La crisis de los alquileres temporarios (actualizado)

La crisis de los alquileres temporarios (actualizado)

En los últimos años vimos muchas notas periodísticas y papers académicos sobre la relevancia de los alquileres temporarios en los problemas habitacionales de las grandes ciudades. El punto: como los alquileres temporarios eran más rentables debido a que los turistas convalidaban precios mayores por estadías cortas, muchos dueños de casas y departamentos los preferían a los alquileres a largo plazo. Eso privaba a muchos residentes locales de conseguir lugares donde vivir a precios razonables.

Pero la crisis causada por la expansión del coronavirus ha cambiado todo el panorama. Hoy los anfitriones que alquilan vía plataformas como AirBNB han visto caer la demanda a cero por la paralización del turismo internacional. Frente a ello, han comenzado a regresar al mercado de los alquileres a largo plazo ante la necesidad de pagar los gastos. También entran en crisis otros modelos, como quienes manejan múltiples propiedades de alquileres temporarios, que ahora deben enfrentar gastos fijos con cero ingresos.

Otra fuente de conflicto de las últimas semanas fue la decisión de AirBNB de permitir cancelaciones del 100% por parte de los huéspedes. El motivo es simple: muchos de ellos no podrían usar los alojamientos reservados por la imposibilidad de viajar a otros destinos. La queja de muchos anfitriones, como cuentan acá, es que las cancelaciones se hicieron efectivas simplemente a partir de que el huésped dijera que el motivo fue el coronavirus. Y que en realidad, según estos anfitriones, la verdadera razón fue que, al haber mayor oferta por las cancelaciones, era mucho mejor buscar otros lugares a precios más económicos.

Hay quien se pregunta si toda esta situación no termina con la quiebra de AirBNB. Aparece como algo bastante exagerado, en tanto la compañía ha sido una de las pocas que ha construido un modelo viable de negocios en el segmento de la llamada “economía colaborativa” -bastante más viable que Uber o WeWork, al menos. Pero está claro que este año sus ingresos van a caer de una manera brutal, como está sucediendo con el resto de la industria del turismo. Hace 15 días el Financial Times hablaba de una caída del 40% debido al descenso de la demanda en China y Europa. Y las cosas empeoraron mucho desde ese momento, en particular en Estados Unidos.

Justo cuanto estaba terminando de armar la entrada encontré que algunos medios publicaron sobre el tema de los problemas financieros de AirBNB, y los pasos a seguir se parecían mucho al párrafo final original de esta entrada, con algún pequeño cambio. Se estiman en cientos de millones de dólares las pérdidas en las últimas semanas. Suspendieron la contratación de nuevos empleados, pero no se mencionó nada del tema despidos, al menos por ahora. Se congelaron los gastos en marketing para ahorrar al menos 800 millones de dólares. Los planes de salida a la bolsa están en discusión. AirBNB esperaba salir a bolsa para ser listada, sin oferta pública de acciones. Pero frente a este escenario, donde seguramente van a necesitar más dinero en el futuro, estos planes están siendo revisados.

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