Los que vivimos en ciudades en América Latina sabemos bien que la planificación urbana no ha sido un fuerte de nuestras regiones. Falta de espacios verdes, excesivo espacio dedicado a los autos, falta de control en las edificaciones, son algunos de estos problemas. Una de las principales consecuencias de tal falta de planificación es que nuestras ciudades, muchas veces, no son tan lindas para vivir. Por ello, todo espacio urbano que quiera atraer más habitantes -en particular, aquellos que podrían gastar más- tiene que atender cada vez más a planificar adecuadamente una serie de cuestiones que antes eran vistas como poco centrales, como el ocio y la recreación.
Un buen resumen de estas tendencias se puede ver en Las ciudades en expansión quieren más ocio, un texto de Knowledge Wharton y que fue traducido por la gente de Universia. A partir de los casos como Boston y New York, analizan esta relación entre ocio y ciudades que quieren crecer económicamente (gracias María Victoria Rodríguez por el aviso).
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