Los hoteles cápsula son uno de los productos japoneses que más han llamado la atención, al menos en el mercado del turismo. Pensados originalmente para trabajadores que perdían los últimos servicios de los transportes urbanos, luego se extendieron hacia los viajeros de menor presupuesto e incluso personas que no podían pagar los altos alquileres que se cobran en las ciudades japonesas. Pero ahora el concepto ha llegado hasta los viajeros internacionales, porque la compañía japonesa Nine Hours abrió el primer hotel cápsula en el el aeropuerto internacional de Narita, en Tokio.
Para quienes no conocen el concepto, una habitación de un hotel cápsula es básicamente un espacio que tan sólo alcanza para dormir. Tienen dos metros de largo, por uno de ancho y uno de alto. Si quieren dormir una hora en el hotel que se encuentra en Narita, cuestan 14,50 dólares; si se quedan toda la noche, casi 38 dólares. Hay lockers donde guardar las cosas, acceso a duchas y conexión WiFi.
Si bien el concepto de hotel cápsula es originalmente japonés, hay otros aeropuertos que hace tiempo cuentan con cabinas, espacios un poco más amplios que las cápsulas, donde se puede descansar o dormir un tiempo si tienen varias horas de conexión. Por ejemplo, la cadena Yotel tiene cabinas en Gatwick y Heathrow, en Londres, y en Schiphol, Holanda. También hay en el aeropuerto de Munich, Alemania. Sin embargo, los costos de estas cabinas son más elevados que el caso de los hoteles cápsula de Nine Hours en Tokio.
Más sobre el tema en The Economist. La foto que abre la entrada fue tomada por Travis Rigel Lukas Hornung y publicada en Flickr bajo licencia Creative Commons Attributions.
No sé si sería capaz de dormir en un espacio tan reducido. Debe ser asfixiante. Tal vez para unas horas de escala entre vuelos, pero no para una noche entera…
Saludos! :)
Prometo dormir en uno de esos cuando vaya a Tokio y por supuesto contar las sensaciones. Qué loco es el mundo.
Abrazo!
Parece nichos de cementerio, pero llegado el caso, antes que estar incómodo en una silla de sala de espera, y con el cansancio de estar comprimido muchas horas en una estrecha butaca de avión…creo que aceptaría estirarme un poco en una cama de esas