¿De qué se compone el capital cultural -en términos de Pierre Bourdieu- de un viajero? En principio, y muy obviamente, es necesario poner el cuerpo para construir un capital mínimo de entrada al campo, y que desde ya consiste en viajar al menos unas cuantas veces. No se trata, claro, de ir a la playa en plan turista; más bien, es necesario visitar destinos poco usuales, o utilizar formas de traslado cercanas al backpacker o estilo de vida mochilero. Recuerden que buena parte de las representaciones que un viajero tiene de sí mismo también son estrategias de diferenciación con respecto al turista.

Ahora bien: ¿basta haber viajado mucho? Claro que no. Es esencial, para afianzar ese capital de viajero, el llevar adelante algunas otras iniciativas: elaborar relatos sobre los viajes; concentrarse en emprendimientos económicos relacionados con el traslado; construir una interesante red de contactos, obtenidos gracias a sus viajes por distintas ciudades y países. Este último punto es interesante, ya que se liga con el tema del capital social; la idea de como explotar esa red de contactos con fines de conocer mejor los lugares que uno visita -al tener un contacto más cercano con el nativo– e incluso ahorrar en alojamiento, al tener un lugar donde quedarse a dormir.

Como vemos, el capital del viajero es una intrincada red relacionada con sus necesidades prácticas. Por un lado, construir un capital social -una red de relaciones con personas-; un capital cultural -el conocimiento de ciertos lugares del mundo y de las formas de traslado, con el fin de moverse de manera más eficar y barata- y un capital económico -la necesidad de poder asegurarse el dinero necesario para poder separar parte de su tiempo para viajar, comprar objetos y costear los gastos por tomar fotos y videos.

Sé que algunos dirán: ¿no suena esto demasiado racional? ¿Dónde están las ganas, el entusiasmo por el movimiento que destaca a los viajeros? Pues eso es parte de su capital también. Un viajero difícilmente sea reconocido como tal si no cuenta con entusiasmo -o al menos, con cierto cariño- sus andanzas por determinados países. Si no lee la realidad de su entorno y la compara con otras que ha visto en lugares alejados. Si no elabora relatos a partir de los objetos que ha comprado en los viajes o las fotos que ha tomado.

O para ponerlo en términos de esas charlas que uno tantas veces ha visto: las afirmaciones de mucha gente de que sería incapaz de viajar en condiciones mínimamente adversas. “Si no tengo un hotel confortable y buenos caminos, yo no viajo”, dirían estos turistas convencidos. El viajero, simplemente, no puedo evitar sonreír primero, y observar un poco indiferente después, este tipo de declaraciones. En el fondo, los padecimientos del viaje a la larga se olvidan, y lo que queda no son los trayectos en micros destruidos en un camino de cornisa, o la noche que pasamos bajo la lluvia en medio del campo. Más bien, lo que subsiste es el recuerdo de porqué viajamos a aquellos lugares y lo que vimos allí. Lo que nos costó llegar es parte de la anécdota, pero jamás el centro. En todo caso, le da más valor al viaje.

Viajar no es todo; los productos relacionados con el viaje, su forma de incorporar el movimiento a su vida también es esencial. Al fin y al cabo, algunos hacen del traslado incluso una puesta en escena en sus casas, donde cuelgan adornos comprados muy lejos, mapas, fotos de sus viajes y eventualmente otros recuerdos, como etiquetas de cerveza, posters, pasaportes vencidos y otros documentos legales, etc. No sólo sé es viajero cuando se viaja, también se lo es cuando estamos en casa.

Un comentario en «El capital del viajero»

  1. hola jorge, que tal? te cuento que soy estudiante de antropologia social de la UBA y me gustaria estudiar esto de la relacion entre el turismo y la villas para un trabajo de la facultad. Entiendo que hicieron un seminario pero que ya paso… asi que te queria preguntar si tenias la ponencia al respecto y si te querias solidarizar, y (esto lo mas necesario) si tenias algun contacto con alguna agencia (vi la de martin y ya me voy a poner en contacto, pero te pregunto si tenes alguna otra) para hacer el trabajo de campo que ya es urgente. mi mail es gastongalimany@yahoo.com.ar

    gracias y saludos

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