Con la decisión de las autoridades de Estados Unidos de quitar el requisito a los tests de Covid-19 previo al viaje se afianza la tendencia a la completa normalización de los viajes internacionales. Es cierto que muchos países mantienen ese requisito, e incluso algunos siguen con fronteras cerradas o con ingresos muy limitados, caso China y Japón, pero en general estamos asistiendo a un levantamiento progresivo de las restricciones establecidas durante el peor período de la pandemia.
Las exigencias de tests previos al viaje para descartar el contagio de Covid-19 es un tema cada vez más problemático para la industria. Por un lado, siempre está la duda de poder viajar, en tanto los contagios siguen siendo muy comunes, aún cuando las internaciones siguen sin crecer mucho en número. Dos, las aerolíneas ya han quitado muchas de las medidas que tomaron en 2020, y no permiten cambios ilimitados o la devolución del dinero. Así que una suspensión del viaje podía implicar un perjuicio económico además.
La decisión de eliminar el requisito de los tests previos al viaje por parte de las autoridades estadounidenses se debe a que las tasas de vacunación en la mayor parte de los países ha alcanzado un alto porcentaje de la población. Dos, que el número de internaciones ya no crece como en años anteriores, a pesar de los muchos contagios. Tercero, buena parte del resto de los países ya había levantado este requisito, y eso ponía en desventaja a la industria turística estadounidense.
Otros requisitos continuan. El principal, tener al menos dos dosis de alguna de las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud.
La medida del levantamiento del test previo al viaje volverá a ser evaluada en 90 días, y podría ser reinstalado en caso de que las circunstancias lo requieran. Por cierto, desde abril y dentro de Estados unidos no es obligatorio usar mascarillas en los aviones y otros transportes públicos.