Entrada de cierre para el viaje que hicimos algunas semanas atrás en el Crucero Australis. Ya contamos todo el trayecto en las entradas anteriores (los enlaces al final de la entrada), así que marquemos algunos temas que quedaron sin contar.
En primer lugar, la gastronomía. Al mediodía hay buffet, y por las noches se piden platos de un menú con dos a tres opciones -el mozo te pregunta al mediodía, así que por la noche los platos salen rápido. Al menos en lo personal, lo que más me gustó fue el buffet del mediodía, muy completo. Había opciones frías, como cebiche, jamón crudo, ostión al limón, choros con pimientos, ensaladas de verduras y de salmón ahumado, entre algunas opciones. Y entre los platos calientes, carne de vacuno al jugo, chupe de centolla, pescado frío y pastel de choclo, por citar algunos platos. Hay algunas islas donde hay personal de cocina que sirve más opciones, como cordero y salmón. No les recomendaría comer demasiado si no están acostumbrados al movimiento del barco -y porque además hay que bajar a las excursiones- pero hay suficiente como para salir muy satisfecho.
La comida de las noches tuvo sus mejores platos en los pescados, que en general me parecieron muy recomendables. Las entradas incluían platos como centolla fresca con crema de palta, Y los platos principales, a elección, eran spaghetti a la putanesca, filete de vacuno a la parrilla con salsa de callampas o con teriyaki, ensalada verde con pepinos, tomates y salmón ahumado, entre las opciones disponibles. En lo personal, me gustaron más los pescados que las carnes rojas, pero es cuestión de gusto.
Desayunos, muy en el estilo de los hoteles, no van a extrañar los huevos revueltos, el tocino frito (panceta, en Argentina), y las salchichas, más productos lácteos como yogures y quesos. Más: fiambres, tortas, mermeladas, y la lista sigue. La verdad que las fotos no le hacen justicia.
Para los interesados en el tema, el consumo de bebidas alcohólicas está incluido con el pasaje. El bar, que realmente es muy lindo, está abierto hasta las 12 de la noche. Hay cervezas, en particular la Austral de Punta Arenas, más vinos y cócteles. Excelente lugar donde ir a charlar antes o después de la cena. Hay karaoke la segunda noche del viaje. La tercera y última noche se organiza una subasta de la carta de navegación, y hay un discurso despedida del capitán.
Las excursiones, por cierto, están incluidas con el pasaje. En lo único que pueden gastar dinero dentro del barco es el pequeño comercio donde se venden recuerdos del barco y diversos elementos, como gorros y guantes, que son muy útiles en el clima frío de la región.
Tema ropa: la zona que recorre el crucero es muy fría y húmeda, por el que se recomienda ropa impermeable (al menos pantalón y campera). Sobre todo cuando aborden los botes de expedición, que suelen estar mojados, o pueden tener que navegar bajo la nieve. En el barco hay botas disponibles, pero deben solicitarlas la primera mañana para conseguir su talle sin problemas.
Sobre esta ruta específica del crucero, que se denomina Fin del Mundo, pueden chequear la página Web de Australis.
Las entradas sobre el Crucero:
Ushuaia y un viaje hacia Cabo de Hornos, día 1
Ushuaia, Crucero Australis y un viaje al Cabo de Hornos, día 2
Crucero Australis 3: Glaciar Pía y la Avenida de los Glaciares
Crucero Australis 4: Cabo de Hornos y Bahía Wulaia
El viaje fue posible por la invitación de LAN Argentina, Crucero Australis y Hotel Los Cauquenes.