Uno de los monumentos más visitados en Washington D.C, la capital de Estados Unidos, es el Vietnam Veteran´s Memorial Wall. En una enorme pared pared negra, de granito, en donde se encuentran inscriptos los nombres de 50.022 muertos estadounidenses a lo largo de la guerra.

El camino que se encuentra al costado de la pared es además un plano inclinado -pueden ver este detalle en la foto que se encuentra debajo de este párrafo-, y a medida que caminamos la pared se vuelve más y más alta. En un momento, los cientos de nombres se apilan sobre nuestra cabeza. A medida que avanzamos, el camino se hace cuesta arriba, la lista de nombres comienza a hacerse más corta, y cuando salimos nos encontramos de frente al monumento a Washington.

La ganadora fue una joven estudiante de arquitectura de Yale llamada Maya Lin. Su proyecto consistía en una pared con forma de “V”. Nada más. Una pared de granito negro decorada únicamente con los nombres; ninguna alusión al honor, la valentía o la gratitud; ni siquiera una bandera. Una obra que no requería ni un ápice de habilidad
Wolfe fue un activo participante de las “guerras culturales” de los ’80 en Estados Unidos. Con una postura favorable al gobierno de Reagan y una disposición continua a atacar a los “radical chic”, el fragmento resume su postura sobre el arte moderno, y la necesidad del retorno al realismo, a tono con la victoria del conservadurismo político en los ’80.
La presión de los grupos ligados a los veteranos tuvo éxito, y llegó la corrección, bajo la forma de una escultura que reivindicaba el canon de lo clásico, como le gusta a Wolfe. La obra, “Tres soldados”, de Frederick Hart, se colocó justo frente a la pared, de tal manera en que las figuras miran hacia ellas.

Luego llegas al fondo, ansioso por salir, por ver los nombres de los últimos en morir. Allí la superficie pulida se quiebra ligeramente a la derecha, produciendo varios efectos simultáneos, una convergencia de la experiencia que sólo podría darse en ese lugar y en ese momento. Justo cuando tú estás más empequeñecido y la extensión de la lista de muertos es más larga, el monumento a Washington aparece reflejado en la superficie, dentro del paréntesis perfecto de arriba debajo de las dos listas más largas. Y en ese instante, la totalidad del memorial se refleja a la izquierda. Cuando pasas por el centro, la imagen del monumento a Washington se duplica, tu propia imagen se duplica: estás fuera de ti mismo y encontrándote contigo mismo al mismo tiempo. Es des-orientador (Maccannell, 1992).
Por cierto, si llegan allí, el monumento de los soldados de Hart tiene un cartel que pide no posar junto a las figuras. O sea, ser respetuoso. La patria y el turismo, a veces, son cosas que no se llevan bien.
Vistas desde su posición, los soldados de la escultura de Hart están yendo hacia algún lugar. Para Dean Maccannell, es probable que estén tomando valor para buscar sus propios nombres en las paredes.
Citas bibliográficas
Maccannell, Dean (1992) “El memorial de los veteranos de Vietnam en Washington” en Lugares de Encuentros vacíos. Melusina, Barcelona, 2007.
Wolfe, Tom (2001) “El artista invisible” en El Periodismo canalla y otros artículos. Ediciones B, Barcelona.
Para quienes quieran más información sobre el monumento, pueden ver en este enlace, donde hay fotografías, los nombres grabados en la pared, y otros datos.