En el camino hacia Ischigualasto y Tallampaya, que voy a comentar en los próximos días, pasamos algunas horas por la ciudad de San Juan, capital de la provincia argentina del mismo nombre. En las casi cuatro horas que teníamos de tiempo antes de la salida del bus hacia Valle Fértil, pudimos recorrer un rato el centro, y el museo que se encuentra en la casa de Sarmiento (algo de lo que quiero hablar en otra ocasión, ya que da para una entrada completa). Justo frente a la plaza 25 de Mayo, al lado de la Catedral, se encuentra un mirador de más de 50 metros de altura, y al que se puede acceder por el pago de 3 pesos de entrada. Como tengo debilidad por las fotos tomadas desde la altura, allí fuimos.

Al abordar el ascensor, nos encontramos con este particular cartel.

Mirador de San Juan, el cartel

Francamente, no parecía muy comprensible. ¿Porqué matrimonios y niños podían estar todo el tiempo que quisieran, pero los adolescentes apenas 15 minutos? ¿Y además ser multados si se excedían de ese tiempo? La respuesta estaba arriba:

Mirador de San Juan, las paredes

Las paredes del mirador estaban completamente escritas con corrector líquido, marcadores e incluso a partir de quemar la pintura. El lugar era un excelente espacio de reunión de adolescentes, que quedaban lejos de la mirada de los adultos. Incluso, bastaba con “no cerrar bien” la puerta del ascensor para que nadie más pudiera subir. Por ello, la medida de las autoridades de la iglesia, de la que depende el mirador, eran claras: subían, pero sólo 15 minutos. Pero en ningún lugar figura los límites de edad a partir de los cuales se determina quién es joven. Tampoco, por suerte, piden libreta de matrimonio :)

Por cierto, esta es una de las vistas desde el mirador. En la semana publicaré el resto en la cuenta de Flickr.

Vista de San Juan, desde el mirador

Desde ya, si alguien de San Juan lee esto y tiene más información para agregar, puede hacerlo en la parte de comentarios.

3 comentarios en «El misterio del mirador»

  1. Insólito. Por un lado, el mensaje del cartel deja mil dudas…por ejemplo, un adulto soltero, ¿en qué categoría cae? No tiene matrimonio, ni niños, ni es joven.

    Por otro lado, 15 minutos es tiempo más que suficiente como para escribir una pared.

    Y por último, digo: ¿No es más eficiente poner una persona a que controle que nadie escriba las paredes?

  2. A mi me pareció divertido el concepto: “Matrimonios y niños sin límites”. En lo personal hubiera puesto una coma después de niños, y la palabra límite en plural, pero nada, son detalles gramáticos.
    Por lo demás, nací en San Juan, pero jamás subí por esa torre. De esa provincia, me quedo con la gente maravillosa, y con las afueras, el campo, la montaña y tantos lugares increíbles que nunca te imaginarías si no los conocés.

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