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Uno de los destinos cada vez más usuales para los viajeros que llegan hasta la Argentina es ir a conocer Tigre, una localidad muy cercana a la capital, Buenos Aires. De hecho, se puede llegar allí en un tiempo muy razonable, gracias al servicio de trenes. Y en Tigre lo más visitado es la zona del puerto fluvial, que tiene salidas de barcos hacia otros lugares del Delta local (una enorme cantidad de islas muy interesantes de conocer) y Uruguay, y el Puerto de Frutos, una gran cantidad de negocios que venden todo tipo de mercadería, con especial énfasis en artesanías hechas con caña y mimbre.

Hay dos maneras de llegar al Tigre, y ambas por tren. Por un lado, pueden usar el servicio tradicional, que es prestado por la línea Mitre desde la estación de Retiro, a pocas cuadras del centro de Buenos Aires. Con un costo de 0,90 pesos (0,30 centavos de dólar), tardarán algo menos de una hora en hacer el recorrido en los trenes en mejor estado de la Argentina. La formación recorre la zona Norte de la ciudad y el Gran Buenos Aires, la región con mejores ingresos económicos del país. Por otro, pueden hacer el recorrido con la combinación de la línea Mitre ramal Bartolomé Mitre y de ahí subir al Tren de la Costa, un servicio turístico que cuesta, los fines de semana, 4 pesos para los habitantes locales y 6 para los extranjeros. El boleto habilita para que podamos bajar y subir todas las veces que querramos a lo largo del recorrido. Paradas interesantes son la estacíon Anchorena, donde podemos tener acceso al Río de la Plata, y Barrancas de San Isidro, con una feria de antiguedades donde encontrarán cosas muy interesantes, similares a las que pueden hallar en la zona de la calle Defensa en San Telmo.

Los horarios del tren de TBA entre Retiro y Tigre se pueden encontrar en esta página. El Tren de la Costa, por su parte, tiene su página oficial.

El interés turístico por Tigre está muy claro si se toma en cuenta que la municipalidad local lleva varios años invirtiendo en posicionar el destino, a través de mejoras en la infraestructura y el paisaje. A principios de siglo XX, Tigre fue el destino de la clase más acomodada de la Argentina, que se trasladaba desde sus carísimas casas en la zona de San Isidro hasta allí. Aún se pueden encontrar excelentes ejemplos de la arquitectura de aquella época en el Rowing Club (frente a la terminal fluvial) y el llamado Tigre Club, una enorme casona con una gran explanada que pasa sobre la calle y sale al río, y que tuve la suerte de conocer en las épocas en las que trabajaba como periodista en Zona Norte. Más sobre casas históricas en la página de la Municipalidad de Tigre.

Desde ya, no todo el Tigre ha sido “turistificado”. Nos estamos refiriendo sólo a la zona del centro de la localidad, cerca del puerto fluvial, y en las márgenes del río. De todas maneras, hay una creciente inversión privada en la zona, ahora que hay un interés turístico cada vez más marcado por parte de viajeros extranjeros, que antes no se acercaban tanto por esos lados.

El Puerto de Frutos, por su parte, es un lugar interesante para hacer compras si están buscando artesanías en caña y mimbre. Hay mucha variedad, aunque con la turistificación de la zona, los precios han tendido a subir y la oferta a hacerse cada vez más completa y sofisticada. Los fines de semana el lugar está realmente repleto de visitantes, y es un paseo muy interesante, que puede tomarles varias horas. En particular, cada vez que he ido para allá, vuelvo con alguna cosa en mimbre o madera, quesos -en particular, me gustan los que tienen especias- y cerveza Otto Tipp roja, que ahora está entre mis favoritas (la Otto Tipp es de la localidad de El Bolsón, en la Patagonia Argentina, pero la verdad es que no conozco otro lugar en Buenos Aires que la venda; si alguien tiene el dato, que avise en los comentarios). De todas maneras, cada es más sencillo encontrar productos muy diversos, y hasta canastas de mimbre… hechas en China. Desde ya, el perfil artesanal de los primeros años se ha ido perdiendo, de la misma manera en que el tema de las frutas -en particular naranjas, muy cosechadas en las islas del Delta- se limita a tan sólo una pequeña parte de la superficie cubierta de locales.

Hay buenas referencias a los destinos que se pueden conocer en la zona en la página de turismo de la Municipalidad de Tigre. Se trata, en todo caso, de una alternativa para pasar el día, salvo que les interesa pasar la noche en alguna hostería en las islas del Delta, lo cual no es ninguna mala opción.

2 comentarios en «Miniturismo porteño: Tigre»

  1. Ya le he enviado un correo al dueño de Otto Tipp, que es amigo mío. Es que recién descubro este artículo. En su nombre, gracias por la promoción.

  2. De nada, la Otto Tipp realmente vale la pena. Eso sí, habría que tener más puntos de venta por estas zonas.

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