En esta época del año, la localidad argentina de San Martín de los Andes recibe una importante cantidad de turistas internacionales. El destino es de una enome belleza, y realmente vale la pena tomarse unos días para visitarlo. Hay una interesante cantidad de alternativas de tours. Uno muy económico es ir a Quila-Quina, a media hora en catamarán, a 15 pesos ida y vuelta -algo más de 5 dólares. El paisaje es maravilloso, pero hay que tener ganas de caminar. Las salidas son desde el muelle frente a la terminal de micros, en Avenida Costanera, todos los días a las 11, 13, 15 y 17 horas. La última lancha vuelve desde Quila-Quina a las 18 horas.
Más para gastar: la zona se destaca por sus mermeladas, dulces y chocolates. Así que las calorías que pierdan en las caminatas las recuperarán de sobra con los dulces.
En San Martín, a pesar de su fama, es posible arreglárselas con un presupuesto acotado. Hay hosterías con habitaciones dobles por 40 pesos la noche. Mi recomendación es Hueney Ruca -Obeid y Tte. Cnel. Pérez-, donde me trataron maravillosamente bien. El mail de ellos es hueneyruca@smandes.com.ar
Por último, es posible comer por precios razonables en Peperone, en Avenida San Martín al 600 ó 700 -olvidé anotar la dirección. La hamburguesa yanqui, repleta de tocino -o panceta, como le decimos en Argentina-, es deliciosa, y cuesta 5,50 pesos -menos de 2 dólares. Muy recomendable.
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