Instagram y los usos de las plataformas de publicación

Buenos Aires Daily Life

Pocas frases son tan citables en Internet como la afirmación de Marshall McLuhan: “En nombre del progreso, nuestra cultura oficial está forzando a los nuevos medios a hacer la tarea de los viejos”. La cita viene al caso de Instagram (si no saben lo que es, primero chequeen en este enlace) y algunas de las críticas que recibe sobre sus usos. Podemos comenzar por algunas hipótesis.

En primer lugar, lo interesante de Instagram es que es una idea que parte de las limitaciones de la mayor parte de los teléfonos celulares y sus cámaras. Las fotos que se toman suelen tener poca profundidad, no están muy definidas, y los colores no son muy precisos. Frente a ello, la idea de usar filtros para aparentar que la imagen es vieja, tomada con cámaras de lente de plástico o con película analógica dañada no deja de ser una especie de juego. La imagen será mala, pero eso no es el punto.

Segundo, la idea de tomar fotos con Instagram o con aplicaciones similares (Hipstamatic, ClassicToy, Andigraf y siguen las firmas) participa del espíritu lúdico del que formaban parte cámaras como las Lomo. O sea, tomar imágenes de cosas que no forman parte de lo “fotografiable”, llevar la cámara con nosotros todo el día, apuntar la lente para cualquier lado y disparar, etc. Incluso, en el caso de Hipstamatic, uno puede “sacudir” el iPhone y la lente y película serán seleccionadas al azar.

Frente a ello, usar las aplicaciones tipo Instagram para hacer fotos de los hijos o de fiestas es, simplemente, trasladar los usos que son más propios de las cámaras que toman fotos de buena calidad. Si se tiene en cuenta que hoy hay cámaras pocket que pueden tomar excelentes fotos y no cuestan demasiado, veremos que es un uso que no tiene mucho sentido. Para las imágenes que necesitan “realismo”, ya tenemos cámaras que hacen ese trabajo. Usar Instagram, Hipstamatic y compañía es participar del espíritu más lúdico de tomar imágenes donde se juega con la luz, el enfoque, el cuadro. Para las fiestas de la escuela de los chicos hay dispositivos más adecuados, en particular con fines de recuerdo familiar.

Y aquí llegamos a un punto interesante: ¿no estamos usando tecnología nueva con los fines de los viejos soportes? ¿No se puede aplicar la frase de McLuhan también a la idea de llevar el “espíritu Lomo” a Instagram? En parte, es cierto. Pero, por otro lado, lo que tenemos es una traducción de una tradición analógica a nuevos formatos. En donde, de golpe, podemos cargar muchas alternativas de aplicaciones en un teléfono, y en donde las combinaciones posibles son enormes. Y en donde incluso podemos experimentar mucho más, ya que ni siquiera gastamos dinero en revelar película. No se trata de reemplazar a la “fotografía realista”. Para eso, compren una cámara pocket o usen una réflex. Más bien, la idea es partir de las limitaciones. Si la cámara del celular no es gran cosa, al menos aprovechemos el hecho de que la llevamos con nosotros todo el tiempo, y juguemos un poco con los colores y texturas.

Aprovechen que todavía en Instagram opera un cierto espíritu lúdico. Ese tipo de ambientes -que también estaban en plataformas de publicación como Twitter y otras- a la larga desaparece. En particular, cuando lo que se impone es la búsqueda de la popularidad y la necesidad de “rentabilizar” nuestro uso de ciertas herramientas de publicación con fines profesionales. Y sí, por ahora ahora Instagram está disponible sólo para iOS (o sea, iPhone / iPod Touch / iPad 2) pero supongo que pronto (¿pronto?) al menos estará al alcance de quienes utilizan teléfonos con Android.

2 comentarios en «Instagram y los usos de las plataformas de publicación»

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