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Desde hace siete años, me desempeño como docente de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires. A lo largo de este tiempo, siempre hemos trabajado en malas condiciones, en aulas muchas veces hacinadas, donde hace mucho calor, y con mínimos elementos de apoyo -a veces es hasta difícil conseguir una televisión para pasar un video; olvídense de tener un cañón para pasar presentaciones.

Pero quiero concentrar esta entrada en un problema: las tesinas de grado. Básicamente, se trata de un trabajo académico que los alumnos deben realizar para obtener su título de licenciados en comunicación social. Por desgracia, la carrera no brinda muchos elementos para llevar a cabo esta tesina. Las materias metodológicas son muy pobres, y la mayoría de los alumnos llega a su instancia final sin poder armar un proyecto de trabajo que contenga elementos claves, como un marco teórico, hipótesis,etc. Así que queda mucha veces en manos de los directores de tesis el hecho de ayudarlos a cubrir estos baches metodológicos. Fui alumno de la carrera, y yo también llegué a esa instancia en condiciones similares, así que conozco el tema.

Pero además la carrera de comunicación tiene un número enorme de alumnos, y el número potencial de tesistas aumenta mientras la planta docente está casi congelada. El resultado es obvio: cada vez es más difícil encontrar directores dispuestos a dirigir tesinas, y cada vez más alumnos se ven cruelmente desanimados a la hora de encarar su trabajo final. La situación es muy compleja, y cada vez más seria. A pesar de que las autoridades de la carrera tienen conciencia del problema, resolverlo en una cuestión muy complicada. En mi caso, tengo un seminario de comunicación y viajes, y la mayor parte de las tesis que dirijo ya se concentran en ese tema. Tengo entre 20 a 30 alumnos cada año, y por lo general mis tesistas salen de ese curso. Pero es obvio que no puedo dirigirlos a todos. Menos aún cuando estoy armando mi propia tesis de maestría, que viene con un atraso considerable. ¿Cuántos tesistas por año puede dirigir un docente? ¿Dos, cuatro, seis? Lo cierto es que por lo general, la mayor parte de los docentes que conozco en la carrera y que se toman en serio el tema de las tesis no bajan de los cuatro a cinco tesistas simultáneos.

En la carrera de comunicación pueden dirigir tesinas los titulares de cátedra, los adjuntos, asociados y jefes de trabajos prácticos. También pueden hacerlo ayudantes con un currículum que lo amerite. Ante el crecimiento de la cantidad potencial de tesistas, el tema cada vez se derrama más hacia las bases de la estructura académica, y hacia quienes se encargan de llevar adelante los prácticos, corregir parciales, etc.

Sería ridículo creer que el problema de las tesis y tesinas se limita a la carrera de Comunicación de la UBA. Hace ya un tiempo Alejandro Piscitelli escribió una excelente entrada sobre el tema. Los comentarios demuestran que la problemática está muy extendida. Y en lugar de discutir sobre las posturas teóricas y epistemológicas de Piscitelli, los comentarios están repletos de pedidos de ayuda de este tipo:

“quiero hacer una tesina sobre cosmiatria, alquien me puede decir mas o menos por donde puede enpezar (sic)?
Publicado por: mºjose a Abril 20, 2004 06:34 AM ”

Podemos saber mucho de metodología, pero las tesinas solo avanzan, como plantea Piscitelli, de una manera: haciéndolas. Pero es difícil hacer el salto si no encontramos un director para nuestro trabajo. Nadie te va a decir por Internet como empezar. A lo sumo, en la Red podés encontrar tesis sobre temas similares, o consejos de metodología, pero difícilmente encuentres la respuesta de cómo empezar a armar tu trabajo. Internet les puede servir para averiguar que personas están trabajando sobre esos temas, para contactarlos por e-mail, y tambièn para ver cual es la bibliografía más nueva. Pero no les va a dar la solución de como armar un trabajo que surge, ante todo, de la interacción entre alumnos y docentes, y de un largo intercambio de ideas.

Claro que la discusión metodólogica y teórica sobre las tesinas podría ir mucho más allá. Pero al menos en el entorno donde trabajo, lo urgente siempre tapa lo importante, como Quino le hacía decir a Mafalda. Por un lado, nunca podemos terminar de cerrar una discusión sobre la reforma del plan de estudios de la carrera de Comunicación. Por otro, se hace difícil concretar una propuesta que solucione el problema de las tesinas cuando no hay suficiente cantidad de docentes que puedan dirigirlas. Lo cual, a la larga, terminará en un cuestionamiento de la validez de la tesina, al menos hacia el interior de una carrera que no puede garantizar los recursos suficientes para su producción y realización.

Eso sí: no conviertan los comentarios de esta entrada en un “Frankenstein” en donde aparece un montón de gente pidiendo que les digan como hacer su tesina, en vez de discutir sobre el verdadero tema de fondo. Si quieren saber que es “Frankenstein”, miren esta excelente entrada en Denken Uber.

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