Uno de los puntos más importantes del crecimiento de los blogs, los sitios de críticas de productos turísticos y las redes sociales fue el de ampliar la cantidad de emisores en el mercado de viajes. De una serie bastante acotada de medios, pasamos a un escenario donde millones de usuarios podían opinar, recomendar y escribir sobre sus experiencias de viaje. En un principio, la industria recibió muy mal estos cambios. Algunos estaban más preocupados en enviar cartas documento que en pensar en la justicia de las críticas; otros se burlaban de los blogs y las redes sociales y las consideraban poco importante.
Pasaron varios años, y las burlas y las cartas documento dieron paso a otro escenario, en donde ya quedó claro que los medios sociales son relevantes. En esa instancia, lo que hemos visto en el último año es como el mercado turístico ha vuelto a tomar la iniciativa. La Red le sirve a los usuarios para escribir y opinar sobre los viajes. Pero a la industria le sirve para algo más: para dar cuenta de las tendencias sobre destinos; para conocer a los usuarios relevantes; para reorganizar el esquema de marketing y promoción de lugares. No todos han cambiado, claro. Hay una parte de la industria que se resiste, cada vez menos, a esos cambios. Pero, si miramos atrás, vamos a ver que con respecto a 2000 ó 2001 mucho se ha modificado.
Para plantearlo en términos engañosamente simples: el mismo espacio que le dio libertad a los usuarios para opinar es el que hoy la industria puede usar para seguir en tiempo real los gustos de los usuarios. Un espacio donde casi todo puede medirse, ser puesto en gráfico, funcionar como input para armar una estrategia de marketing.
Soy bastante reacio a la idea de plantear las cosas como “buenas” y “malas”. Pero los escenarios cambian, y el lugar de los medios y los discursos también. No se trata de ser bueno o malo, se trata, en todo caso, de no ser inocente. De conocer el lugar que ocupan nuestros discursos. De entender que el espacio de los medios sociales hace rato que rebasó el simple interés de los usuarios; hoy se articula crecientemente con las necesidades y estrategias de las empresas. En ese espacio nos tocará hablar y escribir en el futuro, así que habrá que tener en cuenta que la Red ha cambiado ahora que nuestras publicaciones despiertan otro tipo de interés.
Entiendo que es sumamente complejo
la apertura a opiniones de productos turísticos, dado que en materia de
servicios es muy probable que las opiniones se dirijan directamente a las
críticas y pocas veces a resaltar los puntos positivos. esto suele redundar en
perjuicios más que en ofrecer una fotografía clara de la realidad. Lo que no
quieta lo interesante de esta propuesta que permite contar con una abanico de
puntos de vista sobre un mismo producto. Saludos desde Mar
del Plata