Hace algunos días, Google habilitó una nueva sección dentro de nuestra cuenta, el Google Location History. Para ello, tienen que tener instalado Latitude en el celular, que es un complemento de Google Maps, y es básicamente una red social muy acotada, basada en la localización. Si agregamos contactos, éstos pueden ver en que lugar estamos en la ciudad, en todo momento. Desde ya, este tipo de información es muy sensible, y por lo tanto lo obvio es sumar gente de mucha confianza a nuestro listado. Es posible ocultarse si lo deseamos, o definir un sitio para nos muestre siempre allí, no importa si nos movemos.
Location History concentra la información que obtiene Latitude, y la guarda en una página Web. De esa manera, podemos guardar el dato de donde nos encontrábamos en un determinado día. También en que lugares estuvimos.
Esto, claro, puede verse de diferentes lugares. Por el lado “viajero”, parece interesante almacenar todos los recorridos, saber los kilómetros recorridos y otros temas. Pero, por otro, es evidente que las preocupaciones por el tema seguridad son demasiado obvias como para dejarlo pasar así nomás. Si bien para acceder a nuestro perfil hay que volver a ingresar nuestra contraseña cada vez que vamos a ingresar -no importa si ya estamos autenticados a, por ejemplo, Gmail- bastaría con que alguien nos robara la contraseña para que accediera a información sobre nuestros recorridos.
Probablemente, se puedan encontrar usos útiles si se definen usos puntuales de la combinación de Latitude y Location History. Por ejemplo, se puede crear un badge para publicar en nuestro blog. No parece recomendable publicitar todo el tiempo nuestra localización, pero si puede ser útil si nos encontramos en un evento o para hallar amigos cuando visitamos otras ciudades. De todas maneras, es un tema que evidentemente es polémico y vale la pena seguir discutiendo, en particular para pensar un equilibrio entre privacidad y utilidad.
Deja una respuesta