Dinero, votos y maravillas

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De acuerdo a que se publica hoy en NoticiasDot.com, la página web del emprendimiento comercial sobre las “nuevas 7 maravillas” del mundo ya registró 45 millones de votos, y es “una de las más visitadas del mundo”. Este último dato no es certificado por ninguna organización independiente, y todo periodista debería tomar con pinzas algo que viene de la empresa interesada. No se trata, claro, de un dato inocente y objetivo; más bien, es algo a chequear. Sorprende además el pésimo trabajo que buena parte del periodismo está haciendo con este certamen; al menos, en la prensa en inglés, se suelen citar opiniones negativas sobre este tema, como se puede ver en este cable de AFP. Por este lado del mundo incluso hay medios de comunicación que llaman abiertamente a votar. Por lo que leí en NoticiasDot.com, se dice que el dinero ganado será usado para “apoyar” emprendimientos destinados a mantener los sitios elegidos, pero no queda nada claro que tipo de organización independiente garantizará que todo o al menos una parte sustancial de las ganancias sea usado con ese fin. Ni que decir que pasará con el resto de los sitios que UNESCO ha marcado como patrimonio de la humanidad, y que son más de 830. ¿Por qué sólo concentrarse en siete? ¿Acaso porque han pagado para votar en un evento? No suena muy serio, realmente.

Ahora bien: ya hemos hablado en este blog sobre este emprendimiento comercial, que moviliza el “orgullo nacional” en muchas naciones para justificar el cobro de votos para cada una de los sitios propuestas para participar de las “nuevas 7 maravillas”. No deja ser notable que se presente este tema casi como un evento científico, cuando no es más que una propuesta de marketing, y que recauda dinero vía los votos por teléfono y los votos extra que una persona deje por Internet. Ni siquiera tiene el apoyo de UNESCO o de alguna organización relevante.

¿No es hora que los periodistas se concentren en contrastar fuentes y datos en este tema? ¿Que la cobertura de “las nuevas 7 maravillas”, lejos de ser sólo la difusión de un evento comercial, también debería dar lugar a las voces críticas? Los blogs, por desgracia, no salen demasiado bien parados tampoco; me he cansado de ver sitios donde pegan gacetillas, donde asumen como verdadero todo lo que dicen desde la organización, y desde donde se llama a votar, sin tener en cuenta que están alentando un negocio privado y no un evento relevante sobre el patrimonio. Y si realmente es tan relevante, que alguien me explique cuáles son los criterios históricos, de patrimonio y de arquitectura que justifican que tanto Machu Picchu, Angkor Wat o Chichén Itzá pueden ser colocados al mismo nivel que la Estatua de la Libertad o el Cristo Corcovado.

Más sobre este tema en este blog: Segun El Pais, UNESCO auspicia el concurso de las nuevas 7 maravillas y 7 nuevas maravillas: la patria y los negocios.

8 comentarios en «Dinero, votos y maravillas»

  1. Como jugada de marketing salió redonda. La locura promocional se ha apoderado de las autoridades y los ciudadanos, al menos así ocurre en Granada (España) por la Alhambra: Se han puesto anuncios en las ruedas de los taxis y hasta en televisión. Incluso formó una cadena humana que “abrazó” el monumento como muestra de apoyo, aparte del voto de cada uno de los participantes.
    Y parece que en muchas partes sucedió algo parecido, de forma que los organizadores de New 7 Wonders han designado hasta agencia de viajes oficial para la proclamación de ganadores.

  2. María del Mar Villafranca, Directora del Patronato de la Alhambra ha sido entrevistada hoy, 24 de mayo, a las 9:25 a.m., hora de España, en Los desayunos de TVE, programa de la primera cadena de la TV pública estatal española. Ha dicho que la lista de candidatos era heterogénea, que la Alhambra espera del concurso mayor notoriedad y que esta iniciativa cuenta con el apoyo de la UNESCO (?).
    Radio Televisión Española (RTVE) publicó el día 12 de mayo esta nota de prensa con su plan de apoyando a la votación popular. En ella sólo se menciona que entre los expertos está Fedrico Mayor Zaragoza.

  3. A esta altura, la continua “confusión” entre la participación de Mayor Zaragoza, ex director de Unesco, y el presunto apoyo de Unesco a este certamen ya parece más una estrategia deliberada. Este tema cada vez se pone más complejo; lo interesante es ver como, a pesar de todo, se siguen reproduciendo de manera acrítica las coberturas sobre este tema en medios y blogs. Tal vez las cosas cambien en los próximos días, esperemos.

  4. Tu análisis es crítico, escéptico y antagónico con el concurso. Si es una movida genial de marketing, creo que también se impulsa el turismo hacia los lugares que están concursando. Yo, por ejemplo, de la Alhambra de Granada, de Angkor, del Taj Mahal, de Timbuctu no sabía nada de nada. Ahora que me interesé por su historia por medio de este concurso, y que reseñé cada uno de ellos en mi blog, se me hacen lugares interesantes de visitar, no importa si son Maravillas o no. Se me hace que una lista de 7 o 21 es mucho más digerible que una de 830, por muy Unesco que sean.

    No he visto en la prensa ni en los blogs la intención de hacer al concurso “científico”, y el que lo crea de veras, pues me parece algo fuera de onda. Es simplemente un concurso de popularidad, como podríamos votar por Ricky Martin o Shakira. Obviamente la elección de las 21 “candidatas” fue subjetiva y conveniente, justo como son los votos de los internautas, que no pagan por el voto. Los SMS está claro que son pagados, y se hace la advertencia de que hay las dos opciones.

    He notado un incremento importante de visitas desde que reseñé los sitios, e inclusive mis reseñas han servido de base para artículos periodísticos en diarios formales. Con la cobertura mediática que tiene el concurso, los lugares han recibido atención, aunque no pueda ser medible el incremento de visitantes debido a este concurso. El ROI que podría tener el concurso, respecto de los fondos invertidos por los gobiernos (de Perú y España, por ejemplo), no está claro. Pero ninguna de las partes (la que impulsa en concurso y la que lo adversa) parece dispuesta a estudiar este tema sin apasionamientos.

    De mi parte veo dos cosas positivas: mi incremento de visitas, que se traduce en un poco más de ingresos, y el entusiasmo juvenil por el concurso. ¿Por qué el entusiasmo juvenil? Nuestros países tercermundistas sufren mucho con la pobreza y la violencia y problemas conexos. Un movimiento así (que para los que participan, medios y votantes, es totalmente inofensivo e inocuo) genera la alegría de ser “parte de algo”.

    Comparto en algo lo tuyo de criticar el concurso e intentar “desnudar” su clara intención comercial, pero realmente los que tengan dos dedos de frente ya lo habrán visto y tomado en cuenta. Probablemente mi posición es interesada, al beneficiarme en parte por este concurso, pero observo en tu crítica una rigidez intelectual y una atención al tema, que dada tu posición, sería innecesaria.

    Bueno, ya hablé mucho, lo que menos espero es haber contribuido al debate de un tema tan trivial (excepto por la inversión gubernamental, claro). Saludos.

  5. Perdón.

    Se me olvidó anotar que las “Siete Maravillas” originales, fueron escogidas por un solo tipo, Antípatro de Sidón, con un sesgo obviamente subjetivo. Si se quería mantener ese espíritu, pues este concurso lo hace bien.

  6. No creo que el tema sea tan trivial. Más bien, este concurso toma de manera trivial el tema del patrimonio. Lo hace al reducir de 830 a 21 los lugares a destacar y al convertir lo que debe ser una evaluación razonable en términos históricos y arqueológicos en una competencia de corte nacionalista y con fines comerciales. No sólo se cobran los SMS; los usuarios de Internet pueden votar más de una vez si pagan. A mí me parece bien que al menos haya mayor difusión para los sitios de valor arqueológico, pero si revisas la lista verás que la gran mayoría ya tenía una importancia turística muy clara. De hecho, el problema de sitios como Machu Picchu o Angkor Wat no es que no tengan turistas, sino que últimamente ya tienen demasiados…

    Enfatizo mucho el lado crítico del concurso porque estoy un poco cansado de leer loas a este tema, a que se lo confunda con un evento de UNESCO, y a que ni siquiera se citen las voces críticas hacia el tema -que las hay, como se puede ver en el cable de AFP que cité. La falta de equilibrio en la cobertura de este emprendimiento comercial no es nada trivial, y me parece un punto importante para discutir entre quienes hacemos blogs sobre viajes y turismo. Justamente, esa mirada siempre “maravillosa” sobre el turismo es lo que hace tan poco útil a los suplementos de viajes de muchos diarios y revistas especializadas -al menos en esta parte del mundo.

    De todas maneras, ya estoy resignado a ver una enorme cobertura cuando se entreguen los “premios”, y a ver explosiones de orgulloso nacionalismo a la hora de recibir un reconocimiento que nadie necesita, y que ni siquiera está reconocido por una institución relevante, como es UNESCO. Pero sería buena para todos si vamos más allá de este simple certamen, y empezamos a ver un punto importante: que al convertirse en meros glosadores de los medios y de las gacetillas de prensa, el futuro de los blogs sobre viajes puede ser comercialmente interesante, pero cada vez menos interesante para los lectores y viajeros.

  7. Yo también he citado y he leído posiciones contrarias, y además, en español. Con una simple búsqueda en google, google news y technorati, las encontrás.

    A mí se me hace obvio, repito, el interés comercial más que cultural del concurso, y creo que no está nada oculto. Invocar al patriotismo barato, pues no es tan diferente de las campañas políticas tradicionales. Es algo grave que El País diga que está aprobado por la UNESCO, pero creo que es un error puntual de un periodista desvelado y sin tema para el día.

    El asunto es que con vos, o es negro o es blanco. Y no creo que sea tan así. El carácter de show bussines hace que el evento no pueda ser serio, y su intención mediática no puede ser académica por una lógica elemental. A mí me sorprende que la gente se lo pueda tomar como científica o seria o como un evento que “certificará” algo. Si las intenciones hubieran sido académicas, la escogencia de las “maravillas” hubiera sido igual de polémica, porque no hay modo de ponerse de acuerdo con un número tan pequeño. Que hayan dos “maravillas” que supuestamente no tengan capacidad para recibir más visitantes, no es el caso generalizado y es más por desidia de sus gobiernos, que por culpa de los muchos visitantes.

    A mí me parece para el ciudadano medio es más fácil digerir una lista de 21 que de 830. Además de ser más mercadeable. Lo entiende muy bien Microsoft que hizo una web para “apoyar” a la Alhambra.

    Vos mirás a los blogs desde una perspectiva un tanto romántica por un lado, y como profesional del periodismo, por el otro. El contenido generado directamente de la experiencia de viajar, en general, es muy poco, porque salvo las excepciones profesionales del caso no se vive de viajar, se trabaja para viajar.

    Hablando sinceramente, yo a los blogs nunca les vi el gran futuro que los gurús les daban, principalmente porque la gente no sabe ni redactar. A veces me encuentro con blos de verdaderos trotamundos, pero son tan aburridos, a pesar de ser más “auténticos” (no actualizan todos los días, ni tienen publicidad), que paso, y sólamente un par de ellos tengo sindicados.

    Probablemente en el caso de buscar ayuda para decidir sobre cómo hacer un viaje más placentero y barato las redes sociales y los tradicionales foros sean mejores. Cuando busco noticias sobre lo último de internet, busco blogs. Pero cuando quiero saber sobre cómo instalar aquel script o experiencias reales de webmasters, voy a foros especializados. Nunca me he tragado eso de los blogs como “conversación”, porque realmente un foro es mucho mejor y nadie lo anda vendiendo como “conversación” y 2.0 y demás pavadas. Regularmente cuando alguien quiere saber qué le sale más barato en un país en específico, no acaba en un blog, acaba en un foro o en una red social, o incluso en un chat.

    Al final, yo entiendo tu posición, más no tu hastío, así como no entiendo del todo (pero algo me beneficio), el fanatismo nacionalista del que hablás. Y con respecto a lo interesante o no de un blog, respecto de los viajeros, probablemente llevés razón, pero recordate que el público target son los turistas, no los viajeros. La masa, no la élite. Probablemente entenderás también que vos estás fuera de ese público target que tienen las webs comerciales.

    Finalmente, te digo, yo ingresé a los blogs con intención literaria, mi blog es Anecdotario.net, y tiene, y seguirá teniendo, intenciones literarias. Pero desde el principio, hace ya tres años, nunca pensé que de los blogs salieran muchos escritores interesantes, por lo que apuntaba al principio, la gente muchas veces no sabe ni redactar, hace un poema lamentable y ya se cree el gran escritor porque tuvo 5 comentarios.

    Hay mucho tema para discutir, pero por hoy dejo en paz tu blog. Saludos.

  8. Este blog, a pesar de tener un recorte temático, no ha dejado de ser personal, tanto por su agenda como por la definición desde donde mirar los distintos temas que se analizan aquí. Me parece bien que se busque promover ciertos destinos como relevantes para el patrimonio mundial, pero claramente esta no es la forma, tanto por el destino del dinero como por la supervisión de éste.

    Ojalá esto fuera sólo show business. Pero desde el momento en que se usa dinero publico en esto, y se movilizan los sentimientos nacionales, la cuestión se pone más seria. Y me parece razonable señalar esos problemas.

    No está mal el tema de trabajar para viajar; es lo que hacen la mayoría de los viajeros, y te lleva muchas veces a valorar más tu viaje. Más cuando ves como quienes “viajan para trabajar”, con pocas excepciones, producen materiales tan mediocres -basta con ver lo que sale publicado en diarios y revistas generalistas, donde se busca contentar más al anunciante que brindar datos importantes a los lectores. Como superar esa oposición, y lograr vivir del viaje sin olvidar a los lectores y el valor de la experiencia, es todo un reto. Que probablemente sea demasiado grande para los blogs y su limitado alcance.

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