Cronicas de Chachapoyas 4: Kuelap

Cronicas de Chachapoyas 4: Kuelap

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construcciones en Kuelap

La principal razón por la cual llegué hasta Chachapoyas era visitar Kuelap, la ciudadela chachapoya, que es uno de los sitios arqueológicos preincas más interesantes de Perú. En cierta medida, en términos turísticos, juega el papel del “Machu Picchu” de la zona, aún cuando por ahora tiene muchísimas menos visitas, y la infraestructura de la zona está mucho menos desarrollada. Justamente, el hecho de que por ahora haya menos turistas nos da la oportunidad de visitar el lugar de manera mucho más tranquila y relajada, sin tener que andar esquivando personas por todos lados.


Hay al menos dos formas de llegar a Kuelap, que implican diferentes valores. Para quienes quieran ahorrar dinero, pueden ir en taxi desde Chachapoyas hasta Tingo, hasta donde le cobrarán 8 soles por persona (algo menos de 3 dólares), con al menos 3 pasajeros dentro del auto. De allí, hay una caminata que les puede tomar de 1 a 2 horas, pendiente arriba. Y no es una subida suave; es bastante impresionante, y no les recomendaría hacer el trayecto a menos que se encuentren en buen estado físico -recuerden además que se encuentran a unos 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar.

Lo que queda

A la vuelta, van a hacer trabajar mucho a sus rodillas, pero deben bajar temprano desde Kuelap, porque se puede volver en combi a Chachapoyas -chequeen horarios en Tingo, pero si pierden esa combi muy probablemente se queden a dormir allí. La segunda forma de llegar es a través de tours. En nuestro caso, y por ser temporada baja, nos llevaron en taxi hasta el camino principal para llegar a la fortaleza. De allí hay una caminata muy tranquila, con una pendiente muy suave, de unos 15 minutos; en mi caso, agradecí mucho eso, porque mi rodilla izquierda había quedado en bastante mal estado después de la caminata a Gocta. El recorrido, que incluye viaje, almuerzo y guía cuesta de 50 a 60 soles (18 a 20 dólares) por persona; chequeen precios en la ciudad, porque ese valor depende mucho de la época del año.

La cornisa

En taxi, son aproximadamente unas 2 horas de viaje -aunque como tuvimos una parada para desayunar, no puedo ser muy preciso con el tiempo de viaje. La ruta es espectacular; un recorrido que en buena parte del trayecto tiene una impresionante cornisa. Si aman viajar por las montañas, no se van a olvidar fácil de estos paisajes. El camino se encuentra afirmado, y por lo que vi estaban trabajando sobre él para mejorarlo.

Kuelap no me defraudó ni un poquito. A pesar de que se estima que apenas el 10% de todo el complejo está excavado, lo que hay para ver es muy atractivo. Para comenzar, las murallas que rodean la ciudadela, que está enclavada en una parte muy alta, son muy altas, y se conservan en algunas zonas en buen estado -aunque en varias zonas están en mantenimiento debido al deterioro.

Las murallas más altas

Dentro, se pueden observar gran cantidad de construcciones circulares, dibujos realizados en la piedra, y formas geométricas varias. Como el sitio es anterior al dominio inca en la zona, aún no se ha establecido para que se usaban muchas de las construcciones. Se puede caminar por dentro de la fortaleza por varias horas sin que nadie te indique nada. Y como está enclavada en una región bastante apartada, se puede disfrutar de una gran paz y de vistas muy amplias. Aclaración importante: desde noviembre a abril es la temporada de lluvias. Si bien en nuestro caso pudimos llegar a Kuelap con mucho sol, es más que normal que para esos meses tengan que soportar lluvias varias. Además de una molestia para recorrer la zona, hace bastante más dificultoso el acceso, al convertir en un lodazal parte de los caminos.

Kuelap es claramente el mayor atractivo de la región, y su presencia seguramente servirá para atraer más turistas hacia el departamento peruano de Amazonas. Y eso se complementa con la posibilidad de recorrer otros lugares, como las cataratas de Gocta o los santuarios de Karajia y de Aya-Chaqui.

Otro patchwork

Sin embargo, para los próximos años hay varias discusiones sobre los emprendimientos que se harán en el lugar para facilitar la llegada de más visitantes. Si bien es cierto que por ahora el acceso sigue siendo más complicado que a otros sitios de interés arqueológico en Perú, tampoco es tan difícil llegar allí como a Gocta o Aya-Chaqui. Supongo que más de uno debe estar pensando en replicar allí el modelo de Machu Picchu, en el cual las combis llegan casi hasta las puertas de la ciudadela inca. Los próximos años serán fundamentales para ver el curso que toma el desarrollo turístico de la zona; hoy todavía llegan pocos turistas y se puede pasear libremente por Kuelap, pero no creo, por desgracia, que esa situación se mantenga por mucho tiempo. Aprovechen, es un gran momento para visitar esa zona.

Si quieren ver más fotos de Kuelap, las pueden ver en mi cuenta de Flickr, donde voy a seguir subiendo más imágenes -al momento de escribir esto ya subí 29.

2 comentarios en «Cronicas de Chachapoyas 4: Kuelap»

  1. Muy inetresante tu experiencia, voy a viajar a Perú y por supuesto aCuzco, pero tengo tiempo y podría llegar a los lugares que describes. No ubico bien la zona, dices que está en la Amazonas peruana?
    Saludos, Guillermo

  2. Se encuentra en el Departamento de Amazonas, en el noreste de Perú. En bus, es a 21 horas de Lima, hacia el norte, claro. Cusco se encuentra a 22 horas de bus, y hacia el sur. Puedes ver un mapa de Perú con división política en

    http://media.maps.com/magellan/Images/PERU-W2.gif

    Amazonas está contra Ecuador, entre Loreto, Cajamarca y San Martín.

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La principal razón por la cual llegué hasta Chachapoyas era visitar Kuelap, la ciudadela chachapoya, que es uno de los sitios arqueológicos preincas más interesantes de Perú. En cierta medida, en términos turísticos, juega el papel del “Machu Picchu” de la zona, aún cuando por ahora tiene muchísimas menos visitas, y la infraestructura de la zona está mucho menos desarrollada. Justamente, el hecho de que por ahora haya menos turistas nos da la oportunidad de visitar el lugar de manera mucho más tranquila y relajada, sin tener que andar esquivando personas por todos lados.

Hay al menos dos formas de llegar a Kuelap, que implican diferentes valores. Para quienes quieran ahorrar dinero, pueden llegar en taxi hasta Tingo, hasta donde le cobrarán 8 soles por persona (algo menos de 3 dólares), con al menos 3 pasajeros dentro del auto. De allí, hay una caminata de 2 horas pendiente arriba. Y no es una subida suave; es una pendiente realmente importante, y no les recomendaría hacer el trayecto a menos que se encuentren en buen estado físico -recuerden además que se encuentran a unos 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar. A la vuelta, deben bajar temprano desde Kuelap, porque se puede volver en combi -chequeen horarios en Tingo, pero si pierden esa combi muy probablemente se queden a dormir allí. La segunda forma de llegar es a través de tours. En nuestro caso, y por ser temporada baja, nos llevaron en taxi hasta el camino principal para llegar a la fortaleza. De allí hay una caminata muy tranquila, con una pendiente muy suave, de unos 15 minutos. El recorrido, que incluye viaje, almuerzo y guía cuesta de 50 a 60 soles (18 a 20 dólares) por persona; chequeen precios en la ciudad, porque ese valor depende mucho de la época del año.

La cornisa

En taxi, son aproximadamente unas 3 horas de viaje -aunque como tuvimos una parada para desayunar, no puedo ser muy preciso con el tiempo de viaje. La ruta es espectacular; un recorrido que en buena parte del trayecto tiene una impresionante cornisa. Si aman viajar por las montañas, no se van a olvidar fácil de estos paisajes.

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