Luego del intento de atentado en un avión que había despegado del aeropuerto de Detroit, en Estados Unidos, volvió a los medios y a la política la obsesión por la seguridad en los aviones. Quería hacer algunos comentarios, pero encontré algunas cosas que Loretta Napoleoni escribió en un libro publicado algunos meses atrás, y me pareció que algunas de sus afirmaciones eran interesantes para debatir este tema. Y, además, algunos datos sobre la agenda de preocupaciones que realmente deberíamos impulsar los ciudadanos.
La cita, entonces:
“La creencia de que el transporte aéreo occidental de hoy puede ser víctima de un secuestro con más probabilidad que en el pasado es uno de los mitos de la política del miedo. Se trata de una ilusión política bien montada, porque viajar en avión desde o hacia Europa occidental o América del Norte alcanzó el punto máximo de peligro en la década de 1970. Durante esos años, ambas zonas fueron víctimas de treinta y un secuestros que comportaron 29 muertes. En la década de 1980, el número bajó a seis, sin heridos, y en los últimos años sólo se han producido siete secuestros, cuatro de los cuales se produjeron el 11/S (…)
El terrorismo no es un asesino global. Para un occidental, las posibilidades de morir en un atentado terroristas son mucho menores que las le toque la lotería (…) La posibilidad de que un norteamericano muera en un accidente de avión es de aproximadamente una entre trece millones (incluso teniendo en cuenta el 11/S), cuando para alcanzar ese mismo nivel de riesgo al conducir por las seguras carreteras norteamericanas (…) hay suficiente con conducir 10 kilómetros. Es más probable que la gente muera conduciendo hasta el aeropuerto que lo haga por culpa de un atentado terrorista en la terminal o en pleno vuelo (…)
Incluso considerando las peores cifras relativas al número de víctimas del terrorismo, de 1995, cuando más de seis mil personas murieron en todo el mundo, esa cantidad es solamente una pequeña fracción de las 50 mil a 100 mil personas que mueren cada año por mordeduras de serpiente, sin tener en cuenta los 10 millones de niños que mueren por causas que se hubieran podido evitar, como la desnutrición y la malaria”.
A la cita de Napoleoni se le podría marcar un punto: si bien hubo menos secuestros en la década del 90, el número de muertos en cada uno de ellos fue muy superior a los registrados en los ’70, en tanto en ese momento por lo general este tipo de toma de los aviones culminaba con negociaciones y la rendición de los secuestradores. Aún así, las comparaciones que establece Napoleoni marca algunos temas interesantes para debatir; entre ellos, que hay otro tipo de problemáticas sociales que hoy ocasionan mucho más daño y muerte, y que pocos proponen para discutir.
Bibliografía
Napoleoni, Loretta (2008) “Los grandes ilusionistas del siglo XX” en Economía Canalla. La nueva realidad del capitalismo. Buenos Aires, Paidós, 2009.
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