¿Qué tipo de opinión le interesa a los viajeros?

Turistas en Ischigualasto

A lo largo del desarrollo de este blog, una parte de las entradas se dedica a narrar algunos de mis recorridos. Como mis recursos son limitados, esos recorridos aparecen de tanto en tanto. En esas entradas fui desarrollando una especie de estrategia de escritura que partía de una definición específica de utilidad. Me interesaba que aparecieran muchos datos, precios, indicaciones para usar transporte público, y otras informaciones que le sirvieran a los demás viajeros para armar sus propios recorridos. A partir de esa definición de “utilidad”, también terminó apareciendo una postura sobre qué cosas valía la pena opinar: sobre aquellos datos y hechos que le sirvieran a los viajeros. O sea, sobre la calidad del transporte público, de los hoteles, de los precios de las comidas, y así podemos seguir.

¿A qué viene todo esto? Que con el tiempo, he buscado evitar un punto que la escritura de viajes suele transitar con escaso éxito: dar cuenta de “cómo son los demás”. No es difícil hallar textos que hablan sobre los “latinoamericanos”, los “europeos” y otras generalizaciones identitarias que muchas veces se prestan para decir casi cualquier cosa -normalmente, opiniones que el viajero ya tenía de antemano. Al menos desde mi punto de vista, no suelo encontrar mucha utilidad en ese tipo de textos. Desde ya, somos libres de hablar y calificar lo que nos venga en gana, pero eso nos puede traer unos cuantos problemas con los locales, como ya conté en Viajeros y locales: sobre el orgullo y las generalizaciones. Esto se nota cuando, por ejemplo, ciertas nacionalidades o identidades locales son reducidas sólo a aquellas características que han sido empaquetadas para mostrar al turismo convencional. O se hacen enormes generalizaciones a partir de una estadía muy breve en un lugar, y en contacto con un mercado específico como el turístico.

Hay, claro, ensayistas que son capaces de, en pocos trazos, contarnos características centrales de un país, una ciudad, un pueblo. Pero esos ensayistas no abundan. La mayoría de las descripciones sobre un país, una ciudad, un pueblo, suelen ser más arbitrarias que ingeniosas -aunque esa arbitrariedad siempre le parece mucho más manifiesta al local, algo de lo que ya hablé en una entrada anterior. Frente a ello, mi opción fue partir de un criterio de utilidad basado en datos que le sirvan a los demás para armar sus propios viajes. Una forma, digamos, de buscar un tipo específico de escritura.

Al fin y al cabo, las conversaciones con los taxistas (o interacciones similares) son buen material para un ensayo simpático, pero de ahí a creer que con ello se traza “la forma de ser del grupo X” hay un trecho bastante largo…

Un comentario en «¿Qué tipo de opinión le interesa a los viajeros?»

  1. Justamente las personas son de lo más importante en cada lugar!!!
    hace mucho que sigo este blog, porque claro, me gusta viajar y empaparme de la cultura de la gente.
    este verano recorrí en bicicleta parte del nordeste de brasil y lo cuento con un “criterio personal” en http://www.pedaleandopedaleando.blogspot.com

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