Sobreoferta y concentracion, o los avatares del vino argentino

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En la edición de ayer del diario argentino Clarín, se publica una nota bajo el título “Peligrosa sobreoferta en el negocio del vino”. Allí se describen los crecientes problemas de las bodegas argentinas más pequeñas para colocar sus productos en el mercado. Cada vez más las vinerías y supermercados exigen más a cambio de vender sus productos. Cajas de vinos gratis y promociones y degustaciones pagadas por las propias bodegas son cada vez más usuales. Y para una pequeña bodega no es tan sencillo asumir esos crecientes costos económicos de comercialización.

Pero el problema no es la “sobreoferta de vino”, sino que las bodegas están sufriendo los mismos problemas que muchos otros proveedores de muchas cadenas comerciales y supermercados. Es que éstos, desde la fórmula Wal-Mart, saben que su rentabilidad no sólo depende de vender mucho y atraer clientes, sino de forzar al máximo a los proveedores a bajar los precios de los productos que les compran, y de esa manera aumentar por ese lado su margen de ganancia. Y cuando se tratan de grandes cadenas, pueden exigir mucho. Cuando abren una nueva boca de venta, por ejemplo, exigen que la primera entrega que llenará sus góndolas sea gratuita. Y los plazos de pago muchas veces se extienden a 120 y más días.

El problema, entonces, no es sólo una presunta “sobreoferta”. Puede ser una hipótesis a considerar, claro. Hay 4500 etiquetas diferentes de vino en Argentina. Pero también hay que considerar las condiciones del mercado comprador. Aunque, claro, tales conclusiones no serían muy oportunas en la edición de los sábados de Clarín, que suele estar repleta de anuncios publicitarios, justamente, de supermercados.

3 comentarios en «Sobreoferta y concentracion, o los avatares del vino argentino»

  1. Estoy de acuerdo con estas reflexiones, historicamente, y más precisamente en esta última década la producción de vinos excede al consumo, por lo que la oferta es muy amplia, apareciendo numerosos mercados con caldos de calidad que a un buen precio son una barrera competitiva más para que las pequeñas bodegas terminen de despegar. En España desde donde escribo la situación y las tendencias son similares, he encontrado esta página que sucintamente habla un poco del tema: http://www.cursodevinos.com/documents/vinosibericos.html

    en alguna parte de esa web están las cifras exactas sobre la balanza producción-consumo pero no encuentro ahora exactamente donde. Creo que el caso del vino argentino es interesante ya que su calidad ha ido en aumento pero su preponderancia aquí en Europa no termina de cuajar. El vino chileno sin embargo ya esta firmemente establecido como prácticamente una marca comercial. Un dice “vino chileno” y enseguida se asume que es un producto de calidad. Ése es el desafío que debemos asumir y al que tenemos que llegar, sin duda el vino argentino lo merece, sólo falta ese empujoncito de márketing que lo sitúe donde se merece. Saludos.
    Wine Twain

  2. Pero el problema no es sólo la sobreoferta, sino también la concentración del mercado de compradores, que al demandar mucho volumen, ponen condiciones muy duras en cuanto a precios y entregas. Y en ese contexto, a las bodegas chicas se les hace complicado poder competir.

  3. Solo una acotación.
    Twain dice en su comentario que las cosas son muy similares con España. Creo que nada más alejado de la realidad. Twain, el problema que tenemos aquí con la sobreoferta de vino, son las numerosas inversiones extranjeras, que aprovechando la diferencia cambiaria pues arman bodegas y viñedos en Argentina al igual que los conejos se reproducen.
    No voy a discutir si esto es bueno o malo para la economía Argentina. Si puedo afirmarle que estas inversiones extranjeras terminan matando nuestras raices, nuestras bodegas centenarias pequeñas y nuestra historia, que no puede ni siquiera competir con estas inversiones. Creame, lo invito a usted a visitar, al menos virtualmente por algunas de las bodegas de Mendoza y se sorprenderá de la infraestructura y tecnología que tienen. Bueno ya está todo dicho con el documental MondoVino, para que vamos a seguir hechando leña al fuego.
    Un gran abrazo Twain y al resto de los blogeros desde un blog amigo http://vinosdeargentina.blogspot.com

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