Hasta aqui (by morrissey)

“Los periodistas tradicionales venden su independencia a cambio de acceso”, planteaba hace unos días Arianna Huffington, la creadora de Huffington Post. Y uno no puede dejar de preguntarse por el mercado de periodismo de viajes, y encontrar que, efectivamente, se trata de una cuestión central. Ciertos tipos de acceso -a viajes pagados, a las fuentes, a los negocios- han implicado que una parte sustancial del mercado periodístico se haya dedicado a producir notas cada vez menos relevante para el viajero.

A esta altura, “independencia”, en el mercado de periodismo de viajes, puede significar muchas cosas: escribir sobre destinos no tan populares; apuntar a varios segmentos de viajeros, entre ellos los que gastan menos; rescatar la experiencia del viajero antes que la planificación del marketing de destinos; analizar escenarios donde el turismo debe ser relacionado con lo conflictivo, como los problemas ambientales o las protestas de habitantes locales; pensar el futuro del mercado de viajes a medida que se agotan ciertos recursos naturales; y la lista se podría extender un buen rato más.

Muchos de estos puntos pueden no aparecer en el periodismo de viajes. A veces comprometen el acceso a los anunciantes; otras veces, a beneficios como viajes pagos por terceros. Es un equilibrio al que siempre es sometido el periodismo: asegurar la supervivencia financiera de un medio implica tener en claro el acceso a fuentes de ingresos. Pero si el camino los medios pasan a asumir como propio el discurso de otros, las cosas no pintan bien a futuro. En ese contexto, no se extrañen que los viajeros prefieran buscar lo que dicen otros viajeros antes que leer medios especializados.

Y en un momento en el cual muchos medios ven peligrar sus fuentes de financiamiento, la pregunta por las relaciones entre acceso e independencia mantiene su vigencia. La presencia cada vez más abundante de contenidos producidos por viajeros es un tema evidente. Pero cómo el periodismo se transformará para producir contenidos relevantes para usuarios cada vez más acostumbrados a leer experiencias de primera mano es un tema que a muchos nos parece aún no resuelto.

La cita a Arianne Haffington está tomada de una entrada del blog de Roberto Guareschi. Llegué a esa entrada gracias a la recomendación de Manuel Frascaroli en Twitter.

2 comentarios en «Acceso e independencia»

  1. Estoy contigo, no es raro que te ofrezcan prevendas a cambio de escribir positivamente sobre cierta empresa turística ¿Es coacción, es vender tu libertad o es reconocimiento o pago a tu justo trabajo ?
    Todos los creadores artísticos o literarios, cobran su porcentaje de la Sociedad General de Autores ¿ Pero quién se preocupa por los derechos de autor de los blogueros ?

  2. Me temo que nos encontramos ante una aporía, esto es, un problema sin solución.

    Las revistas de viajes suelen publicar reportajes sobre destinos que pagan publicidad y no tienen ninguna predilección por las grandes verdades. Generalmente los destinos son siempre maravillosos y no se cuenta nunca lo malo.

    Incluso en los blogs turísticos independientes necesitamos alguna inyección económica para sobrevivir.

    La mejor información sobre viajes ya se halla en la red y no interesa comprar revistas impresas en papel,más que nada porque no compensa pagar por 100 páginas si sólo nos interesan cuatro.

    Lo curioso es que muchos destinos siguen pagando fam trips a supuestos periodistas de viajes que se mueven gratis y luego no publican nada…

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