11 fronteras particulares

Para muchos, las fronteras no son más que un trámite administrativo. Para otros, son lugares donde hay que ponerse muy nerviosos, a la espera de que nos permitan la entrada y nos sellen el pasaporte. Pero algunas fronteras son bastante particulares. En Environmental Graffitti hicieron una selección de 11 de ellas, todas marcadas por alguna razón particular.

Por un lado, las fronteras que se atraviesan a través de túneles. Una de ellas es legal -un cruce entre Alemania y Austria- pero otros dos eran clandestinos: uno cruzaba el Muro de Berlín, y otro la frontera con Estados Unidos. Luego, la frontera entre España y Marruecos en el norte de África, que consta de dos alambradas de varios metros, totalmente iluminada y militarizada para evitar la inmigración ilegal y el contrabando. Lo pueden ver bien en la imagen que abre la entrada.

También hay lugar, dentro de la selección, para las fronteras que se encuentran dentro de ciudades, por el medio del desierto o en las montañas.

Más sobre el tema en Environmental Graffitti. La nota es un tanto liviana -sobre todo por su uso del “bizarre”, pero estas fronteras sólo pueden ser comprendidas de manera un poco más interesante en el marco de complejos procesos políticos. También hay datos interesantes en la entrada en inglés de Wikipedia dedicada al tema de las fronteras.

5 comentarios en «11 fronteras particulares»

  1. Los casos honrosos de las fronteras en el interior de Europa o entre Canadá y EE.UU. me parecen muy hermosos por su carácter simbólico. Pero en general, la necesidad del ser humano de parcelar su terrenito nunca deja de asombrarme. Todos los años, en verano, se celebra en las playas de Cádiz la noche de las barbacoas del trofeo Carranza. La playa, que es pública y tiene más de 4 km de longitud, se abarrota de gente cargada con barbacoas, carbón, chuletas, sardinas y guitarras. Me habían hablado maravillas de esas noches. Cuando por fin pude asistir a una lo pasé bien, pero no me hizo ninguna gracia ver que los asistentes habían llegado horas antes para coger un buen sitio en la arena y delimitarlo (hasta con tiras de precinto policial) para evitar que se les sentase al lado un desconocido. La playa era un mosaico de parcelitas. Qué manera de robarle el encanto a esa noche. En fin, debemos de llevar el gen de la frontera grabado en el código genético. Un saludo.

  2. Como siempre muy interesante tú propuesta Jorge y coincido con Rebeca, que debemos de llevar el ‘gen’ de la frontera en nuestros códigos … porque por ejemplo aquí en París, donde vivimos tantos y tantos inmigrantes, las fronteras son sociales y por ende económicas: muy cerca de mi casa, unos inmigrantes africanos ‘sin papeles’ habían tomado la ‘Bolsa de Trabajo’ por 15 meses reclamando que no sólo den papeles a los que tienen trabajo, sino que también a sus familiares directos (niños, mujeres, ancianos).

    Bueno, hace una semana la CGT local, junto con la policía los desalojó y ahora habitan en la vereda de ésta bolsa … cientos de seres humanos en la calle, con la única protección de unas bolsas, porque ni siquiera les han dado carpas iglú como se acostumbra en París con los ‘sin techo’.

    Pero como aquí es todo ‘taaaaaaaan organizado’ la policía les ha puesto vayas alrededor de sus campamentos y caminas por ahí y tienes esa visión surrealista de campamentos de ‘desplazados africanos’, pero en el corazón de la París … muy interesante de observar eso de las ‘fronteras’ …

  3. Jorge, hay un blog en español muy interesante sobre el tema que trata en la entrada: “Fronteras” (fronterasblog.wordpress.com).

    En él hay bastante información sobre fronteras fortificadas, enclaves y ciudades divididas. Por ejemplo, el caso de Steinstücken: una superposición de soberanías –nunca mejor dicho- entre Berlín Oriental y Occidental, durante la Guerra Fría, donde una vía ferroviaria era jurisdicción de la República Democrática Alemana, pero el puente que cruzaba por encima era Alemania Federal. O el de la frontera desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur, bajo la cual los norcoreanos han excavado varios túneles de kilómetros de largo. También hay una entrada dedicada a Farmagusta, una ciudad balnearia chipriota que llegó a tener 45 mil habitantes y hoy está completamente abandonada y cercada al quedar justo tras la frontera de Chipre del Norte,luego de la guerra civil en la isla.

    1. El tema de las “fronteras simbólicas” es muy interesante. Más en una época donde se sostiene que la globalización debilita a las naciones, y en las mismas ciudades las fronteras entre clases se multiplican.

      CN, gracias por el dato.

  4. Me interesan particularmente las triples fronteras, son como condensatorios de diferencias. Una muy interesante es la que une (o separa) a Perú, Colombia y Brasil, en medio del Amazonas. Es llamativo lo distintas que pueden ser dos ciudades separadas apenas por una calle (en este caso Leticia, en Colombia, y Tabatinga,en Brasil). Se puede ir de una a otra a pie o en mototaxi, y los mototaxistas brasileños llevan el casco en el codo hasta la frontera y ahí se lo ponen, porque en Colombia el que no usa casco tiene multa.

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