Durante 2008, las ventas de guías y libros de viajes cayó un 8,7% en los principales mercados, en comparación con las cifras de 2007, de acuerdo a las cifras de Nilsen Bookscan. Tales datos ya impactaron bastante fuerte en una de las principales editoras de guías de viajes, Lonely Planet, que hace algunas semanas anunció el despido de 50 personas entre sus oficinas de Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña.
La gran pregunta es si esta caída de las ventas de guías responde a una cuestión coyuntural -la crisis económica por la que estamos pasando- o responde a problemas más estructurales. Por ejemplo, que los viajeros más jovenes, sobre todo, están abandonando las guías en papel y obtienen la información sobre viajes directamente en Internet. En ese caso, la cuestión es: ¿cómo harán las editoriales de guías de viajes para mantener sus productos en la era de la abundancia de contenidos?
Como verán, el tema excede por mucho a las guías, y directamente pasa a todo tipo de producción de contenidos, algo que engloba a los medios y el periodismo. Para el futuro no tan lejano, son muchos los que predicen que nadie pagará por el contenido. Gracias a Internet, éste será abundante. Y nadie paga por lo que es abundante. Música, películas, diarios, guías de viaje: todos entran en un mismo paquete. Eran productos por los cuales estábamos dispuestos a pagar. Hoy cada vez más gente no parece tener la menor intención de soltar un billete por ellos, y hay que “monetizarlos” de otras maneras.
Para quienes siempre hemos trabajado en áreas relacionadas con los contenidos -en mi caso, el periodismo de tecnología y de viajes- aparece la pregunta sobre un futuro donde nadie quiera pagar por lo que consuma en los medios. ¿Quién va a pagar por el trabajo de quienes forman las estructuras de trabajo y de producción de contenidos?. No es casual que en estos momentos estén crujiendo las estructuras de los diarios, demasiado grandes y costosas de mantener con los paupérrimos ingresos por publicidad online, algo lo que hablé en El periodismo y el fin del trabajo, en mi bastante desatendido blog Vida Vacía.
Si es que tengo algún esbozo de respuesta, diría que lo que está pasando con las guías no es algo coyuntural. Se agrava por el tema de la crisis, pero en realidad responde a cambios más produndos en el mercado editorial. Si es así, vamos a ver más cambios en los próximos años, con más despidos y la rápida decadencia de ciertos tipos de publicación en papel. Y probablemente sea peor en el caso de Lonely Planet, que no ha logrado acertar con una estrategia coherente en Internet, y ha perdido terreno frente a casos exitosos como TripAdvisor.
Más sobre el tema de los despidos en Lonely Planet en Hotel Marketing (en inglés).
Y no se olviden de votarme como “Best Spanish Language Blog” en los Lonely Planet Travel Blogger Awards :)
Deja una respuesta Cancelar la respuesta