los yàmanas y su canoa, asì tambièn aprovechan si bajan a las islas y ven los concheros.

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