Wearables y dispositivos móviles: sobre exactitud y comodidad de uso

Wearables y dispositivos móviles: sobre exactitud y comodidad de uso

Ayer apareció en varios medios de noticias sobre tecnología un informe que mostraba que, a la hora de la exactitud en cuando a medir nuestra actividad física diaria, un iPhone era tan confiable como cualquier dispositivo del tipo wearable. O sea, que usar un tracker del tipo Fitbit o Jawbone en la muñeca no difiere demasiado, a la hora de cuantificar el esfuerzo, que cargar con nosotros un teléfono. Pero el problema de estas notas es que pierden de vista el punto central de porqué se usa un dispositivo wearable: que permiten seguir nuestra actividad física en segundo plano, sin obligarnos a recordar que hay que poner en marcha un dispositivo.

Cuando se usa una pulsera como las FitBit o Jawbone, todo lo que hay que hacer es colocarla en la muñeca, cargar el dispositivo cada cierta cantidad de días, sincronizarlo con el teléfono y listo. De esa manera, siguen nuestra actividad física en segundo plano, sin que tengamos que estar demasiado atentos a ver si funciona o no. De hecho, dispositivos como el FitBit -que, en particular, es el que uso- no tienen ningún botón u opción en la pulsera. Son simples al extremo. Cualquier configuración, como alarmas y objetivos diarios de actividad, hay que hacerla desde la aplicación en el teléfono. Tanta simplicidad se orienta a medir pasos y distancias. Ni siquiera tiene GPS, algo que limita bastante su utilidad para los viajes. Me encantaría que pudiera crear mapas de recorridos por las ciudades que visito, pero en ese caso seguramente la batería se agotaría rápidamente. En todo caso, si interesan mucho los recorridos en ese caso pueden comprar un GPS dedicado, o utilizar el teléfono. Eso sí, en el segundo caso la batería se va a agotar muy rápido. En todo caso, la discusión más relevante para los usuarios es si vale la pena comprar un dispositivo dedicado para su actividad física, o si se las pueden arreglar con el teléfono.

Si van a usar un teléfono para medir la actividad física, tendrán que recordar varias cosas. En primer lugar, poner en marcha la aplicación que van a utilizar. Dos, tener la batería cargada por completo, o llevar con ustedes un cargador portátil -no suena muy cómodo para salir a caminar o correr. Tres, en ciudades como Buenos Aires, que tienen un servicio de 3G bastante malo, no quedarse sin señal. Muy probablemente más de una vez tengan algún problema para finalmente tener todo en marcha.

Usar un dispositivo wearable es un tema de comodidad y simplicidad. Simplemente funcionan en segundo plano. La exactitud es, desde ya, un punto clave, pero es uno de los temas a considerar, no el único. Veremos si el crecimiento que están experimentando los nuevos relojes (los llamados smartwatch) que se están lanzando al mercado cambian un poco el panorama. Al menos en el caso del Pebble, que es el que uso, no hay problemas con la batería, pero hay que recordar poner en marcha el podómetro -y tampoco hay GPS en el caso del Pebble. Los modelos con Android -y los próximos a salir, los Apple Watch- si traen GPS, aplicaciones y muchas más cosas, pero hay que cargarlos todos los días, como los teléfonos -ok, tal vez haya que cargarlos más de una vez al día. Y tampoco sabremos que tan exitosos y duraderos serán en el mercado.

Si alguien ya usó algún smartwatch para medir actividad física y quiere contar su experiencia, adelante. Sobre el tema del estudio comparativo entre teléfonos y wearables, pueden chequear Engadget.

8 comentarios en «Wearables y dispositivos móviles: sobre exactitud y comodidad de uso»

  1. No sé, yo tengo un iPhone 6 y sin abrir ninguna aplicación mide los pasos que doy cada día, la distancia que recorro y los pisos que subo. La batería no se descarga pues usa un chip dedicado y no importa la cobertura de datos pues contabiliza todo eso incluso en modo avión.
    No digo que sea más cómodo para salira a correr que un dispositivo de pulsera, pero los argumentos de este post hacen agua por todas partes.

    1. A ver Juanitus. El FitBit lo cargo una vez por semana. ¿Cuántas veces por semana cargás el iPhone? ¿Saldrías a correr todos los días con un iPhone 6 en, digamos, el bolsillo? ¿Los bolsillos tendrían que ser bastante grandes, no? No tengo un iPhone 6 y no pude testear todo eso, pero me parece que se puede marcar las diferencias sin tener esa actitud tan agresiva de “hace agua por todas partes”. Digo, porque después nos quejamos de que la sociedad es violenta, pero a la primera de cambio marcamos nuestras diferencias atacando al otro, como estás haciendo vos.

      1. Hola, siento que te hayas sentido atacado, no era mi intención y, la verdad, tampoco creo haber sido agresivo o cuando menos me concederás que he sido tan agresivo como tú susceptible. Leo tu blog regularmente y me gusta bastante. Bien, lo que comentaba (y así me sigue pareciendo) es que el post estaba mal orientado. Leí ayer en varios medios el informe sobre los wearables y creo que lo que venía a decir (al menos así lo interpretaban las fuentes que yo leí) no era que se tratara de aparatos superfluos, pero a la vez, remarcaba que no eran más precisos que los móviles (en las fuentes que yo leí, no se mencionaba exclusivamente el iphone). En tu post, en cambio, sales a defender a los wereables explicando las desventajas del smartphone “Si van a usar un teléfono para medir la actividad física, tendrán que recordar varias cosas. En primer lugar, poner en marcha la aplicación que van a utilizar. Dos, tener la batería cargada por completo, o llevar con ustedes un cargador portátil -no suena muy cómodo para salir a caminar o correr…” En castellano de España cuando alguien hace afirmaciones así que no son ciertas, se dice que lo que está expresando hace aguas. O sea, si tú hubieras dicho que a pesar del informe, te parece que para correr es mucho más cómodo el Fitbit pues no habría tenido nada que objetar (lo de la batería que me comentas ya menos, cargo el iphone cada dos días, pero lo hago independientemente de si tengo o no un aparato para trazar mis actividades). Pero es que hay más, mucha gente usa estos aparatos para trazar su actividad cotidiana diaria, no para salir a correr. Y en este caso, concordarás conmigo que el trazador sería superfluo si resulta que tu teléfono hace lo mismo igual de bien y siempre lo llevas encima (yo lo llevo siempre encima, me lo quito solo para dormir y me consta que no soy el único).
        Vamos, que sigo pensando lo mismo que dije antes, que el post no tiene mucho sentido tal y como lo has planteado. Si te molesta, lo siento, pero supongo que se pueden tener diferentes puntos de vista. Yo no uso este tipo de aparatos porque nunca he sentido la necesidad de hacerlo, he mirado mis datos en el iPhone si y no tres veces, pero tal vez si corriera lo usaría (el fitbit) o si además de estas cosas hiciera otras que no hace mi teléfono y que me pueden interesar (trazar el sueño, por ejemplo), pero no se me ocurriría plantear ventajas por comparación con otros aparatos poniendo como ejemplo cosas que no son verdad (repito, ni enciendes una aplicación, ni gastas batería ni dependen de la conexión); diría que me parece mejor el wearable porque hace cosas que no hace un móvil o porque para correr es más cómodo (y también habría debate, mi mujer corre con su iPhone para escuchar música pegado con una funda a su cadera y no lo encuentra incómodo). Para terminar este largo comentario, ni siquiera sé si los datos del informe son ciertos, como dicen más abajo igual son más exactos con el Fitbit o similares, pero no era eso de lo que yo hablaba, no me he posicionado a favor o en contra de un aparato u otro. Y bueno, te repito que si te has sentido atacado o agredido lo siento, pues no era esa mi intención, quería simplemente participar en un debate sobre el tema. Gracias por la atención y un saludo.

        1. A lo que voy es que justamente yo quería sacar el tema de la “exactitud”, porque no pasaba por ahí lo que quería marcar. Entiendo la objeción con respecto al iPhone 6. Creo que, en todo caso, una objeción razonable es que esto no se aplica al iPhone 6, pero si al resto de los teléfonos (incluso el resto de los teléfonos Apple con iOS 8, ya que no tienen chip dedicado para movimiento). Me sigue pareciendo más cómodo salir con una pulsera que con un teléfono. Y creo que el “segundo plano” va más allá de la funcionalidad técnica. Sigo creyendo que la simplicidad de Fitbit (hace bien sólo una cosa, no hay preocuparse por él más que una vez a la semana para cargarlo, se sincroniza de manera automática en segundo plano) es interesante, y en ese punto los teléfonos (incluso el iPhone 6) no compiten. Obviamente, el iPhone permite hacer muchas más cosas, como trazar actividades, armar mapas, etc, pero que es parte de sus muchas funcionalidades, que van más allá de medir actividad física puntual. En todo caso, creo que estás en desacuerdo parcialmente con lo planteado (el segundo plano) pero no en la simplicidad, comodidad y consumo de batería. Mis argumentos son muy mejorables, pero, en castellano de España, es raro plantear que un argumento sobre el que se tienen objeciones parciales (y no totales) “hace agua”.

          1. No, Jorge, te equivocas, no estoy de acuerdo parcialmente con lo que dices; no estoy ni de acuerdo ni en desacuerdo, simplemente no tengo una opinión al respecto; no tengo un trazador y por tanto no sé cómo será de cómodo o de incómodo. Lo que te decía es que si tus argumentos fueran que es más cómodo llevar una pulsera que un teléfono o que la pulsera obtiene datos que no obtiene el teléfono sin recurrir a aplicaciones de terceros, tal vez maquinosas, pues no pensaría que el post hace aguas. Hacer aguas, te repito, no es algo agresivo ni fuera de lugar, por lo menos en España (y señalo geográficamente porque muchas veces se producen desencuentros lingüístico-culturales entre las dos orillas). Hace referencia al barco que se hunde, claro, y se utiliza como sinónimo de fracasar, de no tener éxito, de no ser efectivo. Una empresa hace aguas, un matrimonio, la vida de uno, un argumento… Cuando usamos la expresión queremos significar que algo no funciona. Tu post no funciona porque la línea de flotación (tu opinión, muy respetable, faltaría más) se basa en supuestos que son inexactos, son agujeros en tu barco/post. Si tú me dices que prefieres el tiempo más cálido de Suecia al de España porque España está muy al norte y eso provoca constantes lluvias y frío, tu opinión será muy respetable, pero hará aguas por todas partes, porque no es cierto que España esté al norte (o no más al norte que Suecia). Si tú me dices que prefieres el tiempo de Suecia, tu opinión no hace aguas. Es perfectamente válida.
            En el tema que estamos debatiendo, tu basas la comodidad de la pulsera en “su” comodidad frente al teléfono y profundizas en las “supuestas” incomodidades del teléfono para argumentarlo. Es tú párrafo central, en negrito y numerado. Solo que las tres observaciones que haces no son correctas. Por eso tu argumentación hace aguas.
            Vale, puedo entender que no te refieras al iPhone (aunque en tu artículo así lo mencionas explícitamente; he sido yo quien ha añadido que el informe no se refiere al iPhone sino a cualquier smartphone) y que has usado esa palabra como la parte por el todo, pero en ese caso incluso, deberías haber especificado que sí hay teléfonos que no tienen esos inconvenientes (no es solo el iPhone 6, también el 5S tiene sensor de movimiento dedicado, no sé cuál es la situación con otros los teléfonos).
            Soy una persona educada y respetuosa, nunca me meto con nadie y tiendo a aceptar las opiniones de los demás, cambiando muchas veces la propia cuando las argumentaciones me convencen. No soy rígido y mucho menos intolerante. Y desde luego no soy un troll. Como te comentaba, me gusta mucho tu blog, al que llegué buscando textos para mi trabajo (soy lingüista) y al que me he aficionado por su contenido (me encanta viajar), así que lo último que se me podría ocurrir es atacarte.
            Me interesa mucho el tema que has tratado, porque llevo tiempo pensando si comprar una pulsera o no. Hay mucho escrito al respecto, pero suelen ser blogs de tecnología en los que las opiniones muchas veces son sesgadas. Por este motivo he entrado a debatir. Y no te creas, gracias a este debate tengo algunas cosas más claras. Por ejemplo, que si decidiera comprar un trazador, este tendría que ofrecerme algo que no me ofrezca el móvil (te comentaba lo del sueño porque me llena de curiosidad, pero hay otras cosas), ya que me he dado cuenta de que para mí no sería más cómodo el dispositivo dedicado (lo siento, es así, no me gusta llevar pulsera ni reloj ni nada en la muñeca; tampoco me gusta demasiado llevar un móvil en el bolsillo, pero no sabría/podría renunciar). Pero ojo, para mí. Yo no corro, escalo, y en la escalada necesito controlar tiempos de recuperación y esas cosas. Tal vez un smartwatch sea la solución, veremos. Ahora bien, si una persona opina que para él es más cómodo una pulsera que un móvil cuando corre o en general para trazar su vida, esto entra ya dentro del capítulo de las opiniones y por tanto, me parece algo completamente merecedor de respeto. Siento no haber conseguido lo que pretendía entrando a debatir que no era otra cosa que intentar que te replantearas tus argumentos (que no tus opiniones). Espero no haberte molestado demasiado con estos comentarios eternos y te saludo con simpatía y sin acritud.

          2. El argumento que yo buscaba marcar es que no creo que la exactitud sea el único motivo a considerar. Por eso marcaba el tema de la comodidad (tanto de llevarla como de la batería y la simplicidad de uso, que no veo desmentido en ningún lado). El tema del segundo plano si habría que replantearlo, pero me faltan más elementos para ver las diferencias. El resto, aclarado.

  2. Hola, yo tengo un Fitbit y un iPhone 6. Y no dan los mismos resultados, el iPhone siempre indica más. Este tipo de diferencias se da también con el Galaxy S5 y el reloj Gear, en este caso agravado porque ambos son Samsung. En mi experiencia, el Fitbit es confiable, por lo cual creo que el iPhone no lo es tanto. Además, y no es un detalle menor, yo llego a mi casa y dejo el iPhone en la mesa, mientras que el Fitbit continuo usándolo. Y así en el trabajo, etc.
    Saludos

    1. No puedo decir nada del iPhone 6. A veces cuento pasos con una aplicación de Pebble (Steps) y otras con un GPS. Y por lo general el Fitbit es el que me da datos más completos. Ni que decir que el Fitbit se lo puede usar hasta cuando nos bañamos. Otra cosa que me gusta del FitBit son las alarmas silenciosas, no molestás a los demás incluso cuando hay que levantarse a las 5AM.

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