- por Jorge Gobbi
“Hasta las sociedades más tradicionales, fieles a sus antepasados, se encuentran con acontecimientos que sus respectivos autorretratos narrativos no pueden asimilar, y que son expulsados como si nunca hubieran existido. Igualmente, las sociedades más educadas, sofisticadas, tecnológicas y, por así decirlo, más archivadas, pueden practicar el mismo truco; hasta que años después, décadas o incluso generaciones o siglos más tarde, la historia nos toma por el cuello”.
La cita está tomada de El basurero de la historia, la compilación de artículos de Greil Marcus, que recientemente fue editada en español en Argentina. Se trata de una selección de textos despareja pero muy interesante, en donde Marcus combina artículos que reflexionan las sobre las relaciones entre historia, narración y poder en múltiples ámbitos. Desde el cine a la música, por ejemplo, con escalas en los medios y el discurso político. Algo que ya conocíamos los lectores de Lipstick Traces, editado en español como Rastros de Carmín por la editorial Anagrama. En aquella ocasión, se trataba de un abordaje de las conexiones subterráneas entre las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX, el situacionismo y el punk rock. Un libro maravilloso para leer, más allá que Marcus falle en redondear esas “conexiones subterráneas”. Pero en ambos libros puede encontrarse el interés de Marcus por la historia y las estrategias del poder por escribir (y reescribir) el pasado y presente.
“Toda sociedad encontrará sus modos de silenciar sus propias historias; de convertir el sobrio testimonio en el griterío de un loco, de mezclar la verdad y la mentira hasta que, para el agrado de muchos, ni siquiera un investigador o un místico sea capaz de distinguir una de otra. Pero pasado el tiempo, tarde o temprano, todo fracasa”.
Referencia
Greil Marcus (2012) El basurero de la historia. Buenos Aires, Paidos. Originalmente editado en inglés en 2005. 108 pesos argentinos.