Habitualmente, cuando pensamos en locales de comida rápida, asumimos que se trata de un tipo de producto indiferenciado, que no caracteriza a ningún lugar y que básicamente es parte del paisaje de buena parte de las sociedades modernas. Pero parece que en algunos casos vamos a tener que comenzar a pensar en los procesos de construcción de la diferencia en el mercado de las comidas rápidas, como analizan en Travel Plan Idea Blog. En esa entrada se citan al menos dos casos interesantes.

El primero, el de la localidad de Corbin, Kentucky, Estados Unidos, que ha convertido en toda una atracción turística la presencia en el lugar del primer restaurante de la cadena Kentucky Fried Chicken. Pueden leer sobre el tema en el USA Today. El segundo, un programa de Travel Channel donde mostraron los que ellos consideraban los 10 McDonald’s más originales del mundo. Entre ellos, un local que está construido para que parezca una gigantesca cajita feliz -y que pueden ver en la foto que está debajo-; y otro que presume ser el local más elegante de toda la cadena de McDonald’s.

Así que ya saben: si están interesados en trabajar sobre procesos de diferenciación, ahora también se pueden concentrar en las cadenas de fast-food. Al fin y al cabo, los procesos de reflexividad estética y de diferenciación ya se extienden por toda la cadena de consumo.

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