Tu libro de viajes preferido

A partir de una buena idea del blog sobre viajes y turismo de The Guardian -que es interesante pero se actualiza bastante poco-, se me ocurrió que podría preguntarles sobre sus libros favoritos de viajes. Es una idea simple, pero que tiene un punto interesante: que al revelar sus gustos ayuden a otros lectores a encontrar buenos libros.

Mi elección: Las ciudades invisibles, de Italo Calvino. Es una elección un tanto tramposa; en realidad, es un libro de ficción. Pero en los relatos que Marco Polo le hace al Kublai Khan de las ciudades que están dentro de su imperio, es posible reconocer todo tipo de ciudades, de lecturas de lo urbano, de relación entre la mirada del viajero y el lugar visitado. Es un texto absolutamente maravilloso, y que se disfruta mucho más si lo leen mientras viajan.

Mi otra recomendación es un clásico; es En Patagonia, de Bruce Chatwin. Aún cuando la narración es bastante morosa, se trata de un libro que descubre una faceta constitutiva del imaginario de esa región: que lo particular de ese lugar está en la gente que lo habita. Algo muy diferente a lo que muchas veces se marca en Argentina, donde se asume que lo maravilloso de la Patagonia son sus paisajes, y que la gente es casi accesoria -no me atrevo a hablar de como se verá el tema en Chile, que comparte con Argentina la presencia en Patagonia, pero tal vez algún lector de ese país pueda agregar algunas ideas.

Ahora es su turno: ¿cuál es su libro de viajes / sobre viajes preferido?

16 comentarios en «Tu libro de viajes preferido»

  1. Hasta ahora La isla secreta de Xavier Moret. Pero es un género con el que empecé hace poco y me tiene fascinado. Tengo apartado Las columnas de Hercules, de Theroux. Después contaré qué me pareció.
    Felicitaciones por este hermoso e inmenso blog.

  2. Estas elecciones son siempre muy complicadas, aunque reconozco que se me complica aún más porque no soy asiduo lector de este género en particular. De todas formas me despacho con dos de mis preferidas.

    La primera sería los diarios de viaje de Marco Polo englobados en “El libro de las maravillas del mundo”, realidad mezclada con un toque de ficción en tiempos inmemoriables. A mi modo esencial.

    Y la otra sería la titulada “Down and out in Paris and London” de George Orwell en uno de los aspectos más desconocidos del gran escritor, la cual atrapa desde el principio por su rudeza narrativa, su sencillez entramada. Las recomiendo sin más y esperare gustoso más recomendaciones para tener en cuenta.

  3. No sé si será el preferido, pero puedo contarte del último leído. Se trata de unas crónicas de viaje de Ryszard Kapuściński en dos momentos de su vida por países y ciudades del ex-imperio soviético. El libro se llama “El Imperio”, y si mal no recuerdo (memoria visual de la tapa) lo edita Anagrama.

    Ya sabemos de la destreza y pluma de Ryszard como cronista, eso ya lo paga. Pero lo bueno, a mi modesta opinión, del libro es cómo relata, el cambio de vista -que no es más que el sentir de la realidad- de las mismas cosas y ciudades tras el tiempo de su ausencia. Paralelamente traza pinceladas de los momentos de tensión vividos en el resquebrajamiento del bloque soviético y la disolución del poder.

    El libro se lee muy rápido y es recomendable para los que gusten de la crónica de viaje o estén interesados en relatos de la guerra fría y el poder soviético.

  4. Mi libro de viajes preferido es “Nocturno hindú” de Antonio Tabucchi.
    Un viaje por la India en busca de una amigo. Descripciones de lugares, situaciones, miserias y bellezas, restaurantes (la comida en los libros de Tabucchi tiene una presencia muy especial, su descripción deja la sensación al lector de haber estado en ese lugar y de haber comido el plato presentado), hoteles, hospitales. Encuentros con personas diferentes en lugares geográficos diversos.
    Un viaje especial,un viaje interior,un viaje nocturno en las sombras.
    Según sus palabras introductorias Nocturno hindú además de ser un insomnio es un viaje.El insomnio pertenece a quien lo escribe, el viaje a quien lo hizo.
    Es una peregrinación interior

  5. Yamil, tu comentario me hizo acordar de un olvido importante de mi parte; “Ébano”, de Ryszard Kapuściński, está entre mis crónicas preferidas de viajes. Y ya que comenzamos a citar más libros, por estos lados, “Larga distancia”, de Martín Caparrós, también es un muy buen ejemplo a la hora de hablar de crónicas de viajes.

  6. “Trepando los Andes” de Clemente Onelli. Es un libro de lectura ágil, concisa y entretenida (y por momentos muy graciosa la manera de relatar de Onelli).
    Las descripciones de los lugares por donde estuvo en Patagonia son muy acertadas. Pero lo más importante es que al leerlo uno puede imaginar a esos primeros exploradores deambulando por el sur de nuestro país.
    Por otro lado, “Chiloé. Un mundo separado” de Ovidio Lagos es un libro ideal para aquellos que hayan visitado el archipiélago chileno. Tiene muchísima información y datos interesantes. Pero creo que es necesrio haber estado en Chiloé para disfrutarlo a pleno.
    saludos! Marian

  7. No podemos dejar de mencionar “On the road” de Kerouac, leerla da ganas de partir al instante.
    “Zen and the Art of Motorcycle Maintenance”, de un tal Pirsig, se que el titulo no tiene nada que ver, pero animense una leída si lo consiguen.
    Saludos!

  8. Zen y el arte de la mantención de la motocicleta, con ese título tradujeron el libro de Robert Pirsig. Y es cierto, On the Road es un clásico, había que sumarlo. Y nadie habló de Paul Theroux todavía…

  9. “El Interior” de Martin Caparros reproduce todo lo que me pasa por mi cabeza cuando viajo por el interior de la Argentina. Es bastante mas que una cronica de viajes.

  10. La verdad es que es una buena pregunta, pero en mi caso, no tengo un libro preferido a la hora de emprender un viaje. Por lo general, eligo de mi biblioteca uno o dos que aún no haya leído (esos que comprás porque tenes muchas ganas de leer y no abris por falta de tiempo).
    Habitualmente cuando viajo, prefiero leer cuentos o novelas.

    Aunque ahora que lo recuerdo en este viaje de verano a Brasil, me llevé y leí “La Patria peregrina” de Gustavo Bernstein, con un relato de su largo viaje a Europa.

  11. El primer comentario menciona Las columnas de Hércules de Theroux, yo añadiría El safari de la estrella negra (o, de hecho, cualquier cosa de Theroux). También me encantan los libros sobre India de Mark Tully (No Full Stops in India, The Heart of India), aunque son más colecciones de ensayos que no libros de viajes…
    También hay un montón de libros de viajes buenísimos sobre Italia, pero no me viene a la cabeza ningún título concreto. Bueno, y luego están los clásicos como París era una fiesta de Hemingway o En la carretera de Kerouac… ¡Hay tantos buenos libros de viajes! Realmente el viaje es un tema que inspira a los escritores.

    PS: Te recomiendo este enlace que ofrece una selección interesante de libros de viajes (aunque muchos realmente no lo son)

  12. Theroux es alguien que siempre aparece a la hora de hablar de libros de viajes. A mí, en lo personal, me aburre un poco, pero es sólo mi opinión.

    Elia, gracias por el enlace :)

  13. “Plataforma” de Michel Houellebecq. Lucido, violento, cinico, tierno, culpable, sarcastico, una mirada europea del tercer mundo y el turismo que alli buscan, el sexual. Si bien no es precisamente de viajes, plantea el tema del turismo como practica violenta y abusiva. denso.

  14. …Ya se citaron gustos que comparto. Grandes nombres del género como Kerouac, Chatwin, Kapuscinski o Calvino. A ellos quisiera sumar la obra de tres nómadas en estado puro, que salen al viaje en su dimensión más simple y no necesariamente lejana, para llenar con ello unas páginas en blanco, un peregrinaje personal o la huída de un fracaso amoroso. Sucesivamente, El Paseo, del austríaco Robert Walser; Caminar de David H. Thoreau y Viaje en burro por Cevennes de Robert Louis Stevenson. Tres delicias clásicas que reconstruyen el viaje en tres pasos, tal como el propio Walser escribió al relatar la vida de Hölderlin: “Hölderling salió de la casa, vagó todavía un tiempo más en el mundo y cayó luego en una demencia incurable”. Todo ello, si acaso sirviera, como el propio Stevenson escribía, para dar lugar al ansiado libro que le permitiera ganar los necesitados dineros…

    http://oleopolis.wordpress.com/2008/08/14/new-travellers-y-vieja-literatura-viajera/

  15. Jorge,
    yo no puedo leer cuando viajo… es tanto lo que quiero conocer, absorver, caminar, hablar, aprovechar, que me resulta imposible concentrarme en un libro; más bien escribo el mío propio, donde voy registrando mis sentimientos, vivencias, y todo eso que en el momento me resuena… después, de vuelta en buenos aires, no suelo leerlo, pero mientras lo escribo tengo la ilusión de no olvidarme jamás lo vivido…
    y ahora que lo pienso.. nunca necesité recorrer las páginas de “mi” libro para revivirlo…
    saludos!

  16. “Viajes con Charley” de John Steimbek, que a los 58 años, se dijo que no conocía el Estados Unidos profundo, se compró una motorhome, y dio la vuelta en tres meses a su país, con su perro Charley.
    Y “Viaje al Congo” de André Gide, para ver cómo mira (y sigue mirando) Europa al tercer mundo.

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