
- por Jorge Gobbi
Hora de la lista de compras. Ya de regreso del viaje por Samaná, República Dominicana, y que incluyó una escala más larga de lo planificado en Bogotá, lo primero que ordené fueron los productos que traje conmigo en la valija. Ya es un clásico lo de pasar por el supermercado en los viajes, tanto para comparar precios como para obtener algunos productos locales más masivos. Y ésta vez no fue la excepción. Mis debilidades de viaje siempre son los picantes y salsas, pero en cada destino agrego ítems puntuales.
Debido a la demora del vuelo original de Avianca hacia Santo Domingo, tuvimos una escala de 12 horas en Bogotá, así que nos quedamos en el hotel Tequendama. En la mañana temprano caminé algunas cuadras y me fui al supermercado Éxito a comprar algunas cosas.
La harina para arepas era una elección obvia. Ahora en Buenos Aires se consigue más fácil la harina de marca PAN, pero aproveché para traer dos variantes que no había visto: la integral y la dulce, de choclo. El precio, alrededor de 60 centavos de dólar el paquete de medio kilo. Los de kilo alrededor de un dólar. Y de paso, un picante local.

Y desde ya, café. En el supermercado compré café Juan Valdez Orgánico y Oma. Éste útimo estaba a muy buen precio, alrededor de 5 dólares el medoo kilo. Aún no lo probé.

Aunque la compra principal de café la hice en el aeropuerto, en el local de Xue. Hay mucha variedad de café muy bueno en Colombia -pude probarlo en Medellín en su momento- pero el de Xue está fácilmente disponible en el aeropuerto. El Borbón Rojo -8 dólares el cuarto kilo- es perfecto para Aeropress; es dulzón y tiene un final que recuerda al vino -en serio. El Geisha es uno de mis favoritos de siempre, pero es muy caro y apenas me atrevo con un cuarto kilo -28 dólares, aunque hay versiones especiales de más de 40 dólares. Es una de las variedades de café más ricas que conozco, tanto en espresso como en filtrado manual. Vale la pena el precio. Luego traje el Origen Espresso, que por 10 dólares el medio kilo es mejor y más barato que mucho café en grano en Buenos Aires.

Vamos a las compras en República Dominicana. Uno de los productos a traer era ron. La verdad es que prefiero las versiones añejadas detequila y mezcal antes que las tradicionales, y con el ron pasa lo mismo. Traje dos botellas pequeñas, de 350cm3, de las versiones añejas de Barceló y Brugal. El primero puede conseguirse en Buenos Aires, pero a un precio bastante caro. Sólo probé el Brugal, que es muy rico, con notas un tanto dulzonas comparadas con, por ejemplo, un mezcal reposado.

Y el café no podía faltar en la lista de compras. Medio kilo de Santo Domingo, el café más conocido de República Dominicana, en grano, por 5 dólares. Muy intenso por el tipo de tostado. Por ahora va bien en cafetera moka -las Bialetti, o sea- y en espresso.

El picante es el que más vi en los restaurantes es el Ranchero, pero por ahora no lo abrí, y como tengo varios aún en uso que traje de México, creo que recién lo voy a testear hacia fin de año.
Hasta aquí la lista de compras -al menos las mías. A la hora de los souvenires en República Dominicana, vi que en el caso de los turistas un clásico es la Mamajuana. El marketing del producto es simple: es un afrodisíaco. Es una combinación de hierbas que es completada con vino local, ron y miel. Por ello, las botellas suelen tener dentro sólo las hierbas, y las completan con el líquido cuando las compran.Se la puede volver a llenar hasta por 5 años con la misma combinación. No lo compré, pero las referencias que tuve fueron variadas; desde una especie de licor de hierbas a una bebida más bien dulzona.
Consulté en Twitter y resultó que mucha gente había comprado la mamajuana en su paso por República Dominicana.
Descubrimiento de hoy: la Mamajuana, una bebida local dominicana que cura de todo, pero ante todo es afrodisíaco #SamanaATB pic.twitter.com/1B7aOzOL9u
— Jorge Gobbi (@morrissey) August 25, 2017
Otro descubrimiento en el supermercado fue el el vino La Fuerza, el más tomado en República Dominicana. Es un vino muy dulce, tipo moscato, que puede venir hasta en envases de casi tres litros y medio. El packaging es un tanto retro, digamos. Este vino, por cierto, es el que se usa para la mamajuana.
Por cierto, y ya que estamos, no pude probar cervezas artesanales dominicanas. En los recorrimos que hicimos no encontré ninguna cervecería de ese tipo. La cerveza que está en todos lados es la Presidente, muy liviana y de la que pueden beber litros sin que noten demasiado el efecto. Como el clima es bastante caluroso, desde ya se sirve muy fría, casi helada.

Desde ya, si tienen sus productos favoritos de Colombia y República Dominicana a la hora de viajar y comprar, pueden sumarlos en los comentarios.
El noveno episodio del podcast Blog de Viajes Storytravelling lo dedicamos a repasar el tema de las compras en Bogotá y República Dominicana, más playa El Portillo. Pueden escucharlo debajo.