EE.UU., aviones, notebooks y datos: la historia completa de las nuevas medidas de seguridad (+podcast)

EE.UU., aviones, notebooks y datos: la historia completa de las nuevas medidas de seguridad (+podcast)

En los últimos meses Estados Unidos y la administración Trump han producido una larga serie de novedades sobre el turismo, que en general siempre siguen la misma lógica: el mercado de viajes queda subordinado siempre a las reglas de la seguridad interna de EE.UU.. En ese marco aparecen todas las medidas más importantes, como la prohibición del ingreso de ciudadanos de varias naciones mayoritariamente musulmanes; la prohibición de llevar grandes electrónicos en la cabina del avión en vuelos directos a Estados Unidos desde 10 aeropuertos, en su mayoría ubicados en Oriente Medio; y las nuevas exigencia de revisión de seguridad y de entrega de datos

Pero todo este proceso ha sido bastante extenso, así que esta entrada narra el proceso que llevó a estos cambios en los últimos meses. Voy a trabajar específicamete dos temas. Por un lado, el de las limitaciones en “grandes electrónicos” a bordo de los aviones, que culminó con el tema del pedido de mayor seguridad en las revisiones en aeropuertos, con medidos puntuales que van a entrar en vigencia en las próximas semanas. Luego, el tema del intercambio de datos, que es el más nuevo.

Para quienes prefieran escucharlo, hace unos días salió el podcast de Check In dedicado a este tema. Lo pueden escuchar debajo, o suscribirse al programa desde Apple Podcasts, Tune In, o usar este feed RSS.

Al principio fueron las notebooks

A principios de marzo de este año, una noticia corrió rápidamente por las redacciones de los medios y sitios Web, en particular los especializados en viajes: Estados Unidos prohibió llevar notebooks y “grandes electrónicos” en la cabina, cuando esos vuelos fueran directo a Estados Unidos y partieran de 10 aeropuertos ubicados mayoritariamente en Medio Oriente y África. La lista de aerolíneas alcanzadas tenía algunos nombres muy importantes, como Emirates, Qatar Airways, Turkish y Etihad. A esas empresas se le sumaban otras más pequeñas, como Royal Jordanian, Egypt Air, Saudi Arabian Airlines, Kuwait Airways y Royal Air Maroc. Las razones inicialmente no eran muy precisas, pero la justificación pasaba por la necesidad de lograr mayor seguridad y evitar atentados terroristas. Ninguna línea estadounidense fue alcanzada por la medida, en tanto ninguna realizaba rutas directas a esos países.

Recién esta semana la prohibición de llevar notebooks desde estos aeropuertos fue levantada, y las grandes aerolíneas alcanzadas por la medida ya pueden operar normalmente.

La prohibición de llevar equipos electrónicos de “grandes dimensiones” alcanzó a 56 rutas hacia Estados Unidos. Los equipos incluidos en las restricciones fueron las laptops, tablets, lectores de libros electrónicos, reproductores portátiles de DVD, y dispositivos de juegos portátiles. No alcanzó a teléfonos móviles o equipamiento médico.

Un punto clave del anuncio es que no se terminaba de comprender la diferencia entre llevar la notebook en cabina o en carga, ya que de ser un dispositivo peligroso lo sería en cualquier parte del avión. Y no eran pocos los que tenían bastante preocupación sobre todas las baterías de notebooks que comenzarían a acumularse en las bodegas de los aviones. Tampoco se aclaró cómo se habían seleccionado los aeropuertos inicialmente alcanzados por la medida.

Las medidas ponían en evidente desventaja competitiva a una serie de aerolíneas extranjeras que volaban a Estados Unidos y que competían con empresas de ese país. De hecho, esa fue de las primeras interpretaciones: ¿hasta donde las razones de seguridad no encubrían una iniciativa proteccionista?

Y para el turismo, el tema de fondo tenía que ver con un cambio en la política de Estados Unidos, donde el mercado de viajes que ha vuelto a quedar bajo las decisiones ligadas a la seguridad interior, como ya se vio durante la presidencia de George W. Bush. En aquellos años el ingreso de visitantes internacionales al país se estancó por varios años tras los atentados de 2001 en New York, y recién en los últimos cuatro años del gobierno de Obama el turismo extranjero volvió a crecer en todo el país, y ya no sólo en ciudades puntuales como New York.

Con el correr de las semanas comenzaron a aparecer una serie de rumores. Las autoridades estadounidenses afirmaron que estaban estudiando extender la prohibición primero a los vuelos directos entre Estados Unidos y Europa. Pero luego esa medida comenzó a ser considerada para todos los vuelos directos hacia Estados Unidos, Según las autoridades estadounidenses las posibilidades de que grupos terroristas usaran los equipos electrónicos para cometer atentados era muy alta. Pero de todos modos los “grandes electrónicos” se podrían llevar en carga.

En ese punto, comenzó a aparecer la preocupación generalizada de otro tipo de actores del mercado; en este caso, los viajeros corporativos.

Avión

¿Ahora les toca a todos?

¿Cuáles podían ser las consecuencias de extender la prohibición de las notebooks y grandes electrónicos a todos los vuelos hacia Estados Unidos, la principal potencia económica mundial? En primer lugar, causar mayores demoras en las revisiones de seguridad. Ya lo habrán vivido en los aeropuertos donde hay controles más estrictos y y te obligan a poner la notebook y otros electrónicos aparte del resto de las cosas: siempre se tarda más, porque muchos pasajeros olvidan sacar alguna cosa del bolso o mochila, como un pequeño electrónico, o la misma notebook.

Pero también iba a causar problemas a los viajeros corporativos. Separarse de su notebook, donde pueden estar almacenados documentos confidenciales de sus empresas, para despacharla a carga simplemente puede no ser aceptable para la política de seguridad corporativa de una compañía. Frente a ello, es muy probable que muchos viajeros corporativos deban dejar su laptop en casa. O simplemente ya no viajen. Lo que tendría, claro, un impacto importante en las finanzas de las aerolíneas, ya que se trata de los pasajeros más rentables y que pagan los pasajes más caros, generalmente en primera o business.

Para los pasajeros no corporativos, los problemas eran otros. Para muchos de nosotros, enviar la notebook a carga no es una opción, debido a que en el proceso de despacho en el aeropuerto no es nada raro que las valijas sean abiertas y puedan faltar elementos dentro de ellas. De hecho, difícilmente un pasajero de avión envíe desde un aeropuerto latinoamericano su notebook en carga, porque sabe que probablemente no llegue a destino.

Pero por ahora no le toca a nadie (pero exigen más seguridad)

Pero con el correr de los días las noticias comenzaron a mostrar a las autoridades estadounidenses más cautelosas. Los problemas que ocasionarían a las compañías aéreas, y sobre todo a sus propias aerolíneas, seguramente tuvo que ver con las decisiones posteriores. Lo que se supo fue que directamente exigirían, de manera progresiva, que los aeropuertos desde donde salían vuelos directos hacia Estados Unidos implementen una serie de medidas de seguridad, como un escaneo más completo de equipajes, en particular de grandes electrónicos. Y los plazos de aplicación de estos cambios serían muy breves; deben estar implementados en apenas semanas.

¿Dónde debería mejorar la revisión de equipajes para detectar posibles? Por ejemplo, en encontrar explosivos camuflados en electrónicos o en líquidos.

En el caso de Argentina, en una reciente conferencia de prensa, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell’Acqua, afirmó que los nuevos escáneres ya estaban comprados y se instalarían muy pronto. Las nuevas medidas de seguridad recién comenzarían a ser notadas por los pasajeros hacia fin de julio.

Junto con estas medidas de seguridad en el escaneo de equipajes, habrá más exigencia por parte de Estados Unidos en cuanto al intercambio de información sobre los pasajeros que lleguen en vuelos a Estados Unidos.

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