Argentina y los viajes internacionales: otro fin de ciclo

Argentina y los viajes internacionales: otro fin de ciclo

Cuando este blog arrancó, allá por octubre de 2003, Argentina recién comenzaba a salir de su peor crisis económica de la historia. El final de la convertibilidad se había saldado con una impresionante devaluación del peso, que lo había llevado de 1 peso a 1 dólar a 4 pesos por dólar, aunque luego se estabilizó por debajo de los 3 pesos. Como producto de esa devaluación, durante varios años el país tuvo un importante crecimiento del turismo internacional, que lo llevó progresivamente de los dos millones de visitantes al año a unos seis millones hacia 2010. Durante este período se produjo incluso un raro fenómeno en el turismo argentino: tuvimos superávit comercial en turismo. Interesante cambio, sobre todo cuando en la segunda mitad de la década del 90 muchos viajaron al exterior gracias a un dólar bastante barato. Ciclo que se cerró con la salida de la convertibilidad en 2001.

Ese período post devaluación 2001 comenzó a cerrarse a partir de 2007, y desde ese momento tuvimos más de una década de creciente déficit comercial en el turismo. El peso comenzó a revaluarse contra el dólar, y los viajes al exterior se hicieron más accesibles. Y el déficit comercial turístico creció hasta los casi 10 mil millones de dólares en rojo en 2017. Ese período de expansión de los viajes internacionales para los argentinos se está cerrando en estos días, con la devaluación del peso argentino de estos días. Al menos se cierra este ciclo.

El crecimiento de los viajes al exterior no sólo se dio a partir de un dólar más barato; también hubo un creciente acceso a financiamiento vía tarjetas de crédito internacionales. Casi el 40% del gasto de los turistas argentinos en el exterior fueron bienes de consumo, como ropa y tecnología. Destinos como Miami y Santiago de Chile crecieron a base de los tours de compras. Comprar hoy con tarjetas de crédito de Argentina fuera del país implica una doble incertidumbre: no conocer el tipo de cambio y la tasa de interés que te van a aplicar al cierre del resumen. Frente a ello, si tienen que viajar al exterior, la clave es tener ahorros. Si no los tienen, posiblemente habrá que esperar algunos meses hasta ver la evolución de la situación económica antes de encarar un viaje internacional.

Los problemas para los viajes en el exterior se dan entonces a partir de dos puntos: peso devaluado y tasas de interés muy altas para el financiamiento con tarjetas de crédito. Podría empeorar, claro, si la economía argentina profundiza su recesión y destruye más puestos de trabajo -en ese caso, el tema del viaje francamente no será un punto central de las agendas cotidianas.

Hay que tomar en cuenta que hay muchas personas naturalizaron la idea de viajar al exterior cada cierto lapso de tiempo. Pero como suele pasar en Argentina, es otro ciclo que se cierra. Si la devaluación tendrá un impacto en la mayor llegada de turistas internacionales o simplemente deprimirá la demanda de viajes al exterior desde Argentina es algo que recién vamos a poder contestar el año que viene.

Un comentario en «Argentina y los viajes internacionales: otro fin de ciclo»

  1. Es como decis vos, es otro ciclo que se cierra con esta mega-devaluacion del peso. Es lamentable que tengamos que vivir esta situación cada tantos años. De todo esta situación desastrosa, lo unico positivo seria que el turismo interno crecerá, pero la gente está mal, hay una recesion terrible.

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