No todos somos turistas III

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A veces, dejo de leer feeds en Google Reader por unos días, y me pierdo de cosas interesantes. Hace casi dos semanas, Juan Sobejano cubrió el tema de la expulsión de una brasileña de España, donde iba a ingresar como turista, porque los oficiales de migraciones de ese país juzgaban que no era seguro que no se quisiera quedar a vivir de manera ilegal. Y citó un artículo del diario El Mundo, donde los funcionarios justificaban su decisión, a pesar de que la turista tenía pasaje de vuelta, 500 euros para 20 días de estadía y reservas de hotel:

“En las diligencias policiales, a las que ha tenido acceso elmundo.es, los agentes argumentan que el viaje de Janaina era por cuenta propia y no había sido contratado por ninguna agencia turística, que desconocía los lugares turísticos que iba a visitar y que no sabía los nombres de los hoteles en los que se iba a alojar, porque las reservas las había realizado a través de su pareja.”

Juan Sobejano opina luego:

“Llama la atención el último párrafo. Lo siento por los viajeros de paises “sospechosos”, para ustedes el nuevo turismo está vetado. Ustedes no pueden elegir ni confeccionar su viaje, han de ir a una agencia. Ustedes han de informar a las autoridades qué lugares piensan visitar y estar al tanto de todos los datos de su viaje. Es increíble que en el siglo XXI existan supuestos salvapatrias que interpretan la ley como les sale de la gorra. Lo que esto genera es inseguridad legal y la ausencia de esta inseguridad era, señores míos, una de las razones por las que los turistas nos elegían antes que a otros destinos emergentes como Croacia, Turquía o Marruecos. Si cualquier sujeto, por el hecho de tener una placa, puede interpretar la ley a su gusto se va a llenar la red de críticas a nuestra, hasta ahora cuidada, cordialidad. Yo a esto lo llamo racismo, no sé qué nombre le pondrán otros.”

El comentario de Juan se liga con lo que he publicado en este blog ya un buen tiempo atrás: que en este mundo no todos somos turistas. Los que tenemos pasaporte de cualquier nación fuera de los países considerados desarrollados, debemos probar que somos turistas. Mientras tanto se nos considera inmigrantes ilegales potenciales, y eso autoriza a las cada vez más brutales oficinas de inmigración a privar a cualquier de nosotros de su libertad y derecho a legítima defensa. En tanto en el tema inmigración la presunción de inocencia y la igualdad ante la ley no son ítems a considerar, todo queda librado a la mayor o menor arbitrariedad del funcionario de migraciones.

Por ahora, por suerte, el conflicto sobre el tema expulsiones que se dio entre Brasil y España se ha calmado, y esperemos las cosas continúen así.

Por cierto, este tema es realmente apasionante para discutir, pero cualquier comentario racista o que incite a la violencia no será publicado en este blog. O sea, se necesitan más argumentos y menos prejuicios.

9 comentarios en «No todos somos turistas III»

  1. A mi lo que me parece indignante es que insulte tan gravemente a funcionarios que cumplen las leyes. Janaina llevaba 500 euros. Las normas publicadas en el BOE son clarísimas, se necesitan un mínimo de 540 euros y ella para 21 días necesitaba 1200 euros. Me parece absolutamente surrealista que se pueda desconocer algo tan básico dedicándose profesionalmente al turismo. No hay interpretación posible, las normas legales (buenas o malas) son las que son.

  2. Jorge, en ocasiones los que nos hacemos llamar “desarrollados” demostramos que somos tales. Lamento profundamente que la parte más importante de una legislación, su aplicación, esté en manos de personas que lamentablemente no parecen estar en condiciones de interpretar nada.
    Pero es cierto, el tema es más profundo. Es un problema de dividir el mundo en “buenos y malos”, en “inocentes y sospechosos”. Deberíamos reflexionar más sobre esto.
    Aquí en España era curioso ver las reacciones cuando devolvian a los turistas españoles en Brasil: ¿por qué? ¡no hay motivo! ¡es un abuso de autoridad!.
    En cambio cuando hubo devolución de turistas brasileños ya se daba por supuesto que eran inmigrantes ilegales.
    El mundo “civilizado” necesita un buen lavado de conciencia.
    Un abrazo, Jorge.

  3. Jony, tienes razón con los números, ya que se piden 50 euros por día. Sin embargo, si chequeas la cita del diario El Mundo, verás que se dan otras razones. Si me dices que parte de la legislación europea se obliga a los turistas a comprar pasajes por agencias o a conocer previamente los lugares a visitar, entonces te daré la razón en cuanto al tema de los funcionarios de migraciones.Pero una simple lectura de ese párrafo da muestras de que algunas reglas son bastante arbitrarias.

  4. Jorge, no se si lo sabes pero la credibilidad de El Mundo en España es bastante baja. Por eso no tomo lo que escriben en su literalidad. La redactora pone el acento en esos temas subjetivos, pero lo cierto es que existían razones objetivas en el tema del dinero, ahí no hay vuelta de hoja.
    Cuando Janaina volvió a Brasil dio una entrevista al Jornal Nacional y ahí reconoció que el problema había sido con el dinero: http://jornalnacional.globo.com/Jornalismo/JN/0,,AA1675839-3586-804183,00.html

  5. Yo creo que sería interesante hacerse una pregunta: ¿se hubiera reaccionado igual si un alemán en las mismas condiciones que la chica brasileña hubiera intentado entrar en Esapaña?

  6. Jony, entiendo el tema de la baja credibilidad de muchos medios de comunicación, es algo que también sucede en Argentina. Pero una cosa es que un medio sea poco creíble, y otra que invente diligencias policiales y declaraciones de funcionarios de migraciones. Una cosa es hacer una “interpretación subjetiva” y otra mentir sin más. Y si veo que entre las justificaciones para la expulsión figuran criterios no explícitos como “comprar el viaje por una agencia”, me parece legítimo preocuparme. Con semejante requisito, los mochileros desaparecen como segmento del mercado turístico.

    En los últimos años, Europa no ha parado de poner más y más exigencias a los turistas que no proceden de una serie de países. Lo menos que se puede pedir es que no usen, además, criterios no explicitados, que después terminan justificando en algún tecnicismo o diferencia, a veces mínima, en el dinero exigido.

    En estos días tengo que ir a una embajada europea a averiguar datos para un viaje. Cuando lo sepa bien, publico todos los requisitos actualizados.

  7. Jorge, yo no niego que esas frases puedan aparecer en las diligencias policiales. Lo que niego es que, como decía el periodico El Mundo y el hermano de la persona que la había invitado, fuera parada por esos criterios subjetivos, cuando había un criterio objetivo clarísimo como era el tema del dinero. En este interin y googleando un poco he encontrado otro enlace en el que ella mismo lo admite: http://www.mre.gov.br/portugues/noticiario/nacional/selecao_detalhe3.asp?ID_RESENHA=432872

    Y no era un tema menor, ella ni siquiera llevaba la mitad del dinero que necesitaba para 21 días. Seguro que hay algún ejemplo de turista real que ha sido parado después de cumplir las normas, pero desde luego ese no es el caso de esta señorita por mucho que lo diga la prensa o ella misma.

    En cuanto a las normas migratorias en sí, es cierto que estas dificultan los viajes de los turistas en todo el mundo. Incluyendo por supuesto Brasil que, por ponerte un ejemplo, dificulta enormemente las visitas de los nigerianos o los bolivianos, al ser las dos nacionalidades que más integran las bolsas de inmigración ilegal en Sao Paulo.

    La diferencia es que, al menos en el caso de España, estas normas son públicas y bien clarificadas, mientras que en el caso de Brasil nadie sabe exactamente cuales son y se llega hasta el absurdo de que la Embajada te dice una cosa y el Consulado te dice otra. Y allí no han parado a nadie viajando con agencia, por cierto, mientras que el director de inmigración del aeropuerto de Fortaleza declaraba que el turismo de mochila era un turismo que no les interesaba a su país.

    Por otro lado, las normas Schenguen se aplican a todos los países que no necesitan visado, si bien se dice en ellas que la fiscalización se hará especialmente sobre aquellas nacionalidades que más utilizan los falsos viajes de turismo para inmigrar ilegalmente.

  8. Efectivamente, uno de los problemas con las expulsiones de turistas españoles en Brasil era que no estaban claros los requisitos. Tony Gálvez, en su blog sobre Brasil, hizo una muy buena entrada sobre el tema:

    http://blog.deviajeabrasil.com/2008/03/08/consejos-para-espanholes/

    En ella se listan algunos requisitos, pero también se da cuenta de las contradicciones de las autoridades brasileñas. Todos estos temas no dejan de ser preocupantes; que una autoridad de migraciones primero te descalifique con argumentos no explicitados en la ley, y luego busque el tecnicismo para justificar la expulsión de una persona no deja de ser algo condenable. Y que te dejen detenido sólo por no cumplir con requisitos de entrada a un país, igual que un delincuente, y sin haber cometido delito alguno, es algo que no debería estar permitido en ningún lugar.

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