Contenidos y micromecenazgo: los límites de la monetización

Contenidos y micromecenazgo: los límites de la monetización

En los últimos años, el modelo de micromecenazgo comenzó a extenderse a una buena cantidad de plataformas. La más conocida en la actualidad es Patreon, que permite que paguemos una contribución mensual a un creador de contenidos como una manera de apoyar su trabajo. Patreon se queda con un 5% de comisión, a lo que hay que sumar otros cargos de procesamiento por parte de tarjetas de créditos y bancos. Patreon quiso cambiar hace unos meses el sistema de comisiones por otro método que elevaba el costo para las suscripciones de menor valor, pero la reacción de sus usuarios fue tan negativa que decidieron abandonar esos planes

Otras grandes plataformas comenzaron a testear soluciones similares. En marzo Facebook arrancó un programa en beta que permitiría financiar a creadores de contenidos. Ese programa está vinculado a Facebook Creators, la aplicación de la compañía que apunta a influenciadores y creadores de contenidos. Por ahora no hubo lanzamiento en abierto del programa, que sigue en pruebas, y está limitado únicamente a Estados Unidos. 

Google desde ya no podía quedarse afuera de este modelo. En junio anunció que los creadores de contenidos en YouTube podrían lanzar canales de videos con suscripciones mensuales de 4,99 dólares. Por esta suscripción se podría acceder a contenidos exclusivos. Al igual que el caso de Facebook, por ahora el sistema está en beta y restringido a pocos usuarios.

Otro que se sumó fue Kickstarter, el sitio famoso por llevar adelante iniciativas de crowdfounding. Para ello, relanzaron Drip, con el modelo usual de suscripciones mensuales. 

Quien se sumó en estos días con un modelo similar es Anchor, la plataforma de creación de podcasts en dispositivos móviles. El modelo es similar a Patreon, con suscripciones mensuales de 1, 5 y 10 dólares, y que servirán para apoyar financieramente a creadores de podcasts. Por ahora esa posibilidad está limitada a creadores en Estados Unidos. 

Luego tenemos algunos sistemas de micromecenazgo que no funcionan a partir del modelo Patreon de suscripciones mensuales, pero que implican donaciones puntuales para creadores de contenidos. Por ejemplo, Twitch permite donar mediante un modelo prepago llamado Cheering. Cada vez que dejamos determinados emojis a creadores, se descuenta de nuestro fondo un donativo. 

Los límites del modelo

El modelo de micromecenazgo ofrece una serie de ventajas. La primera es que permite establecer una relación económica directa entre creadores y usuarios, que pueden financiar el contenido que realmente les gusta. En el sistema de Patreon, además, crea un esquema de cobros mensuales que en teoría debería dar cierta previsibilidad a los creadores

Pero esta previsibilidad, claro, es bastante aparente. Los usuarios pueden retirarse cuando quieran, y es muy probable que muchos de ellos sólo paguen por pocos meses, lo que limita las perspectivas de los creadores de contenidos. 

A principios de año se publicó una nota que mostraba que sólo el 2% de los creadores de contenidos anotados en Patreon alcanzaban ingresos similares a los de un salario mínimo en Estados Unidos. Y estamos hablando del mayor mercado del mundo en el tema de micromecenazgo. El modelo, claramente, sólo es exitoso  para una mínima porción de creadores. Y es bastante difícil que por sí solo alcance para financiar sus actividades. 

Los modelos como Patreon, en todo caso, aparecen como una alternativa más dentro de una serie de posibilidades que incluyen otras fuentes de ingresos, como la publicidad y los auspicios. 

Las alternativas ligadas con el micromecenazgo crecen a medida que otras alternativas más usuales, como la publicidad online, muestran serias limitaciones a la hora sostener la creación de contenidos. Cada vez es más fácil y barato crear canales de contenidos, pero cada vez es más complejo lograr que eso sea un modo de vida. En particular, un modo de vida sustentable a mediano y largo plazo. El suceso puede darse en el corto plazo, pero los cambios en la popularidad de las plataformas, los sistemas de financiamiento y los costos de intermediación de las transacciones son son puntos clave para analizar a futuro. En todo caso, suena prudente apuntar a varias alternativas de ingresos. Pero a la vez, hay que evaluar si ese esfuerzo por sostener varios frentes de trabajo realmente compensan el tiempo invertido. 

La foto de apertura de la nota es de rawpixel y fue publicada en Unsplash

Un comentario en «Contenidos y micromecenazgo: los límites de la monetización»

  1. Habrá que salir a vender postales a las calles, no queda otra ? Buscando y mirando en Patreon encontré algo que podría funcionar, claro que no es para nosotros. Unas chicas de ésas Fitness en Instagram promocionó en una story si cuenta de Patreon, en la plataforma promete mostrarse un poco con menos ropa a quienes paguen la cuota mensual. u$s 75.000 tenía según la plataforma. Una rusa, pena no recuerdo el nombre. Patreon se va a llenar de éso me parece, ya estoy lamentando no tener 20 años, músculos y buenos abdominales jajaja.
    Abrazo, buen artículo

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