La semana pasada estuve en Santiago, Chile, para participar del Global Voices Summit, una reunión de bloggers de 60 países. Como en la ocasión anterior en Budapest, no tuve tanto tiempo para salir a recorrer, así que decidí armar esta entrada a la manera de notas sueltas. Desde ya, ustedes pueden agregar sus comentarios y datos al final, si algo en la información merece ser ampliado o corregido. Por cierto, al momento de escribir esta entrada, el dólar cotizaba a 530 pesos chilenos.
Arranquemos por el tema de cómo llegar desde el aeropuerto al centro de Santiago. Hay tres formas. La más económica es usar el Centrobus, que por 1400 pesos te lleva hasta la estación de metro Los Héroes. Aunque la primera parada para la línea 1 (roja) del metro la hace en estación Pajaritos -que volveré a mencionar cuando haga la entrada sobre Valparaíso. El pasaje de metro cuesta desde 410 a 490 pesos chilenos de acuerdo al horario. En los momentos de más demanda, la “hora punta”, el pasaje es más caro. Este método es perfecto y muy cómodo si no tienen más equipaje que la mochila. Si tienen más cosas, puede ser incómodo andar bajando y subiendo escaleras.
La manera intermedia en costos es tomar una van desde el aeropuerto, y que por 11 dólares o 5500 pesos chilenos los lleva a su lugar de destino. Guarden el ticket, porque si lo usan a la vuelta, pueden mostrarlo y les hacen un 20% de descuento. Por cierto, al regreso pedí el servicio desde el hotel y me cobraron 10 dólares. Ni idea porqué la diferencia de 1 dólar.
Por último, el método más tradicional y caro: taxi. Cuesta 30 dólares el viaje, y se los van a ofrecer apenas salgan de migraciones en el aeropuerto. Pero al lado tienen el servicio de vans de 11 dólares.
El transporte público en Santiago está muy bien organizado, aunque el metro siempre tiene mucha gente viajando a toda hora. Y en los horarios punta los vagones van bien completos. Pero la combinación metro + buses cubre de manera muy efectiva el traslado por toda la ciudad; aunque salvo que se alejen mucho del centro, con el metro les va a bastar. Para ahorrar tiempo, en lugar de comprar pasajes de manera individual, pueden adquirir la tarjeta Bip, que cargan con el monto que quieran, y con la cual pagan en los molinetes. Ojo, la tarjeta Bip tiene un costo de 1200 pesos. Pueden recargarla en las boleterías o con tarjeta de crédito en las máquinas que se encuentran en las estaciones. Hay mapas de los recorridos del Transantiago, como se llama el sistema de transporte público. Si bien cuando se implementó no funcionó muy bien, hoy la mayor parte de los problemas parecen haberse solucionado, aunque el metro sigue bastante cargado de pasajeros.
Los taxis, en comparación con los costos del metro y los buses, no son tan caros. De hecho, para recorridos en las zonas céntricas de Santiago, no hay gran diferencias. En particular, si pueden compartir el viaje entre tres o cuatro personas.
Salvo un viaje a Valparaíso, no tomé buses de media y larga distancia, o trenes. Si alguien quiere agregar datos de ese tipo, adelante. Mi experiencia anterior en Chile es que el sistema de buses de larga distancia funciona muy bien, con unidades muy modernas y control de seguridad por parte de las autoridades.
Mañana me dedico al tema del Cerro San Cristóbal, uno de los recorridos más tradicionales de Santiago, y algunos datos más sobre Bellavista, la zona donde se encuentra ubicado.
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