Balance 2017, el año en viajes

Era difícil superar el 2016, que fue un año muy viajero. Aún así el balance 2017 tuvo lo suyo, con la primera visita a República Dominicana, y los regresos a Tucumán y Estados Unidos. Los 3 viajes, en orden de aparición: Tucumán (San Miguel de Tucumán, Tafí del Valle y Amaicha del Valle); Samaná, en República Dominicana; y New York.

Tucumán

 

El primer viaje del año arrancó a fines de mayo por San Miguel, la capital provincial. La ciudad tiene varios clásicos que pudimos visitar. El primero es, claro, la Casa de la Independencia, hoy museo. Está ubicado en el centro de la ciudad, así que es muy fácil llegar allí. Pudimos pasear durante un buen rato, pero no volvimos a la noche porque el espectáculo de luces aún no se encontraba rehabilitado. El Parque 9 de Julio es otro atractivo de la ciudad; es un gran espacio verde donde se puede pasear y comer algo en los distintos puestos gastronómicos. Más clásicos: el Cerro San Javier, ubicado en Yerbabuena, la localidad que se encuentra justo al lado de San Miguel. Una zona con mucho verde y un camino asfaltado que los sube hasta la cima del cerro, y desde donde tienen una espectacular vista de la capital. Pueden tomar muy buenas fotos a la tarde y a la noche, sobre todo si se quedan en el Hotel Sol San Javier

Vista desde el hotel Sol San Javier
Vista desde el hotel Sol San Javier

El segundo destino fue Tafí del Valle. La ruta para llegar desde San Miguel de Tucumán es espectacular. La localidad tiene una buena oferta gastronómica y de diversión, en particular en el verano, donde hay más opciones. En nuestro caso, nos fuimos directo a pasar el día hacia la Estancia Las Carreras, donde distribuimos el tiempo entre cabalgatas, conocer las instalaciones para lácteos y comer muy rico. El casco antiguo fue construido por los jesuitas hacia 1718.

Estancia Las Carreras
Estancia Las Carreras

Y por último, visitamos Amaicha del Valle, en el comienzo de los Valles Calchaquíes. En las cercanías de la ciudad se encuentra la Ciudad Sagrada de los Quilmes, uno de los complejos arqueológicos más importantes de Argentina. Conviene llegar en auto, ya que el complejo se encuentra a 4 kilómetros de la ruta. Allí van a encontrar las ruinas de las edificaciones de los indios Quilmes. Es más que recomendable visitar la zona entre el otoño y la primavera, ya que en verano es muy caluroso. Otro de los puntos más interesantes de la zona de Amaicha del Valle es la posibilidad de visitar distintas bodegas. Está en desarrollo una ruta del vino. En nuestro caso, visitamos la bodega Albarossa, que desde hace menos de diez años se concentra en elaborar vinos malbec y torrontés. Éste último es bastante particular y diferente del que pueden encontrar en Cafayate, más cítrico y frutal.

Ciudad Sagrada de Quilmes
Ciudad Sagrada de Quilmes

Desde nuestro viaje, hacia fines de mayo, hubo novedades en el tema de los aéreos. El aeropuerto de San Miguel de Tucumán estuvo cerrado varios meses por el proceso de ampliación de su pista e instalaciones. Hoy tiene la segunda pista más extensa del país. A los vuelos diarios de Aerolíneas Argentina y LATAM Argentina se sumaron los vuelos de Andes, y pronto de Avianca Argentina. En el tema de vuelos internacionales, vía LATAM, hay nuevas conexiones con Santiago de Chile y Lima.

 

Samaná, república dominicana

El segundo destino, hacia septiembre de este año, fue Samaná, que se encuentra al noreste de la República Dominicana. Para quienes conocen Punta Cana, que es el lugar más visitado por los argentinos, Samaná está a unos 315 kilómetros. Por tierra son unas 4 horas, pero en barco ese tiempo se reduce a la mitad. República Dominicana tiene temperaturas que permiten disfrutar de la playa durante todo el año, con temperaturas que van desde los 20 hasta más de 30 grados. Si piensan viajar entre julio y octubre, tengan en cuenta que es la temporada de huracanes. Y este año en particular fue muy movido en ese tema.

Arroyo Caño Frío, Samaná
Arroyo Caño Frío, Samaná

¿Cómo llegar hasta Samaná? Desde Buenos Aires, hay un vuelo con escala en Córdoba, tipo charter, todos los domingos, vía la empresa Andes, y que es comercializado directamente por agencias de viajes con alojamiento incluido en los hoteles de la cadena Bahía Príncipe. En temporada alta hay varios vuelos diarios desde Buenos Aires hacia Punta Cana. Desde allí pueden ir en excursión por el día hacia Samaná, o directamente hospedarse en la zona. También se puede volar hacia Santo Domingo, la capital de República Dominicana, que está distante dos horas y media por ruta de Samaná. Pero en este caso ya no hablamos de vuelos directos, ya que tendrán que hacer escala en Bogotá, en el caso de que vayan por Avianca, o en Panamá, si optan por Copa.

Bahía Príncipe Samaná

Las playas de Samaná son realmente muy amplias y con mucho verde. Es un lugar para descansar y disfrutar de la tranquilidad. La primera de las playas de Samaná que visitamos fue Rincón. Es muy amplia, aunque fue en la que encontramos más turistas. La segunda playa que visitamos fue Caño Frío, a pocos kilómetros de Rincón. Es una playa bastante particular, ya que allí sale al mar el arroyo Caño Frío, que, como su nombre lo indica, trae agua a temperatura bastante baja. El resultado es que esa playa, incluso en el mar, tiene agua más fría. La tercera playa que visitamos fue Cayo Levantado. En realidad, es una isla, y tiene varias playas. El 80% de la isla está ocupado por el complejo hotelero de la cadena hotelera Bahía Príncipe, pero hay una playa pública a la que se puede llegar por barco hasta las 18 horas. El color del agua es impresionante. Hay mucha tranquilidad, y realmente es un gran lugar para relajarse.

Bahía Príncipe Samaná

La cuarta y última playa visitada fue El Portillo. La playa es realmente muy amplia y extensa, así que, como en los otros casos, basta caminar un poco para tener mayor tranquilidad si es lo que buscan.

Una opción muy interesante en Samaná es el Parque Nacional Los Haitises. Se llega en barco, y la primera parte es un recorrido por los pequeños islotes de piedra de la zona. Allí podrán ver la vegetación de la zona y muchos pájaros. Luego viene la mejor parte: el recorrido por las cuevas del parque. Normalmente se visitan dos de ellas, que tienen muchas pictografías realizadas por la habitantes prehispánicos.

Bahía Príncipe El Portillo, Samaná
Bahía Príncipe El Portillo, Samaná

New York

El tercer destino del año fue New York. Esta vez me concentré en algunas zonas de la ciudad que no había recorrido con tranquilidad en otras ocasiones. La zona de World Trade Center, por ejemplo, tiene un centro comercial con lugares muy interesantes para visitar. Por ejemplo, hay un centro de exhibición y venta de Oculus, los anteojos de realidad virtual que desde hace unos años son propiedad de Facebook. También encontrarán un Eataly, un supermercado dedicado a productos italianos, donde se puede comprar desde dulces hasta fiambres, y en donde podrán tomar café y tomar helado. Es más chico que el que está en la zona de Flatiron, pero de todas maneras está muy bien. 

Atardecer en New York
Atardecer en New York

Cerca del parque elevado Highline, del que hablamos en el programa dedicado a New York en 2016, Chelsea Market es otro lugar destacado de la ciudad. Se trata de un mercado completamente remodelado, y donde podrán encontrar muchos locales dedicados a la gastronomía y el café, además de panaderías y productos locales.

Una opción muy interesante para conocer en Manhattan es KoreaTown, que es como se conoce a la zona donde se ubica una buena cantidad de restaurantes y comercios coreanos. La parte central es la calle 32 entre Quinta y Broadway. La zona es muy transitada por la noche, y el horario con más personas cenando es entre las 7 y 8:30 de la noche. Muy temprano para el estándar argentino. Si van alrededor de las 9 ya es más fácil encontrar mesa. Muchos platos tradicionales de la cocina coreana, pero también van a encontrar muchos pequeños comercios de gastronomía que fusionan lo coreano con la cocina mexicana o del sur de Estados Unidos.

Uno de los puntos más interesantes del desarrollo turístico de Brooklyn tiene que ver con la consolidación de tours para recorrer las distintas zonas del barrio. Nosotros tuvimos la oportunidad de hacer el Street Art Tour, que llevamos a cabo  con la empresa Unplugged Tours, aunque hay otras opciones. Es un recorrido de dos horas, a pie, en un grupo de no más de 25 personas. El guía cuenta la historia del desarrollo del street art en Bushwick, una zona de Williamsburg, una de las zonas más importantes de Brooklyn. Artistas de todo el mundo llegan hasta allí para dejar sus obras en las paredes del barrio, junto al grupo local Bushwick Collective. El resultado es realmente impresionante; hay obras de excelente calidad, y el guía les contará además sobre los principales artistas de la zona y la concepción de la obra. El precio del tour es de 32 dólares. 

Graffiti & Street Art Walking Tour Brooklyn

Agradecemos las distintas invitaciones que tuvimos durante el año para realizar viajes, en particular a la Provincia de Tucumán, a la cadena hotelera Bahía Príncipe y a NYCGo, la institución de promoción de New York, que nos otorgó los pases New York City Explorer Pass para llevar a cabo varios recorridos por New York.

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