Ground Zero: el dolor y la libertad de comercio

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Las tragedias modernas -e incluso las no tan modernas- son uno de los elementos históricos más turistificados. Sitios en donde han ocurrido enormes matanzas son transformados en museos o paseos, en muchos casos en nombre de la “memoria”. Semejantes conversiones no suelen ser completamente pacíficas: siempre están aquellos que alzan la voz frente a lo que ven como una “comercialización” del dolor: allí donde debería hacer respeto, aparecen postales y souvenirs. ¿Es la tragedia a veces una oportunidad de negocios? Efectivamente lo es, aunque cause un poco de espanto.

Todas estos pensamientos me surgieron mientras leía, en mi hora de almuerzo, “Morality and merchandise. Vendors, visitors and Police at New York City’s Ground Zero”, de Molly Hurley y James Trimarco. El artículo relata el conflictivo proceso de “comercialización” del lugar donde estaban las torres gemelas, y como los diferentes sentidos que los actores -en este caso, turistas, vendedores ambulantes y policías- atribuían al lugar daban lugar a una conflictiva relación, ya sea interpersonal o a la hora de la apropiación del espacio. Como sucede con otros lugares turistificados, una de las cosas más interesantes es que allí no hay mucho que ver; más bien, lo importante es el relato que da sentido a la visita al Ground Zero, y no tanto lo que allí se puede observar de manera directa.

El trabajo en cuestión se concentra en el complejo proceso de apropiación de los alrededores del Ground Zero por parte de los vendedores ambulantes. Aún cuando las representaciones más simples tienden a concebirlos como un “único grupo”, el artículo muestra las muchas divisiones que existen entre los diferentes tipos de vendedores.

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Los autores analizan como la presencia de los vendedores ambulantes en ese lugar dispara muchas reflexiones. Desde la condena a su “rapaz capitalismo” que ve una oportunidad donde otros ven muerte, hasta la reivindicación del espíritu entrepreneur que en teoría caracterizaría a Estados Unidos.

Hurley y Trimarco ven como en realidad estas representaciones tan simples no hacen ninguna justicia a lo que sucede con los vendedores en el Ground Zero. Un dato central es que no todos ellos son iguales; algunos, en particular los veteranos de guerra, tienen un permiso legal para vender allí (y usan la pertenencia a esta categoría en muchos casos como una estrategia de venta frente a los estadounidenses más patriotas), mientras otros, en especial inmigrantes ilegales, carecen de toda autorización. Los autores del artículo muestran como ambos grupos están en permanente conflicto entre “inmigrants” and “americans”, a pesar de que la posición económica de todos es por lo menos precaria.

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Y hay más divisiones. Por ejemplo, entre aquellos que fabrican los productos que comercializan, y quienes únicamente los revenden. Esta es una dicotomía habitual en las ferias de artesanías, en donde siempre están las representaciones que buscan trazar una línea clara entre los “auténticos artesanos” y aquellos que sólo venden artesanías que compran a otros.

Pero el principal problema de la venta callejera está oculto a los ojos de los transeúntes y turistas. Lejos de ser “entrepreneurs”, la mayor parte de los vendedores ambulantes están a las órdenes de grupos que les dan la mercadería que venderán, como sucede también en la mayor parte de América Latina. Lejos de ser una celebración del espíritu del emprendedor, más bien lo que vemos en este caso es el viejo problema de como grupos privados se apropian de espacios públicos para hacer dinero.

Pero no todo es un problema de distribución del poder al interior del grupo de los vendedores, ya que estos deben interactuar con otros actores. Ahí cobran importancia las percepciones de la policía sobre el lugar. En tanto allí murieron muchos de sus compañeros, tienden a ver el Ground Zero más como un “lugar sagrado” en donde hay que guardar respeto. En tanto tienen la fuerza legal para imponer esa representación, suelen entrar en conflicto con los vendedores ambulantes, legales o no. Obviamente, ambos sectores creen tener mucho de que quejarse. Los policías dirán que los vendedores no respetan ciertas normas básicas de respeto; los vendedores, que no los dejan trabajar para ganarse el sustento.

¿Y que se vende en ese espacio turisticado? Por ejemplo, papel higiénico con la cara de Osama Bin Laden, y que incluye la leyenda “Help Wipe Out Terrorism”; llaveros; lapiceras, y otros objetos que “conmemoran” el atentado contras las Torres Gemelas. Pero hay objetos que causan más controversia. Por ejemplo, las remeras (t-shirts) de dos de The New York Police Departament (NYPD) y el Fire Department of New York (FDNY), dos de las instituciones oficiales que más bajas sufrieron el día del atentado. Muchas de estas remeras son ilegales, ya que no son encuentran autorizadas por el gobierno de la ciudad, que únicamente permite a la empresa privada City Merchandise como única licenciataria. Obviamente, los vendedores ya idearon sus formas de seguir vendiendo a pesar de las requisas de remeras. Por ejemplo, producen versiones ligeramente modificadas de las leyendas, del tipo FD-NY-PD. City Merchandise ha estado en la mira del periodismo porque al parecer no ha entregado un porcentaje adecuado del dinero prometido a los bomberos y policías.

El trabajo de Hurley y Trimarco muestra como un lugar, al ser turistificado, puede adquirir una compleja dinámica, ya sea a la hora de apropiarse del espacio como en las relaciones de comunicación directa entre los distintos grupos. ¿Y nadie habla del dolor? Seguro que están aquellos que aún reivindican ese aspecto del fenómeno; pero la sensación es que con el tiempo, el curso normal de los acontecimientos -para tomar esa expresión tan cara a la etnometodología- que termina imponiéndose es el la supervivencia cotidiana. O sea, el de las oportunidades comerciales, el trabajo y la posibilidad de comer todos los días.

Las fotos del Ground Zero y de la estación de subterráneos World Trade Center que ilustran esta nota fueron tomadas, en un espantoso día de lluvia, por Maryori Mancilla en febrero de 2004.

Bibliografía

Hurley, Molly y James Trimarco (2004) “Morality and Merchandise. Vendors, Visitors and Police at New York City’s Ground Zero”, en Critique of Anthropology, vol.21, num. 1, Sage Publications.

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