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Armar la valija o la mochila se ha transformado, en los últimos viajes, incluye una selección interminable de cables, cargadores y conectores varios. El cable de alimentación de la notebook; los cables USB de la cámara y el reproductor MP3; los cargadores de la cámara de fotos, la videocámara, el teléfono y la afeitadora eléctrica; las pilas recargables; el parlante portátil para el reproductor MP3; el cargador portátil para el teléfono y el reproductor MP3; los adaptadores para enchufes / tomas eléctricas… Y la lista podría seguir. Es notable como a medida que adoptamos ciertos dispositivos, no tenemos en cuenta que eso comienza a repercutir cada vez más en las valijas y mochilas a la hora de salir de viaje.

Antes teníamos un ritual de revisión de la casa, que prácticábamos religiosamente antes de salir -desenchufar todo lo posible; cerrar las conexiones de agua y gas; vaciar la heladera de todo lo que pudiera echarse a perder. Ahora tenemos otro ritual: ¿llevamos todo lo que necesitamos para que funcione todo en orden? A ver si nos quedamos sin batería en la cámara y el teléfono un día después de llegar -algo que estoy seguro le pasó a más de uno de los que están leyendo esta entrada.

Al final, en la valija cada vez hay menos espacio para la ropa y los regalos, y más para los cables y otros auxiliares. Y las aerolíneas cada vez toleran menos peso…

Próxima entrada, desde Lima. Me voy a chequear no haber dejado ningún cable olvidado.

La imagen que abre la entrada fue tomada por 91RS y publicada en Flickr bajo licencia Creative Commons Attribution.

6 comentarios en «El ritual de los cables»

  1. Es realmente asombroso la cantidad de gadgets y cables con los que debemos lidiar, concretamente en mi ultimo viaje a Quito, llevaba la maleta de mano completamente llena de cables, discos duros, cámara fotográfica, Ipod etc.

    El problema fue que al pasar por el arco de seguridad en Barajas, el funcionario me dijo que debía abrir la maleta y ORGANIZAR! el cablerio en cuestión; fueron 16 minutos de reloj! Así que ordena bien tus cables, porque de lo contrario te harán perder tiempo en Barajas. El caso que el policía nacional me mostró el monitor de seguridad y no se veía nada, solo una amalgama de cables y una gran imagen negra.

    Buen vuelo.

  2. Muy cierto, Jorge. Y si nos fijásemos descubriríamos decenas de cosas que han evolucionado de la misma forma. Tu post es una auténtica metáfora.

    Lo twitteo.

  3. Oscar, en mi caso viajé a Lima, pero los cables fueron en diferentes valijas y mochilas. No me dijeron nada, al menos.

    Rafa, y pensar que dicen que todo es cada vez más inalámbrico, no? :)

    1. Uso el recortador de patillas para recortarme la barba cada tanto, de otra manera ya parezco un integrante de ZZ Top. En cuanto al tema de los cables, es interesante lo que cuentan del tema de la seguridad en los aeropuertos. Habrá que comenzar a ser más ordenados. Aunque, por mi parte, yo separo todos los cables en bolsas tipo ziploc con su cartelito, porque en algunos casos después no me acuerdo a qué dispositivo correspondía cada cable.

  4. Ahora un poco más en serio (sólo un poquito). Es verdad que en los aeropuertos europeos (no sé los de USA) y Medio Oriente te piden que tengas los cables “ordenados” (los de la valija, no los de la cabeza, menos mal). Para ello, lo mejor es llevarlos enrollados en una madejita con una goma elástica separados unos de otros. Eso nos permite sacarlos de a uno y explicar: éste es el cable de alimentación del portátil, éste es el cargador del móvil, éste… Me pasó recientemente al salir de España y a las 2 horas al entrar en Inglaterra. Ni les cuento si viajan a Israel ! Chauuuu

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