En la relación entre deporte y turismo, uno de los eventos más relevantes del año en Argentina es el clásico entre Boca y River. El partido tiene su fama mundial, como queda claro en la nota que en su momento publicó The Observer. Pero ese negocio corre riesgo, ya que River está muy cerca de descender a la segunda división. Sé que a muchos hinchas de Boca este tema les causa mucha gracia, pero el descenso de su principal rival dejaría a su club sin un negocio que venía creciendo en los últimos años, y que era el principal atractivo de un emprendimiento comercial propio de Boca.
Ya en 2009, Boca había vendido 300 entradas a 400 dólares cada una, en un paquete destinado a turistas extranjeros, y que incluía traslados a la cancha. El club se había hecho cargo de la comercialización de esas entradas, que por largo tiempo fueron vendidas por terceras empresas. En el último clásico, Boca vendía, a través de su servicio Boca Experience, los paquetes a 500 dólares cada uno. El resto de los partidos que jugaba Boca en su cancha tenían tickets que costaban de 150 dólares a 200 dólares, de acuerdo al rival.
En 2004, un servicio similar para ver a Boca-River se comercializaba a 54 dólares, aunque es cierto que eran otros tiempos en la economía argentina y los precios locales, medidos en dólares, eran bastante menores a los actuales.
El desarrollo del turismo en relación a eventos deportivos no se limita, en el caso del fútbol, a partidos entre Boca y River. Se extiende a todo tipo de encuentros donde participen equipos grandes, y en diferentes canchas, pero los valores de los paquetes son bastante menores.
La foto que abre la entrada fue tomada por senatoradam, y publicada en Flickr bajo licencia Creative Commons Attribution.
En mayo fui a ver New York Mets vs. NY Yankees, el clásico de la ciudad. El ticket me costó U$30 (anticipado, comprado en yankees.com). Estadio al 100%, saqué fotos con mi reflex sin problemas, el subte 10 puntos… que Boca venda a U$500 el paquete es una estafa.