Crowdfunding y viajes: sobre financiación, sueños y productos

Crowdfunding y viajes: sobre financiación, sueños y productos

El tema del financiamiento de viajes vía crowdfunding -esto es, al solicitar dinero a través de plataformas de Internet para llevar a cabo un proyecto- no es nada nuevo. Ya tiene un largo tiempo de recorrido, a medida que un número bastante elevado de personas han solicitado fondos para concretar determinadas iniciativas. Se pueden rastrear proyectos ya desde 2009 en adelante. El tema está tan extendido que incluso ya existen sitios que se dedican exclusivamente al crowdfounding para viajes, como Trevolta. Desde ya, hay otras alternativas que son muy usadas, aunque financien todo tipo de proyectos, como pueden ser Kickstarter, Indiegogo y GoFundMe. Para el mercado en español la iniciativa más conocida es Idea.Me.

Cuando dedicamos un tiempo a mirar que tipo de proyectos logran alcanzar un financiamiento aceptable, encontramos una serie de características interesantes. En primer lugar, son historias muy interesantes, que involucran el viaje, pero que tienen como fin otra cosa: curar una enfermedad, salvar animales, concretar el sueño de una persona que carece por completo de las condiciones financieras para llevarlo a cabo, etc. En segundo lugar, suelen ser propuestas donde queda claro el compromiso, esfuerzo y dedicación de quienes solicitan el dinero.

Un ejemplo interesante de esto se da en Trevolta, donde un proyecto destinado a concretar el traslado de rinocerontes a lugares más seguros de Botswana lleva recaudados más de 200 mil dólares. Pero ese proyecto muestra una cuidadosa planificación, que deja en claro que antes de salir a solicitar fondos pensaron en como atraer donantes. Entre todos los que aporten dinero -no importa cuánto- habrá una serie de sorteos, y los productos que se ofrecen para cada uno de los tipos de donantes no están nada mal.

Crowdfounding y viajes
Crowdfounding y viajes

Pero el proyecto sobre rinocerontes es casi una excepción en Trevolta. La gran mayoría de iniciativas recaudan relativamente poco, o al menos bastante por debajo del monto que están solicitando. Pero aquellos que tienen proyectos en donde el viaje es el medio -por ejemplo, viajar a la India para para construir un tuk tuk / mototaxi solar- y donde hay una buena historia tienen ciertas posibilidades de reunir dinero. Pero cuando el producto es el viaje en sí -“me dan dinero y yo les cuento lo que veo en un blog / libro”- las iniciativas no parecen tener tanto gancho.

Entonces: un proyecto de crowdfunding implica una serie de características que bien se pueden encontrar en los videos de productos de tecnología que salen a buscar fondos. Primero, una buena historia, que deja en claro como ese producto es parte de un enorme esfuerzo de un grupo de personas, además de un sueño. Dos, dejar en claro cuáles serán los beneficios de lograr sacar ese producto al mercado. Tres, implica pensar de manera cuidadosa que recibirán los donantes de acuerdo al volumen de dinero que donen.

Cuando decimos “una buena historia” implica no sólo pensar en el contenido de esa historia. Más bien, tiene que ver con plantear desde donde se pide ese dinero para financiar un viaje. Por ejemplo, y para volver a los videos de productos tecnológicos que piden dinero vía crowdfunding, siempre se marca el esfuerzo que realizó una persona o grupo de personas para llevar a cabo un prototipo que es distinto a otros productos. Si al momento de pedir dinero quien lee la propuesta no percibe la dedicación, la originalidad, las ganas de construir un producto diferente, entonces difícilmente el proyecto sea viable.

Por cierto: todos los ejemplos que encontré con recaudaciones de montos más bien altos -100 mil o más dólares- apuntaron siempre al mercado de países desarrollados, y en inglés. Si chequean en lugares como Idea.me, que apuntan al mercado en español, verán que los montos solicitados suelen ser mucho menores que en Kickstarter u otros lugares. Así que uno de los temas a considerar es bastante simple: tengan en cuenta que si los potenciales donantes perciben que el monto pedido es muy alto, pueden optar por no considerar la iniciativa.

Con el paso del tiempo, las iniciativas que consigan dinero vía crowdfounding van a tener que ser crecientemente originales. Si se pide dinero para hacer un libro, documental o sitio Web, habrá que pensar con cuidado que involucrará la historia. Y que muchos proyectos que han recaudado cifras importantes tienen al viaje como un medio para construir cosas, y no como el producto principal.

Si quieren leer más sobre el tema, una nota reciente sobre el uso de crowdfunding para financiar viajes y lunas de miel se puede encontrar en The Wall Street Journal. Un producto que mezcla crowdfounding con financiación de viajes específicos, y más orientados a quienes quieren ofrecer recorridos específicos, se puede chequear en Kicktraveler.

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