Boeing 737 Max 8, como sigue la crisis

Boeing 737 Max 8, como sigue la crisis

Luego de que 42 países decidieran dejar en tierra o prohibir el paso por su espacio aéreo de los Boeing 737 Max 8, Estados Unidos finalmente se unió y optó por tomar la misma medida. Las autoridades estadounidenses justificaron la medida en las similitudes entre los accidentes de Lion Air y Ethiopian. La demora de la decisión parece un tema nacional: Boeing es la principal fabricante de aviones en Estados Unidos, y el 737 Max es una pieza clave para poder enfrentar la competencia con Airbus.

Las consecuencias en el corto plazo van a ser muy importantes, ya que las aerolíneas van a tener que reprogramar y reemplazar aeronaves en 8600 vuelos comerciales semanales que eran hechos con el 737 Max 8. La mayor parte de ellos se hacían en Estados Unidos y China, que serán las naciones más afectadas. Pero las aerolíneas latinoamericanas también tendrán sus problemas. Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, tiene 5 aeronaves de ese tipo, y la decisión de dejarlas en tierra -tomada por la empresa luego de la presión de los pilotos, ya que la autoridad aeronáutica local no lo ordenó- va a impactar en la operatoria diaria en las próximas semanas.

Los otros grandes afectados van a ser las compañías aéreas de bajo costo, ya que varias de ellas son clientes regulares del 737 Max. Por ejemplo, Norwegian tiene 18 aeronaves de ese tipo y ya anunció que piensa a demandar a Boeing por las pérdidas que va a sufrir por dejar esos aviones en tierra. Seguramente otras aerolíneas van a seguir el ejemplo.

Los pasos de Boeing

Para Boeing la situación es muy delicada. Los 737 Max están entre los aviones más exitosos de la historia, y tiene 4500 de ellos encargados para los próximos años. Claro que ahora esas proyecciones están en serias dudas tras los incidentes de Lion Air y Ethiopian.

La empresa deberían lanzar en las próximas semanas una actualización del software que corregía, de manera automática, la posición del avión cuando la nariz se elevaba demasiado. De esa manera el sistema prevenía el “stall”, que podía llevar a una pérdida de sustentación de la aeronave y provocar su caída a tierra. Esa elevación de la nariz se debe al rediseño del avión, como se cuenta en este video de The New York Times (si hacen clic en CC aparecen subtítulos en inglés).

Una de las críticas importantes es que los pilotos no estaban suficientemente informados sobre este sistema automático y sus consecuencias, y que eso tuvo mucho que ver con los accidentes de Lion Air y Ethiopian. Boeing también prometió una mejora del software el año pasado, pero no hubo cambios.

Lo cierto es que el regreso de los 737 Max 8 a las operaciones diarias no tiene ninguna fecha cierta. Debido a la gravedad de los acontecimientos y a los muchos países que tomaron medidas, podemos esperar un testeo riguroso del nuevo software y, posiblemente, nuevas certificaciones de la aeronave por sus cambios con respecto a la anterior generación del 737.



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