Más de cuatro años atrás, en una entrada llamada “Las relaciones conflictivas en el turismo: el publico, las empresas“, planteaba un tema importante para las publicaciones de turismo: a los lectores / usuarios / participantes les interesa mucho todo lo que tenga que ver con temas destinados a gastar menos en sus viajes, pero los anunciantes nos les interesa en lo más mínimo. Es una contraposición que por lo general se resuelve de manera sencilla: como buena parte de los ingresos vienen justamente de las publicidades, finalmente los medios de viajes se orientan hacia el sector que más puede gastar.
Hay, claro, algunos temas más a considerar a la hora de pensar porqué las iniciativas editoriales en el mercado de viajes se orientan progresivamente hacia el sector medio alto / alto, y que va más allá del tema publicitario. Uno es el “consumo aspiracional”. Muchas personas leen sobre viajes a destinos que no podrían pagar a partir de su presupuesto, pero a los que les gustaría llegar alguna vez. O sea, orientan su consumo de contenidos más por el viaje que desean hacer que por el que realmente pueden llevar a cabo. Dos, el público más interesado en “viajar por menos presupuesto” suele apoyar muy poco a las publicaciones que quieren apuntar al sector “mochilero”. O sea, no ven como lógico gastar en guías o revistas que los van a ayudar a armar mejor su viaje. Digamos que el tema les interesa, pero gratis. La combinación no es muy buena: los lectores mochileros no piensan gastar en publicaciones que apuntan a ellos, y los anunciantes están interesados en otro tipo de productos.
Claro, una de las opciones en todo esto es Internet, y los sitios donde muchas personas colaboran para actualizar información sobre precios, datos de destinos o más. Es el caso de blogs, redes sociales, de información, foros, y mucho más. Por desgracia, buscar hoy en Internet es un tema que toma su tiempo. Una investigación antes de viajar implica una cierta cantidad de horas frente a la pantalla, y pasar por un montón de páginas inútiles. Las consultas en redes sociales y de información son útiles, pero nunca vamos a encontrar información muy estructurada. El problema es que editar y consolidar la información, como sucede en las guías de viaje, tiene un costo. Y si nadie quiere pagar por ese costo, se hará complicado producir datos más estructurados sobre viajes.
Igual algunos vamos a seguir insistiendo con escribir sobre viajes, aunque limitados por el presupuesto, claro.
Totalmente de acuerdo con lo que dices aunque con matices. Cada vez las campañas publicitarias en web se centran en los diferntes targets.