En los últimos meses, el sector de viajes que peor la está pasando es el que apunta a los viajeros de mayores ingresos, en particular el ligado al mercado corporativo. La crisis ha llevado a muchas empresas a gastar mucho menos en viajes. Y cuando lo hacen, cuidan cada centavo. En Estados Unidos, por ejemplo, la ocupación de las habitaciones en hoteles de lujo ha caído en 17,5% en doce meses, y los ingresos por cuarto casi un 30%.
Al parecer, las compañías han comenzado a cuidarse más en los gastos en hoteles tras conocerse que la asegurado AIG, que ha recibido decenas de miles de millones de dólares del gobierno estadounidense para no quebrar, había gastado 440 mil dólares en un retiro para ejecutivos en un spa. El escándalo en los medios fue tan grande que ahora muchas compañías no quieren aparecer como gastadoras en este contexto. Y mucho menos si aspiran a recibir fondos públicos.
Más sobre el tema en The Economist. La foto que abre la entrada fue tomada por Alan Light y publicada en Flickr bajo licencia Creative Commons Attribution.
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