La potencialidad de la Red no está en el entretenimiento, ni en la información, sino en la capacidad de colaboración e interacción entre los usuarios. Aún los blogs, que son por lo general herramientas de expresión personal o grupal, suelen ser mucho más interesantes cuando potencian las discusiones alrededor de ciertas problemáticas o agendas de temas. Pero desde casi dos meses atrás, este blog debió recurrir a la registración obligatoria de todos aquellos que querÃan opinar acerca de alguna entrada, debido a que mi anterior sistema de manejo de contenidos (CMS, por sus siglas en inglés), Pmachine, no permitÃa moderar los comentarios. O los dejaba abiertos, y los spammers me reventaban el blog, o cerraba todo con un sistema de registración.
Semejante decisión no fue tomada con muy buena gana. De hecho, pasó lo que esperaba: hubo una sensible caÃda en la cantidad de comentarios, por lo que comencé a pensar como migrar de CMS. La idea: poder manejar de manera más sencilla los comentarios. Pmachine está muerto, ya no se desarrolla más, y sus responsables hacen ahora Expression Engine, un excelente CMS que cuesta U$S 100. Ese precio es demasiado para nuestros bolsillos sudamericanos, asà que elegà pasar a un sistema que conozco muy bien: WordPress, que es gratuito y de código fuente abierto. Las ventajas: podÃa moderar los comentarios, tener un control moderado sobre el spam, y utilizar un CMS en pleno desarrollo, que cada vez tiene más recursos disponibles.
La migración no ha sido sencilla. Usé el script desarrollado por Michel V para importar toda la base de entradas y comentarios. Por suerte, hubo pocos errores que tuviera que corregir de manera manual. Tuve el blog varios dÃas a prueba en el hosting, y cuando noté que realmente todo estaba funcionando bien, lo migré definitivamente adonde ahora lo están viendo. El aspecto visual está tomado del estilo Human Condition de Ian Main, al que le hice retoques menores en las fuentes y cuerpos de las tipografÃas, y modifiqué los colores originales. En la medida de lo posible, busqué que el blogroll se pareciera al de Pmachine, y decidà darle una nueva oportunidad al script de Bloglines, pero a la primera vez que se caiga lo vuelo :P.
Asà que ahora pueden dejar sus comentarios sin necesidad de registrarse. El viejo listado de miembros de Pmachine también migró, y pueden seguir usándolo si lo desean, con el mismo usuario y contraseña. De todas maneras, no lo van a necesitar de manera obligatoria para dejar sus opiniones.
Esperemos que los spammers jodan lo menos posible, pero ya sabemos: cuando un blog tiene un Pagerank decente, es obvio que van a buscar todas las maneras posibles de seguir usando nuestros sistemas de comentarios para llenarlos de la basura que venden.
Entre las ventajas de usarWordpress se cuenta el hecho de ahora habrá más métodos de sindicación, ya tendrán disponibles feeds en RSS 2.0 y Atom para las entradas y comentarios. Para los que siguen este blog mediante ese sistema, las direcciones son éstas:
RSS 2.0
Atom
Comentarios RSS 2.0
Las viejas direcciones del RSS de Pmachine ya no corren más.
No creo que todo funcione bien por ahora; hay algunos detalles en el template y las tipografÃas que debo corregir, pero supongo lo iré haciendo en la semana. Ahora, me voy a dedicar a descansar la vista y a pasear bajo la pertinaz lluvia porteña.
Obviamente, me interesan los comentarios de todos ustedes. Errores, metidas de pata, revelaciones sorprendentes, pueden dejarlos en los comentarios. Cualquier cosa, excepto spam e insultos contra terceros, por favor :).
Pues se ve bien, algunas cosillas diferentes de la anterior versión, pero básicamente lo mismo. No es q le haya dado una revisada a fondo tampoco. Igual, supongo ha sido una buena chamba.
El mayor trabajo fue modificar toda la parte gráfica para que se pareciera a la anterior, y arreglar algunas cosas que no habían quedado bien. Pero estoy muy conforme de haber pasado a WordPress, ya que hay una base de plugins muy interesante.
Ha quedado bonito el aspecto visual. Ya nos contarás en el camino que tal te ha ido con la adaptación al nuevo sistema.