Lo habran visto: ya desde hace un tiempo varias redes sociales y servicios Web te “recuerdan” imágenes que publicaste hace unos, dos o cinco años. Lo hace Facebook, por ejemplo. Pero también tienen funcionalidades similares Google Photos y Amazon Premium Photos. Muchas veces esas imágenes corresponden a viajes. A un buen número de usuarios realmente esas publicaciones les parecen interesantes, porque vuelven a compartirlas en el muro de Facebook, por ejemplo. Desde ya, ese es el sentido que busca darle esta red: estimular a que tengamos más actividad en el muro.
Pero ese tipo de funcionalidad de redes sociales y servicios Web atacan uno de los problemas de la fotografía digital: que pierde relevancia como espacio de la memoria, al menos para el tema viajes. A diferencia de los álbumes de la era analógica, las fotos digitales son sobre todo una ilustración del tiempo real, útiles para compartir en las redes sociales y otros espacios de publicación. A veces es hasta complicado recuperarlas, salvo que tengamos un poco de orden y organicemos las imágenes a la vuelta de cada viaje. Y si sacamos muchas fotos, el espacio de almacenamiento comienza a ser un tema.
Al traer de nuevo esas imágenes a nuestro día a día, esas imágenes digitales adquieren otro significado, relacionado con recordar momentos relacionados, por ejemplo, con los viajes. Hay algo ligado con el factor sorpresa; no esperábamos revisar esas fotos en ese momento, algo que ya marca una diferencia importante con el acto de revisar un álbum de fotos. Y, claro, ese acto en principio privado se puede transformar en público con apenas seleccionar la opción de compartir. La fugacidad de lo digital, orientado a compartir más bien tiempor real, se puede contrarrestar un poco.
Lo que puede renacer es el interés por hablar de un lugar o destino que ya no ocupaba, hace tiempo, lugar en nuestra memoria. En cierta medida, al ganar visibilidad en nuestro muro en las redes sociales puede vover a ser parte de nuestra agenda de conversaciones de ese día.
La entrada está inspirada en “Instagram and Facebook are ruining our fond memories of vacations“, publicada en Quartz. A pesar del título poco afortunado, el texto trabaja temas interesantes en la relación entre foto y memoria.