El lado oscuro del turismo

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It’s a holiday in Cambodia
It’s tough, kid, but it’s life
It’s a holiday in Cambodia
Don’t forget to pack a wife

Dead Kennedys, Holiday in Cambodia

Como marco de interpretación del mundo, el turismo tiene la capacidad de convertir cualquier tipo de historia, objeto, destino o grupo de personas en una entidad comercializable. Dicho esto de manera tan rotunda, habría que matizar: aun cuando muchos objetos y personas sean difíciles de incorporar a un marco turístico, a la larga el mercado logra que incluso el dolor, la muerte, la sangre, el hambre, la desigualdad, la pobreza, puedan ser convertidos en una propuesta de viaje. Y la letra de los Dead Kennedys es un disparador para ese tipo de acercamiento a una cuestión difícil para el viajero: el de la comercialización del dolor y la pobreza.

Desde hace varios años, la página Dark Tourism viene recopilando información y análisis de diversos tipos de tours a la parte más oscura y dolorosa de nuestra historia. Alojada en los servidores de la universidad inglesa de Lancashire, se pueden encontrar referencias a tours a campos de concentración, los sitios del Gulag soviético, el Ground Zero de New York, las ruinas de las zonas más afectadas por el huracán Katrina, a prisiones, a campos de batalla, y otros sitios.

Cuando llega la hora de preguntarnos porqué visitar esos lugares, siempre intento escapar, tal vez por formación, a la respuesta psicologista. Cosas del tipo “la gente es morbosa” o “le gusta ver sangre”. Presiento que responder o aportar algo al debate de nuestro interés por esos sitios con una dolorosa historia es algo mucho más complejo, y que implica remitirnos a varias dimensiones. A nuestra historia como individuos y la forma en la que nos identificamos, por ejemplo. A nuestra socialización. A la obvia asunción que visitar un lugar lejano sólo puede adquirir una forma turística.

En verdad, tengo más preguntas que certezas sobre este tema. Es casi obvio pensar que la turistificación del dolor no puede ser separado de un contexto específico; al fin y al cabo, no todos los lugares tienen la misma historia. Pero no deja de sorprenderme la variedad de tipos de “turismo oscuro” que están presentes en el campo de los viajes.

Y ya que estamos, pueden aprovechar y ver a los Dead Kennedys en vivo con “Holiday in Cambodia”. No sólo de viajes vivimos, es bueno un poco de música :).

Un comentario en «El lado oscuro del turismo»

  1. Como todo fenómeno de la esfera turística, hay que analizar cada caso en particular. Las motivaciones suelen ser muy distintas para los que viajan a conocer estos sitios. Para un descendiente de sobrevivientes del Holocausto, no debe ser lo mismo visitar un campo de concentración Nazi que para cualquier otro viajero. Es decir: ¿Se puede convertir en un “paseo turístico??? un lugar donde se masacraron cientos de indígenas o un GULAG de la URSS, por dar ej.? ¿Qué fines persiguen quienes lucran con las visitas a estos sitios? ¿Hay además un intento de hacer reflexionar al visitante o provocar algo en él más allá que resulte un beneficio económico? Etc. De última es el viajero o el turista quien puede responder estas preguntas, en cada destino. También cómo se involucra el visitante con esos lugares; desde qué lugar –observador, actor pasivo o activo, etc.-.

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