Google Scholar y las nuevas formas de construir relevancia

Ayer hablábamos de Google Sholar, el buscador de Google específicamente destinado al ámbito científico y académico. Una de las cosas más interesantes es que no sólo podemos acceder a textos que coincidan con nuestra búsqueda temática, sino también a la cantidad de citas que ha recibido en otros papers y textos publicados en Internet. Como marcan en Lago at Errant, esto implica un nuevo componente a la hora de revisar la relevancia de un artículo. En vez de revisar los interminables citation index, tenemos en Google Scholar una fuente gratuita a la hora de establecer la importancia de determinados artículos.

A la luz de esta innovación de Google, es muy probable que algunas cosas cambien sustancialmente en el tema de blogs y journals. Uno de los problemas de cobrar por los artículos es que su relevancia se ve seriamente acotada, en tanto menos gente puede acceder a él. También es una excelente noticia para los que publican papers directamente en Internet, por ejemplo en sus blogs o páginas personales. Puede ser una buena alternativa para comenzar a construir una trayectoria académica sin depender exclusivamente de los canales de publicación formales de la academia. De todas maneras, por ahora más bien lo que tenemos son especulaciones sobre el impacto de Google Scholar, que deberemos ver si con el tiempo se confirman.

Con estos cambios, la estrategia de compañías como Sage de abrir cada tanto el archivo completo de sus journals para que más gente puede leer los papers allí guardados puede tener interesantes consecuencias en el futuro, ya que sus artículos y revistas serán mucho más citados que los de la competencia -por ejemplo, Routledge.

Más sobre el tema en el blog de Alex Halavais, Academic-Gamers; Creativity/Machine y Ponderance. De paso, si tienen un blog académico, puede completar esta encuesta sobre academic blogging que está llevando adelante la gente de Crooked Timber.

Actualización: en Search Engine Watch le dedican un interesante artículo a Google Scholar y los acuerdos con los editores para que le permitieran buscar en los abstracts (vía El Tintero).

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