- por Jorge Gobbi
Los análisis que se hacen sobre el turismo, al menos desde el campo de las ciencias sociales, suelen tener un punto bastante transitado: el que establece relaciones entre las formas en las cuales la modernidad colonizó la vida cotidiana al establecer áreas de especialización claramente diferenciadas. AsÃ, se separó el trabajo del ocio, tanto en tiempo como en espacio. El perÃodo de ocio y vacaciones se reservaba para una época del año -el verano- y en lugares claramente establecidos. Para los agentes sociales, ambas experiencias se encontraban claramente escindidas, y las tareas y actividades que se desarrollaban en cada espacio y tiempo diferÃan sustancialmente.
Ese modelo ha ido en decadencia de la mano del proceso de desdiferenciación que estamos viviendo. Progresivamente, las áreas del conocimiento que en la modernidad y el fordismo se encontraban claramente separados, han tendido a mezclarse y vincularse. Los procesos de flexibilización laboral y las nuevas formas de especialización llevan a que los empleados se tomen vacaciones en cualquier momento, y deban cumplir una función multitareas. De la misma forma, los espacios turÃsticos cada vez conviven más con aquellos destinados a las tareas de todos los dÃas. Los turistas transitan los mismos espacios que los trabajadores y empleados.
De todas maneras, hay que intentar no ser demasiado rotundo en estas apreciaciones. Una cosa es que la teorÃa social haya enfatizado cada vez más el tema de la desdiferenciación, y otra que estos procesos sean estrictamente nuevos. ParÃs, por tomar un caso, siempre fue una ciudad en donde los aspectos cotidianos y de turismo siempre convivieron. Pero a pesar de ello, sà podemos observar una profundización cualitativa de ese proceso en los últimos 25 años. Parte de este proceso de “turistificación” de los espacios de la ciudad va de la mano de las estrategias de recuperación de ciertas partes de los cascos urbanos, con el impulso a la creación de barrios especializados en gastronomÃa o diversión, una tendencia ya muy marcado en la última década -y que en Buenos Aires tiene como principales exponentes a zonas como Las Cañitas o Palermo Hollywood.
También, por cierto, hay relaciones muy interesantes para hacer entre la creciente movilidad del capital y la producción -con la tercerización de la actividad manufacturera hacia lugares como China- y los procesos de cambios y reconversión al turismo de las ex ciudades industriales -tema que ya tocamos en esta y esta entrada.
Como verán, el tema de la relación entre cambios en la concepción del espacio, el tiempo y la producción en el fordismo y posfordismo puede ser vinculado con los cambios generales en el mercado turÃstico. Pero como es un tema complejo y bastante extenso, lo seguiremos desarrollando a lo largo de esta semana y en próximas entradas.
2 comentarios en «Modernidad, posmodernidad y turismo»
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Hola!. Queria saber si no podrias mandarme por mail estos dos trabajos tuyos`para leerlos:
Gobbi, Jorge (2004) “Descubridores, exploradores, turistas y mochileros”, “Turismo 2003 en Argentina”, “Acerca del concepto de autenticidad” en https://www.blogdeviajes.com.ar
Gobbi, Jorge (2003) “Viaje y mundo laboral: una reelaboración de las hipótesis oposicionales entre turismo y vida cotidiana”. Ponencia presentada en el Seminario Internacional de Comunicación 2003, GT de Turismo, 25 de agosto de 2003.
Espero tu respuesta.
Analia (Salta). http://www.bicinorte.com.ar
Los tres primeros que mencionás (“Descubridores, exploradores, turistas y mochileros”, “Turismo 2003 en Argentina”, “Acerca del concepto de autenticidad”) son en realidad entradas de este blog, asà que podés buscarlas acá. La ponencia despues te la paso por mail.