Los problemas del baño compartido

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Durante un par de días nos quedamos en New York en un lugar con baño compartido, el Royal Park, en el Upper West Side, en 97 y Broadway. El lugar no estaba nada mal para el costo -algo menos de 70 dólares la noche, en una ciudad que no se destaca en absoluto por sus costos bajos de alojamiento. Las habitaciones son aceptables y están limpias, pero las cañerías hacen un ruido infernal. Hay momentos en la noche en la que parece que hay alguien martillando dentro de la habitación. Tal vez nuestras expectativas eran tan bajas que no nos pareció tan malo -aunque hay comentarios en Internet de gente que no estaba nada feliz con el lugar, pero era eso o pagar 300 dólares en otro lugar. Pero el hostal no es el tema de esta entrada.

El tema son las estrategias a desplegar cuando debemos usar un baño compartido. El momento más conflictivo es, seguramente, cuando todos quieren bañarse, lo cual sucede en dos momentos del día: la mañana temprano, y la tarde, cuando todos vuelven de pasear por la ciudad. Claro que podemos despertarnos a las seis de la mañana para darnos una ducha sin problemas, pero por lo general las cosas no son tan sencillas.

La primera pregunta: ¿bañarse temprano en la mañana o en la tarde? Francamente, yo suelo preferir la mañana, pero un indicador a tomar en cuenta es a que hora limpian los baños en ese hostal. La razón es sencilla: si lo hacen muchas horas después de la limpieza, tendrán que ducharse sobre una maraña de pelos por todos lados, y que incluso suele tapar la rejilla de la bañadera. Cuando se viaja bastante ese tipo de cosas dejan de importar, pero a mucha gente le impresiona un tanto. Ni que decir del resto del baño, o del hecho que muchas veces ni papel higiénico queda.

La segunda pregunta es: ¿qué estrategias usar para no aguardar tanto? A nadie le gusta quedarse 45 minutos con su toalla en la puerta, a la espera que la diva o el divo que se encuentra dentro se digne en salir de su larguísima ducha. Vi varias tácticas en el hostal -nuestra habitación estaba justo al lado del baño. La estrategia más usada era simple: a pesar de que la puerta del baño estaba cerrada y se veía perfectamente la luz por debajo de ella, la gente que quería bañarse procedía a tomar el picaporte y sacudirlo con violencia, como si quisieran entrar. Una forma muy directa de decir “Apurate, carajo!!!”, y que se entiende en cualquier idioma, incluso en esa Babel que es New York. Otra era pararse cerca de la puerta y hablar fuerte con otra persona, para que quien se encontrara dentro del baño notara esa presencia y se apurara.

El problema es que no todos se apuran porque, digamos, mucha gente se encuentre afuera. Simplemente, hacen la suya. Y te dejan afuera con tu toalla, mientras piensas que tal vez sea mejor irse a desayunar o a seguir sucio un rato más. Total, en New York es invierno, hace un frío de locos, y no se nota tanto :P.

4 comentarios en «Los problemas del baño compartido»

  1. Hola, Jorge… muy buena tu entrada. El tema de los baños en los hostels “requiere” tacticas… ;) Por i parte SIEMPRE llevo ojotas tipo havaiianas. Nunca entro descalza al baño. El papel higienico es un item que siempre esta (aplastado, dentro de una bolsa ziploc) en mi mochila.

    Para las duchas… dependiendo el lugar. Pero NYC como bien decis es temprano pro la mañana o tarde… si te podés organizar, podes salir temprano sin bañarte, hacer todo tu recorrido, volver tipo 4PM antes que anochezca, ahi te bañás solo y por lo general con el baño limpio, ya que pasaron las cuadrillas de limpieza luego del turno mañana. Y volves a salir.

    Lo de las cañerías… es la caldera. Hace un ruido espantoso, pero es mejor que tener la temperatura ambiente en tu dormitorio…. jaja!

    Acordate que tanto en el Lincoln Center como en los Shows de Broadway podés verlo desde la platea baja (la que mejor se vé) parado detrás de los asientos en un lugar delimitado por U$10 a U$20 aprox. y VALEN LA PENA. Ni te enterás que llevas dos horas parado cuando ves El fantasma de la opera o Lion King. Las puestas en escena son impresionantes.

    Te paso algunos datos gastronómicos que valen la pena, que postée en ECC: No te pierdas Milón, es un lugar único, y comes a mas no poder por U$12 por persona, comida de verdad. Ademas es simpatiquísimo…

    Acá va:

    Económicos destacados:

    Milón & Panna II Restaurants: (Cocina Hindú)
    93 First Avenue (212) 228-4896 (y calle 6)
    Localizado en un Brownstone, con la típica escalera de acceso estos dos restaurantes se separan con una puerta por la izquierda y la otra en la derecha. Compiten entre sí a ver quién pesca el nuevo cliente, y hay que sonreír mucho cuando ambos se pelean de cada lado de la puerta para que accedan al suyo. También pareciera que compiten en ver Cuántas luces, estilo árbol navideño (pero con formas de chiles) pueden caber en el espacio reducido con el que de por sí cuentan. Imposible su mal gusto en la decoración y su idea de cuanta gente pueden sentar. Es como si de pronto te sentaras DENTRO de un árbol navideño, con familiares desconocidos. Sin embargo la cordialidad de los mozos y sus precios – a veces se hace imposible cumplirr el mínimo de consumición de U$10- hacen que comer acá sea una experiencia que nadie debería perderse. Banana pakoras, samosas, curries… lo que se les ocurra a precios entre U$2 y U$6.

    Q2 Thai Restaurant: (Cocina Tailandesa)
    788 9TH Ave. Entre calles 52 y 53
    Ideal cuando uno viaja con un presupuesto limitado, Q2 ofrece los típicos curries tailandeses desde U$8.95 si son de pollo, carne o vegetales. Al mediodía todos los paltos cuestan U$6.95 y vienen acompañados por arroz jazmín y ensalada, excepto los de fideos. No dejen de probar el Thai Iced Tea.

    Meskerem Restaurant: (Cocina Etiope)
    ”468 West 47th Street (Entre Avenidas 9 y 10)
    124 McDougal Street (Y West 3rd Street)
    164 Amsterdam Ave”
    No hablamos de decoración ni ambiente. Simple cocina etiope con precios de comida rápida. Platos principales entre U$6.95 y U$12. Buena manera de probar el cordero y los pequeños platos vegetarianos que vienen en la gran bandeja, provista con Injeera Roti, el pan típico que se utiliza como cubierto. No esperen tenedores ni vajilla.

    Republic (Asiática)
    37 Union Sq. West (Calle 17)
    Un lugar perfecto para una comida bien hecha, presentada y deliciosa, sin ser cara. Sus “Langostinos envueltos en coco servidos con una acida salsa de mangos” (U$6) son una obligación. Cualquier bowl de comida, ya sean fideos o arroces (U$8 a U$10) son suficientes para una comida entera. Ambiente agradable, buena música y una excelente barra de cocktails. Ideal para una almuerzo antes de internarse en barnes and Nobles de Union Square.

    ESTILO FAST FOOD:

    Gray’s Papaya: (Hot Dogs)
    406 6th Ave (Con calle 8) y en todos lados
    El mejor lugar donde comer un hot dog gigante mientras se sigue paseando. En un fresco pan repleto de salsa de cebollas y/o sauerkraut, lo que se distinguen son sus bebidas, un delicioso batido de papaya, una piña colada virgen o un imposiblemente dulce jugo de ananás. Todo: por menos de U$6

    Alfanoose´s (Medio Este)
    8 Maiden Ln (Casi Broadway)
    Una buena opción: el clásico pita con Falafel, relleno con humus, lechuga, tomate y la salsa de yogurt. U$5.75. También ofrecen Baba ganouge, Mudamas, Tabule, etc.

    Caracas Arepas Bar (Venezolana)
    91 East 7th St. (Y 1er Avenida)
    Las arepas -bollos de pan hechos con harina de maíz- pueden ser justo lo que uno necesita para comerla rápido y seguir adelante. Una Reina Pepiada-arepa rellena con una cremosa mezcla de pollo y palta- tiene un costo de U$5.75

    CLÁSICOS DE LA CIUDAD:

    Café des Artistes- Un clásico desde 1917. Un entorno romántico para una cena tardía luego del un show en el Lincoln Center. En las manos de Joseph Paulino, la cocina francesa en su más autentica expresión fuera del país.

    River Café- Como los problemas personales, las mejores vistas de la ciudad no se obtienen desde afuera. Hay que tomar distancia, y el puente Brooklyn es una pintoresca salida para visitar este romántico Café, donde se pueden conjugar unas maravillosas ostras con champagne, mientras se disfrutan una impecable vista de la ciudad, escuchando clásicos del soft jazz.

    Tavern on the Green No se puede enfatizar lo suficiente sobre lo declinante de su cocina, sin embargo sigue siendo un estatuto de la ciudad, localizado en pleno Central Park. Vale la pena una visita en el horario del té, cuyo servicio de U$35 incluye una variedad de sándwiches, scones, petit fours y tes de antaño.

    Russian Tea Room: Recientemente remodelada pero ya sin el brillo que la destacaba en sus comienzos allá por 1929, es un lugar para visitar por su historia.

    21 Club: La única bodega secreta durante los años de sequía, alguna vez fue la taberna más popular de la ciudad. Frecuentada por Humphrey Bogart y Richard Nixon, es uno de los “lugares obligados” para los que visitan la ciudad por primera vez. De los pocos que aun requieren corbata y chaqueta. Pero no se preocupen: se las proveen al entrar si no trajeron.

    JAZZ & GOSPEL:

    Blue Note – Es el perfecto lugar para combinar cena y excelente jazz, sin pretensiones culinarias. Los mejores jazzistas se dan cita en esta, “su casa”. No es raro ver a John Scofield, la orquesta de Duke Ellington, o inclusive a Zubin Mehta.

    Café Carlyle – Localizado en el lujoso y homónimo hotel, no es raro ver a Woody Allen y su saxo apareciendo para tocar con la banda de jazz de New Orleáns de Eddie Davis.

    Arthur´s Tavern – Otro de los salones obligados para aquellos serios en cuanto a los blues y el jazz. Actuaciones tales como Curtis Dean, Sweet Georgia Brown, etc.

    MoBay Uptown- Brunch del Domingo con Show Gospel a cargo de Dominic Kanza, de Zaire. Abierto para desayuno, almuerzo y cena todos los días. Convenientemente localizado para ser visitado luego de un recorrido por los Cloisters.

  2. Angeles, gracias por los datos :). Si, el tema de las ojotas es central, de otra manera vas a coleccionar hongos en cuanto lugar visites. Voy a ir al Milón, y espero que no se enojen mucho en Panna :P

  3. Una web que conviene consultar para comer bien en NYC, es la Zagat Buzz. Seguro que muchos la conoceis, editan todo tipo de guías de las ciudades principales de los USA, y están actualizando las últimas novedades constantemente, además de publicar un “top ten” mensual que, si estais apuntados -es grátis- os remitirán a vuestro correo.
    Muy interesante todo lo de Ángeles. Probaré varios de ellos en próximos viajes.
    Mi aportación al tema son los siguientes:
    “Pámpano”, un mexicano, propiedad de Plácido Domingo, que está al lado del Instituto Cervantes (3ª Av. con 49St.) Tiene gracia estar en NY y homenajearte con un huitlacoche y unas arracheritas.

    “Lombardi”, en Spring St., entre Mott y Elisabeth, presume de despachar la mejor pizza de todos los States. No las he probado todas, pero esta está muy buena.

    Para una copa sobre las 23 ó 24 PM suele estar muy, muy animado “Whiskey’s Bar” (6ª con Central Park South).

    ¿Habeis probado las ostras del “Oyster’s Bar”, en Central Station? Las tienen de 20 clases diferentes y procedencias. Muy frescas, y si le dejais aconsejaros para una docena por el camarero, os hará una selección de 3 ostras X 4 clases, de manera que así probareis y notareis las diferencias.

    Seguro que no os descubro nada si hablo de “P.J. Clarke’s”. Ya sé que es todo un clásico desde los tiempos de Bogart y antes incluso, pero tienen un potajito de frijoles que entona lo suyo. Luego, cualquier carne suele estar muy buena. (915th 3ª Av. con la 59St.)

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