Casi un año atrás, contaba en Viajes y petroleo: una relacion en crisis acerca de la profunda relación entre turismo y consumo de combustibles no renovables, a partir de un artÃculo de James Kunstler publicado en Rolling Stone. La idea de fondo era que al agotarse el petróleo, algo que sucederá en no mucho tiempo, no habrá forma de reemplazarlo; no al menos al costo actual. Los biocombustibles por ahora están con un desarrollo prematuro, son caros de producir, y para tener una producción masiva deberÃamos tener enormes extensiones de cultivos dedicadas sólo a producir energÃa. No hay que ser muy perspicaz además para darse cuenta que eso provocarÃa un enorme alza de muchos alimentos.
Kunstler en aquel artÃculo afirmaba que 1950-2050 serÃan recordados como “el siglo de la movilidad”. O sea, que a partir del agotamiento del petróleo, nuestra movilidad se verÃa seriamente reducida, en particular la del transporte aéreo, que hoy demanda una gran cantidad de combustibles producidos a partir del petróleo. De ser cierta, a futuro, la afirmación de Kunstler implica que la industria del turismo tendrÃa que cambiar de una manera enorme, ante el encarecimiento sustancial de los pasajes aéreos y la menor oferta de vuelos.
¿A qué viene todo esto? Que el domingo, el diario ClarÃn publicó en su suplemento iEco una nota sobre el agotamiento de las reservas de petróleo, y sobre el aumento de su precio a mediano plazo. El artÃculo es una entrevosta a Fatih Birol, director de Estudios Económicos de la OCDE. No pude encontrar el artÃculo en la página Web de ClarÃn, asà que al final de esta entrada tienen un enlace a la nota escaneada.
Hay varios problemas importantes. Por un lado, hay pocas certezas sobre las reservas reales de petróleo en todo el mundo, en particular porque algunos de los grandes productores no dan datos muy precisos. Segundo, el aumento de la demanda, impulsado sobre todo por el crecimiento de China. Se estima que la producción de la OPEP, la organización que agrupa a los paÃses petroleros, comenzará a declinar por falta de reservas. Y eso coincide con lo que se estima será el momento de mayor desarrollo y demanda de petróleo por parte de China. El gran problema es entonces que pasará después de 2015, aproximadamente. Tercero, no hay reemplazo a la vista, al menos al mismo valor de producción. Los biocombustibles seguirán siendo caros de producir, y para 2030 apenas alcanzarán el 7% de la producción total, de acuerdo a Birol.
El problema de la energÃa será uno de los temas centrales de debate y conflicto en las próximas décadas. Y la caÃda de las reservas de petróleo tendrán consecuencias enormes en muchos negocios, como por ejemplo el turismo. La ausencia de un combustible con costos más económicos hará muy cara la movilidad, o directamente la volverá imposible. Es que los biocombustibles, por ahora, no pueden dar tanta potencia a los motores. En el caso de los autos, eso causará que puedan desarrollar menos velocidad. Pero en el caso de los aviones, es más serio aún, ya que ni siquiera podrÃan despegar.
Más datos sobre el tema de la crisis del petróleo para las próximas décadas:
Entrevista a Fatih Birol, en ClarÃn, traducción de la nota de Le Monde (imagen escaneada).
Entrevista a Fatih Birol, hecha por la agencia de noticias AFP (en español).
Entrevista a Fatih Birol, en Le Monde (en francés).
Muy interesante artÃculo, Jorge. Nosotros estábamos pensando dedicarle una entrada en nuestro blog referente al mismo tema.
Existen otras alternativas a los bio-combustibles y el petróleo, como el hidrógeno. A esta forma de generar energÃa no se le ha prestado suficiente atención. También el trabajo de Nikola Tesla, un genio ignorado –llamativamente-, sobre máquinas de energÃa libre que captan su combustible del medio ambiente y el espacio mediante energÃas electromagnéticas.
Respecto a la cuestión del petróleo, le recomendamos leer “Hitler ganó la guerraâ€? (2004), de Walter Graciano. En su capÃtulo 2 trata el tema de “El problema del petróleoâ€?.
Por ahora el tema del hidrógeno aparece también como bastante poco desarrollado. Al paso que vamos, parece evidente que en un par de décadas tendremos serios problemas para mantener el actual ritmo de movilidad. Es un tema interesante, y que espero profundizar en el futuro.